Daniel es un libro fascinante en muchos aspectos. ¡Nos ayuda a entender las profecías desde un punto de vista más general, incluyendo acontecimientos que nos afectarán a todos en un futuro no muy lejano!
Daniel escribió uno de los libros más interesantes de la Biblia, especialmente desde el punto de vista profético. Los dos aspectos más importantes de este libro son los siguientes:
- El cumplimiento de las profecías de Daniel ayuda a probar que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios.
- Las profecías de Daniel proveen las llaves para descubrir los misterios del libro de Apocalipsis, y tener un entendimiento más amplio acerca de los eventos proféticos.
Aunque Daniel contiene muchas visiones y profecías, se le considera parte de la sección de los Escritos en la Biblia hebrea. Ya que la primera mitad del libro registra relatos históricos y lecciones de fe, encaja muy bien con los otros libros históricos de los Escritos: Esdras, Nehemías, y 1 y 2 de Crónicas.
¿Quién fue Daniel?
Daniel fue un brillante joven judío que vivió alrededor de 600 a.C. Durante ese tiempo, el rey Nabucodonosor reinaba en el Imperio Caldeo (con su capital en Babilonia). El ejército de Nabucodonosor invadió Judá y se llevó algunos de los judíos como prisioneros a Babilonia. Entre estos cautivos estaba Daniel y tres de sus amigos: Sadrac, Mesac y Abed-nego.
Lea más detalladamente acerca de la vida de Daniel en el artículo “El profeta Daniel”.
Resumen de Daniel
Aquí presentamos un posible resumen del libro de Daniel:
Capítulo 1: La cautividad de Daniel y su preparación.
Capítulo 2: Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor.
Capítulo 3: Los tres amigos de Daniel son protegidos del horno de fuego caliente.
Capítulo 4: La locura de Nabucodonosor y su recuperación.
Capítulo 5: El rey Belsasar y la escritura en la pared.
Capítulo 6: Daniel es protegido del foso de los leones.
Capítulo 7: La visión de las cuatro bestias y un cuerno pequeño.
Capítulo 8: La visión de un carnero y un macho cabrío.
Capítulo 9: La oración de Daniel y la profecía de las 70 semanas.
Capítulo 10: La última visión comienza.
Capítulo 11: El rey de norte versus el rey del sur.
Capítulo 12: Tiempos del fin.
El sueño de Nabucodonosor
Una noche Nabucodonosor tuvo un sueño que lo aterrorizó, pero sus hombres sabios no pudieron decirle de que se trataba el sueño ni tampoco su significado.
Posteriormente, Daniel fue traído ante el emperador. Daniel dijo: “Pero hay un Dios en los cielos el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor [a ti] lo que ha de acontecer en los postreros días” (Daniel 2:28).
Él procedió a explicar a Nabucodonosor que había visto una estatua gigante de un hombre con una cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre y muslos de bronce, piernas de hierro, y pies en parte de hierro y en parte de barro. Repentinamente apareció una piedra, hiriendo los pies de la estatua, y rompiendo la estatua en pequeños pedazos. Después de esto, la piedra llenó toda la tierra (vv. 34 -35).
“Tú eres aquella cabeza de oro” Daniel le dijo a Nabucodonosor (Daniel 2:38). “Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo” (vv. 39-40).
Este último imperio arrasará con todo lo que se le ponga en frente. Eventualmente este imperio se convertirá en una unión de diez reinos (los diez dedos de hierro y barro), los cuales existirán sólo por un corto período de tiempo.
En esa época, Jesucristo regresará a esta Tierra, arrasando completamente este gran imperio, y establecerá su Reino, el cual va a durar para siempre (v. 44). Ésta es la piedra que destruye la imagen en pequeños pedazos.
Aquí vemos que se trata de una profecía acerca de cuatro grandes imperios gentiles, comenzando con Nabucodonosor hasta la segunda venida de Jesucristo.
