Los Escritos

La sección de los Escritos es encabezada por los salmos e incluye otros 12 libros del Antiguo Testamento. Les ofrecemos un bosquejo de esta importante sección de la Biblia.

Después de la Ley y los Profetas, la tercera división principal del Antiguo Testamento es llamada los Escritos. Es una traducción de la palabra hebrea Ketubim, que procede de katab, que significa “escribir”. En el griego el nombre es Hagiographa, que significa “Santos Escritos” (David Ewert, From Ancient Tablets to Modern Translations [De las antiguas tabletas a las traducciones modernas], p. 32).

La sección de los Escritos puede ser distribuida en tres partes:

  1. Los libros poéticos: Salmos, Proverbios y Job.
  2. Los 5 rollos de las Fiestas: (También llamados Megilloth): Cantar de los cantares, Ruth, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester.
  3. Libros históricos: Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.

En la Biblia Hebrea los Escritos contienen 11 libros, pero en las Biblias en español hay 13. Esto se debe a que las Biblias en español listan a Esdras y Nehemías como libros separados y dividen Crónicas en 1 y 2 de Crónicas.

Significado de los libros de los Escritos

Jesucristo reconoció la división en tres partes principales del Antiguo Testamento (Lucas 24:44), dando autoridad de esta forma a los libros reconocidos de las tres divisiones principales, incluyendo los Escritos. La recopilación de los libros autorizados puede remontarse a la época de Esdras y Nehemías. “Esdras fue un precursor de un gran movimiento de escribas y no haríamos justicia a la verdad sino dijéramos que él desempeñó un papel muy importante en la recolección, transcripción, estudio y enseñanza de las Escrituras” (ibídem, pág. 70):

Los escritores William LaSor, David Hubbard y Frederic Busch, en su libro Old Testament Survey: The Message, Form and Background of the Old Testament [Estudio del Antiguo Testamento: El mensaje, la forma y los antecedentes del Antiguo Testamento] hacen los siguientes comentarios: “Aunque no se puede asegurar que la fecha en que se terminó la recopilación de los Escritos que haya sido antes del año 100 a.C., existe una amplia evidencia que asegura que la tercera sección del canon (Además de la Ley y los Profetas) apareció tan temprano como en el año 180 a.C., cuando el nieto de Ben Sirac anotó en el prólogo de Eclesiástico que su distinguido abuelo ‘dedicaba un tiempo especial para leer la Ley y los Profetas y otros libros de nuestros ancestros...’.

“Es dudoso que las escrituras conocidas por Jesús y los apóstoles fueran diferentes en su contenido de las de la Biblia hebrea… ellas son parte esencial de toda la Escritura… inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir y para entrenar en justicia” (2 Timoteo 3:16)” (pp. 425, 428).

Orden de los libros

Libros poéticos

El libro de los Salmos es una colección de poemas sagrados que fueron escritos para ser cantados. El autor de muchos de estos salmos es el rey David de Israel quien estaba bien preparado para producir estas grandes obras de canto, oración y poesía. El fue descrito como “Alguien que sabía tocar el arpa” (1 Samuel 16:16), y le decían “El dulce cantor de Israel” (2 Samuel 23:1).

El libro de Salmos está divido en cinco secciones:

  1. Salmos 1-41 (Libro primero).
  2. Salmos 42-72 (Libro segundo).
  3. Salmos 73-89 (Libro tercero).
  4. Salmos 90-106 (Libro cuarto).
  5. Salmos 107-150 (Libro quinto).

El segundo libro en la disposición hebrea de la sección de Escritos es el libro de “la sabiduría en la literatura”, de la Escritura, Proverbios. El libro ofrece principios sabios y sugerencias que gobiernan una sociedad organizada y da principios que nunca cambian que están relacionados con una forma de vivir exitosa. Virtualmente cubre todo aspecto del comportamiento humano y ofrece consejo que si es tenido en cuenta, va a conducir a una vida más plena y productiva.

El tercero en la disposición hebrea es Job. El Compendio Manual de Halley cita lo que la gente más famosa tiene que decir acerca de Job:

Victor Hugo: “EL libro de Job es tal vez la obra maestra de la mente humana”.

Philip Schaff: “El libro de Job se levanta cual una pirámide en la historia de la literatura, sin un predecesor, sin un rival.

Job era un hombre con una gran influencia y muy rico en su época. De él se dijo: “y era aquel varón más grande que todos los orientales” (Job 1:3), posiblemente un rey o príncipe. En el Nuevo Testamento, Job es descrito como una figura histórica (Santiago 5:11) y no, como algunos suponen, un personaje de ficción.

