La muerte de Uza por haber tocado el arca, hace que algunas personas piensen que Dios es injusto y no tiene sentimientos. ¿Por qué murió Uza y que podemos aprender de este ejemplo?
Las circunstancias que llevaron a la muerte de Uza están registradas en 1 Crónicas 13:1-14. El rey David decidió traer el Arca del Pacto desde Quiriat-jearim hasta Jerusalén, una distancia de aproximadamente 16 kilómetros, y mandó a construir un carruaje nuevo para transportarla.
Durante el viaje a Jerusalén, los bueyes tropezaron. Uza, quien iba caminando al lado del carruaje, puso su mano para evitar que se cayera el arca.
“Y el furor del Eterno se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios” (1 Crónicas 13:10).
Al parecer fue una reacción automática por parte de Uza, pero ante los ojos de Dios las acciones de Uza fueron muy serias y cayó muerto en ese mismo instante.
¿Por qué Dios mató a Uza? ¿Fue una reacción demasiado dura y cruel por parte de Dios?
Desobediencia de las instrucciones de Dios
Este incidente es un ejemplo de cómo las personas hacen caso omiso de las instrucciones de Dios y hacen lo que ellos creen que deben hacer. Dios había dado instrucciones muy claras acerca de como debía transportarse el arca.
En Éxodo 25:14-15 y Deuteronomio 10:8 vemos que el arca había sido construida con unos anillos a los costados para que los levitas pudieran cargarla sobre sus hombros. En Números 7:9 dice que este grupo de levitas, los hijos de Coat, no usarían los carros con bueyes “porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario”. Y Dios fue muy claro cuando les advirtió a los levitas que cuando estuvieran cargando objetos sagrados ellos “no tocarán cosa santa, no sea que mueran” (Números 4:15, énfasis añadido). David y Uza olvidaron o hicieron caso omiso de estas instrucciones.
El recuento paralelo de 2 Samuel 6:6-7 dice que Uza “la sostuvo” y “Y el furor del Eterno se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios”.
Si Dios hubiera comprometido su santidad ignorando la falta de respeto y de cuidado por parte de Uza y David, la gente podría concluir, y con razón, que la santidad de Dios no era un asunto tan importante y empezarían a faltarle al respeto de diferentes maneras. Al demostrar la gravedad de lo que ocurrió, Dios trató de proteger al pueblo y evitar que volvieran a cometer un error de esa índole.
Dios esperaba que el pueblo tratara el arca con el mayor respeto posible. En otro incidente, Dios mató a miles de hombres de Bet-semes por haber profanado el arca (1 Samuel 6:19). Todo lo que Dios designa como "santo" debe ser venerado, estimado y honrado, incluyendo el sábado y las fiestas santas de Dios (Levítico 23).
David reconoce su error
Inicialmente David se enfureció por la muerte de Uza. El Comentario del Antiguo Testamento de Keil y Delitzsch explica: “el ardor de la ira de David no estaba dirigido contra Dios, sino que se refería a la calamidad que le había ocurrido a Uzá, o para ser exactos, a la causa de esta calamidad, que David se atribuyó a sí mismo o a su proyecto. Como no sólo había resuelto el traslado del arca, sino que también había planeado la forma en que debía ser llevada a Jerusalén, no podía atribuir la ocasión de la muerte de Uzá a ninguna otra causa que no fueran sus propios planes”.
Después de su confusión inicial, David se dio cuenta de que había actuado de una forma contraria a las claras instrucciones de Dios acerca de cómo transportar el arca.
Después de su confusión inicial, David se dio cuenta de que había actuado de una forma contraria a las claras instrucciones de Dios acerca de cómo transportar el arca.
En 1 Crónicas 15:2 leemos, “Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido el Eterno para que lleven el arca del Eterno, y le sirvan perpetuamente” (énfasis añadido).
En ese momento, David entendió que el arca debía ser transportada en los hombros de los levitas utilizando los anillos que tenía a los costados, así como Dios le había ordenado a Moisés que lo hiciera (1 Crónicas 15:15). Después, los sacerdotes y los levitas se santificaron para prepararse “para traer el arca del Eterno Dios de Israel” (v. 14).
Cuando siguieron cuidadosamente las instrucciones de Dios, pudieron traer el arca “con alegría” (v. 25) y completaron el viaje sin ningún tipo de percances. ¡Que diferencia con el primer intento!
Lecciones para nosotros
- Muchas escrituras nos muestran que Dios nos es severo, ni cruel ni vengativo. En lugar de eso, “Dios es amor” (1 Juan 4:8), y estuvo dispuesto a sacrificar a su propio hijo Jesucristo para que toda la humanidad tuviera la oportunidad de heredar la vida eterna en su Reino (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Dios siempre actúa por el bien de todos.
- Otro principio fundamental es que debemos actuar de acuerdo con la voluntad de Dios —hacer exactamente lo que Dios dice que hagamos. Cuando comenzamos a utilizar nuestro propio razonamiento o a subestimar las instrucciones de Dios, las consecuencias van a ser serias. Proverbios 3:5-7 dice: “Fíate del Eterno de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Eterno, y apártate del mal”.
- Aunque nuestras acciones estén bien intencionadas, el resultado puede ser muy serio si nuestras decisiones son contrarias a los mandamientos de Dios. “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).
- Tenga en cuenta estas reflexiones del Comentario Bíblico del Expositor: “La triste historia del intento fatal de Uza de estabilizar el arca de Dios es una lección dolorosa que recalca la necesidad de hacer lo correcto ante los ojos de Dios, no a los nuestros. La tendencia de hacer lo que parece bueno a nuestros ojos está en el corazón de la rebelión humana en contra de la autoridad de Dios (comentario de Génesis 3:6) De manera similar hoy en día, con demasiada frecuencia, la norma para determinar lo que es ‘bueno’ se basa en el punto de vista de nuestra propia opinión (lo que es correcto a nuestros ojos) en lugar de los principios bíblicos. Sin embargo, como muestra el incidente con Uza, lo que es correcto a nuestros ojos es irrelevante y a menudo desastroso” (Vol. 3, p. 103).
- Aunque Uza tuvo una muerte prematura debido a su error, Dios le va a dar la oportunidad de salvación más adelante: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros [incluyendo a Uza] oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28-29). La Biblia enseña que las personas que no han sido llamadas en este momento van a ser resucitadas y tendrán la oportunidad de salvación más adelante en un momento que Dios ha dispuesto. Lo invitamos a leer más acerca de este tema, en nuestro artículo “Resurrecciones: ¿qué son?”.
Para nuestro aprendizaje
El apóstol Pablo enseñó, “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Romanos 15:4). El incidente con Uza es un ejemplo, ya que aprendemos unas lecciones importantes a partir de su muerte. Dios tiene el derecho de quitar la vida, pero también tiene el poder y el ferviente deseo de darnos la vida eterna.
Dios sólo quiere el bien para todas las personas. Él está lleno de misericordia, de bondad, compasión y perdón —y tiene total y absoluto poder. Depende de cada uno de nosotros exaltar y adorar al Dios viviente. Asegurémonos de que nuestra vida diaria este regida por las leyes y los mandamientos que Dios ha establecido en su palabra para nuestro beneficio y no en nuestro propio razonamiento, valores y estándares.