El reino descrito aquí con los diez dedos de los pies todavía tiene que ocurrir en nuestro futuro: una unión de diez reinos diferentes, los cuales, como veremos, le entregarán su poder a la “bestia” por un corto período de tiempo antes de derrumbarse, porque el hierro no puede unirse completamente con el barro. Según la profecía, este imperio se establecerá en Europa.
El libro de Daniel provee claves para entender el libro de Apocalipsis, y estos dos libros juntos nos ayudan a entender los eventos que pronto se cumplirán en nuestro futuro.
Si estudiamos la historia cuidadosamente, vemos que la mayoría de la profecía de Daniel ya se ha cumplido en todos sus detalles. ¿Cómo es posible que Daniel supiera, alrededor del año 600 a.C., que estos cuatro grandes reinos que dominarían la “cuna de la civilización” aparecerían y se desarrollarían en el futuro? ¿Cómo es posible, a menos que su profecía fuera inspirada por Dios? ¡Ciertamente, sabemos que toda la Biblia es inspirada por Dios!
Daniel, Apocalipsis y la bestia
El libro de Daniel provee claves para entender el libro de Apocalipsis, y estos dos libros juntos nos ayudan a entender los eventos que pronto se cumplirán en nuestro futuro.
Daniel 7 y Apocalipsis 13 y 17 hablan de una “bestia” extraña y salvaje que dominará al mundo entero. Estas profecías acerca de la bestia que aparecerá durante el tiempo del fin, predicen acontecimientos que todavía no han ocurrido, y que sacudirán al mundo entero.
El libro de Apocalipsis es el libro de la Biblia que pareciera desconcertar a la mayoría de las personas. Apocalipsis 13:1-2 describe una extraña y horrible bestia que saldrá del mar, y que tiene siete cabezas y diez cuernos, con diez coronas sobre sus cuernos. Esta bestia se parecía a un leopardo, con pies como de un oso, y una boca como boca de león. ¡Como veremos más adelante, esta bestia hace referencia al Imperio Romano!
En Daniel 7, Daniel también describe bestias extrañas —cuatro de ellas— que vio en un sueño:
- La primera bestia era cómo un león, con alas de águila.
- La segunda era cómo un oso, que se levantaba de un lado. Tenía tres costillas en sus dientes, lo que sugiere que “devora mucha carne”, es decir, mata a muchas personas.
- La tercera era cómo un leopardo, con cuatro alas como de un pájaro y cuatro cabezas, y “le fue dado dominio”. ¡Las alas indican que el leopardo era muy rápido —dominaba sobre muchas naciones y las conquistaba rápidamente!
- La cuarta era una bestia tan espantosa y terrible que era muy difícil de describir. ¡Era mucho peor que las otras tres bestias! ¡Era más fuerte, tenía dientes enormes que devoraban todo! En su cabeza tenía diez cuernos.
Como el leopardo tenía cuatro cabezas, todas estas bestias juntas tenían siete cabezas en total —tal como el conjunto de la bestia en Apocalipsis 13.
En Daniel 7 la Biblia interpreta sus propios símbolos: “Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes [reinos] que se levantarán en la tierra…. La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente a todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará” (Daniel 7:17, 23, énfasis añadido).
¡Esta profecía, y el sueño de Nabucodonosor, predijeron cuatro grandes reinos, tres de los cuales todavía no habían aparecido en escena!
La historia nos revela que el Imperio Caldeo reinó desde aproximadamente 625-539 a.C. Exactamente como Daniel lo había predicho, el Imperio Medo-Persa lo conquistó después en 538 a.C. Este duró hasta 330 a.C. cuando fue derrotado por el Imperio Greco-Macedonio dirigido por Alejandro Magno. Este imperio conquistó todo el Imperio Persa en sólo tres años (333-330 a.C.), con rapidez, astucia, y cautela tal como un leopardo.
Inmediatamente después, Alejandro murió y su imperio fue dividido entre sus cuatro generales (las cuatro cabezas de la tercera bestia).
Finalmente el cuarto reino, el creciente Imperio Romano (31 a.C. a 476 d.C.), absorbió estas cuatro divisiones una tras otra. ¡El Imperio Romano ha sido la máquina de guerra más grande que el mundo haya visto! Como lo predijo Daniel, fue increíblemente fuerte, astuto y cruel, y destruía todo lo que se le cruzaba en el camino.