El tema principal en Job es acerca de por qué Dios permite que le sucedan cosas duras y difíciles a las personas buenas y justas, como Job. Aunque estuvo en una prueba difícil, Job llegó a entender más profundamente la grandeza de Dios y las razones del sufrimiento humano (42:1-6, 12). Sus sufrimientos hicieron que experimentara una experiencia positiva, que transformó su vida.

Los rollos de las fiestas

Como su nombre lo implica, los rollos de las fiestas tienen una conexión con las fiestas santas descritas en el libro de Levítico y en otras partes de la Biblia. Los siete días de fiesta anuales fueron apartados por Dios como solemnes convocaciones o asambleas ordenadas. Jesús las guardó y sus apóstoles y discípulos continuaron guardándolas mucho tiempo después de su muerte y resurrección. La Iglesia del Nuevo Testamento fue establecida en el Día de Pentecostés, uno de los siete festivales anuales.

Veamos la importancia de los cinco libros de los rollos de las fiestas.

Cantar de los cantares (También conocida como el Canto de Salomón) era leído durante la Pascua. La Pascua ocurre en la primavera del hemisferio norte y el libro tiene un escenario primaveral (2:11-13). El drama de amor ilustra la belleza de la relación matrimonial, la cual es utilizada en el Nuevo Testamento como una representación de la relación de Cristo con la Iglesia (Apocalipsis 19:7-9; Efesios 5:27, 32).

Ruth es leída tradicionalmente en las sinagogas judías en la época de Pentecostés, porque tiene un tema relativo a la parte final de la primavera (1:22; 2:23). Pentecostés celebra la cosecha de la cebada y el trigo, y también es conocida como “la Fiesta de las semanas, de los primeros frutos de la cosecha del trigo” (Éxodo 34:22).

La historia habla de una gentil, Ruth, quien renuncia a su religión pagana, deja su tierra natal y más tarde se casa con un hombre de la tribu de Judá, Booz. Esto muestra que tanto los gentiles como los israelitas pueden llegar a ser parte de las primicias de Dios (Santiago 1:18; Apocalipsis 14:1, 4).

Lamentaciones es el tercer libro; y aunque no dice el nombre de su autor, se le atribuye tradicionalmente al profeta Jeremías. Con profundo dolor por la destrucción de Jerusalén por los babilonios, Jeremías llora amargamente y se lamenta por la muerte de su pueblo y la humillación del exilio. El escribe este sentido refrán en el capítulo 1:1: “¡Como ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, y la señora de provincias ha sido hecha tributaria”.

Las personas del pueblo habían “…Pecado…” y se habían apartado de Dios (1:8), lo que hizo que Dios retuviera sus bendiciones y protección de ellos. Las consecuencias fueron un absoluto desastre para la nación. Nos corresponde a nosotros en el mundo actual preguntarnos si nos hemos alejado de la misma forma de Dios y de sus leyes. Si lo hemos hecho, entonces necesitamos analizar que tal vez vamos a sufrir las mismas consecuencias que tuvieron que afrontar las personas en la antigua Judá.

La costumbre entre los judíos ortodoxos es leer en voz alta Lamentaciones en el ayuno del noveno día del mes hebreo de Ab, cuando ellos se lamentan por la destrucción del templo de Salomón a manos de Nabucodonosor en el año 586 a.C., y la destrucción del segundo templo por los ejércitos romanos bajo Tito en el año 70 d.C. Es interesante saber que ambos ocurrieron en la misma fecha.

Eclesiastés es leído en la Fiesta de Tabernáculos. El hijo de David (1), Salomón, es el autor. Durante la época de Salomón, Israel tuvo paz y probablemente era la nación más próspera del momento. Este período se ha llamado la época de oro de Israel.

La frase vanidad o vanidades ocurre 37 veces y proviene de la palabra hebrea que significa “aliento” o “vapor”. A pesar de toda la abundancia física, riqueza y plenitud, la humanidad sin Dios y sus caminos, es sólo vanidad. Salomón estaba en una excelente posición para entender y explicar este principio, ya que él personalmente había experimentado este vacío (2:9, 11, 17).

El concluye el libro afirmando: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamiento; porque esto es el todo del hombre” (12:13). Eclesiastés muestra que las bendiciones físicas sin Dios no tienen valor. El apóstol Pablo entendió este concepto cuando afirmó en 1 Corintios 15:19; “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”.

A pesar de la profundidad del entendimiento y la sabiduría de Salomón, él se desvió. Leemos que cuando se hizo viejo, “E hizo Salomón lo malo ante los ojos del Eterno, y no siguió cumplidamente al Eterno como David su padre”. Sus muchas esposas extranjeras “inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con el Eterno su Dios” (v. 4). Y Dios se enojó por esto (v. 9).

Ester es el quinto libro de los rollos de las fiestas y es objeto de mucha especulación. Una de las razones es que nunca se utiliza la palabra Dios. Algunos fallan y no entienden que una lección importante que nos enseña, es que el pueblo judío bajo el dominio de los persas, fue milagrosamente salvado de la destrucción. En medio de estos sucesos, hay indicios de la mano de Dios obrando. Sólo porque Dios sea invisible no significa que a Él no le importe la súplica y las circunstancias de las naciones del mundo.

Dios asegura que a largo plazo todas las personas del mundo van a tener esperanza, felicidad, gozo y paz. El libro de Ester es una clara ilustración de cómo Dios trabaja detrás de bambalinas para intervenir en la historia de la nación y la vida de las personas.

En Ester 9:20-23, les dicen a los judíos que deben celebrar anualmente su liberación en la Fiesta de Purim, la cual los judíos continúan observándola cumpliendo lo que prometieron. En cierta forma, Purim puede ser equiparado con la fiesta nacional del “Día de Acción de Gracias” en Estados Unidos.

Los libros históricos

Veamos el orden de las últimas tres partes de la sección de los Escritos. Están agrupadas como cinco libros en la mayoría de las Biblias.

Daniel es un libro de esperanza. La profecía de las 70 semanas (9:24-27) señala a la primera y segunda venidas de Cristo. También es una clara referencia a la segunda venida con el fin de establecer su Reino aquí en la tierra (2:44; 7:9; 13-14). La resurrección, la esperanza de los cristianos, es mencionada en el capítulo 12:2-3).

Esdras-Nehemías hablan de dos períodos diferentes en la historia del regreso de Israel a su tierra, después del exilio.

  1. El regreso de los exilados bajo Zorobabel y Josué para reconstruir el templo (Esdras 1-6). Después de muchas dificultades el templo fue reconstruido y eventualmente dedicado en el año 515 a.C.
  2. El tema general de Nehemías es la reconstrucción de la muralla de Jerusalén y el restablecimiento de la comunidad judía (458-420 d.C.).

Estos eventos comenzaron con Ciro el Grande, conquistador de Babilonia. Ciro decretó que los judíos deberían regresar a su tierra natal y restablecer sus prácticas religiosas tal como Dios lo había profetizado muchísimo tiempo antes (Isaías 44:28). Esdras era un sacerdote y “un escriba diligente en la ley de Moisés” (Esdras 7:6). El Compendio Manual de Halley se refiere a “la gran sinagoga” establecida por Esdras y Nehemías, y dice lo siguiente: “Se dice que desempeñó un papel importante en recoger, agrupar y restaurar libros canónicos del Antiguo Testamento” (p. 410).

Los dos libros de Crónicas son, en gran medida, una repetición de los eventos descritos en los libros de Samuel y de Reyes. El tema principal son los reinados de David y Salomón. Reyes se concentra tanto en el reino del sur como en el reino del norte, en tanto que Crónicas se circunscribe principalmente al reino sur de Judá. Dios había prometido a David que él siempre tendría un descendiente suyo en el trono y Crónicas sigue la línea davídica, mostrando la fidelidad de Dios en el cumplimiento de su promesa.

¿Por qué la repetición? La repetición de los sucesos en libros anteriores es importante para que las lecciones, buenas y malas, puedan ser enfatizadas y resaltadas. Además, una lectura cuidadosa de Crónicas agrega muchos detalles que se pierden en Reyes.

Lecciones que podemos aprender

La Biblia es el registro inspirado de la revelación de Dios al hombre. Contiene conocimiento esencial y crucial que el hombre necesita para vivir una vida plena y abundante y para entender el significado y propósito de la vida—por qué existe en primer lugar. Debemos leer la Biblia con un deseo genuino de aprender, y por encima de todo, practicar lo que Dios nos enseña. Santiago 1:22 afirma: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”.

¿Quiere en verdad cambiar su vida para agradar a Dios? Leemos en 2 Crónicas 15:2 “El Eterno estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará”.

Cada uno de nosotros debe tomar su propia decisión.

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