¡Apocalipsis 13:3 describe cómo una cabeza de la bestia sería golpeada y herida mortalmente —pero aun así no moriría, porque la herida sería sanada! La historia confirma que eventualmente el Imperio Romano cayó en el año 476 a.C. (la herida mortal), luego volvió a vivir (la herida sanada) levantándose posteriormente como el Sacro Imperio Romano.
Ahora veamos Daniel 7:21-22: “Y veía yo que este cuerno [el cuerno pequeño representa un poder blasfemo y opresor; vv. 24-25] hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino”.
Estos pasajes describen la persecución y tortura que los verdaderos cristianos tendrán que enfrentar. Pero después de eso, Daniel predijo que los santos de Dios reinarán sobre toda la tierra en el Reino de Dios junto con Cristo (Daniel 7:27).
Gracias a las palabras inspiradas de Dios registradas en el libro de Daniel, el significado de Apocalipsis cobra vida. Lea más acerca del poder de la bestia en el tiempo del fin en los artículos “La marca de la bestia” y “666: el número de la bestia”.
Hay muchas otras profecías fascinantes en el libro de Daniel. Aquí hay algunas de ellas:
Profecía de las “70 semanas”
En Daniel 9 podemos ver la profecía de que el Salvador aparecerá después de 483 años, y que el final del pecado ocurrirá después de 490 años (usando el principio bíblico de un año por un día —70 semanas serían 490 días). Esta profecía se explica en detalle en el artículo “Las 70 semanas de Daniel: ¿qué significa la profecía?”.
El rey del sur y el rey del norte
En Daniel 11, Dios profetizó la historia de Europa y el Medio Oriente, justo hasta el final del tiempo.
Esta detallada profecía describe los conflictos entre el “rey del norte” y el “rey del sur”. Primeramente, el rey del norte representaba la división del imperio de Alejandro Magno, ubicado al norte de Palestina, el Imperio Seléucida. El rey del sur representaba la división de su imperio situado al sur, el Imperio Ptolemaico.
Estos dos reyes estuvieron en guerra entre sí, en repetidas ocasiones , y las predicciones detalladas de Daniel ocurrieron exactamente como él lo había predicho. Después que el Imperio Seléucida fue arrasado por Roma, creemos que Roma se convirtió en el “rey del norte” en la profecía. Luego hay una brecha de tiempo, la cual dura hasta el tiempo del fin.
“Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad… y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán” (Daniel 11:40-41).
El versículo 41 es una clara referencia a la invasión de Israel por una potencia europea al final de los tiempos.
La abominación desoladora
Daniel también profetizó acerca de la abominación desoladora. Jesucristo reforzó la importancia de esta profecía en Mateo 24:15: “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)”.
Después de esto, “habrá entonces gran tribulación” (Mateo 24:21; compare Daniel 12:1), y el templo será profanado, y se quitará el sacrificio diario del templo. Esta profecía se refiere al tiempo de la segunda venida de Jesucristo.
Lea más en el artículo “La abominación desoladora”.
Sellado hasta el tiempo del fin
El ángel Gabriel dijo a Daniel: “Cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará” (Daniel 12:4).
¡Ésta es una referencia a nuestro tiempo presente! Las comunicaciones y los viajes se han intensificado dramáticamente!
Dios ha revelado este conocimiento espiritual que permite a su pueblo comprender muchas de estas profecías que fueron selladas incluso a Daniel.
El libro de Daniel predice el regreso de Jesucristo y el establecimiento del Reino de Dios. Esto está por pasar en nuestro futuro inmediato. ¿Cuándo ocurrirá esto? Nadie lo sabe, sino Dios. “Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).
¿Qué debemos hacer?
¡Estas profecías son reales! ¡Los eventos que se describen aquí van a suceder! Aunque nadie puede predecir exactamente cuándo, las profecías de Daniel y las otras profecías de la Biblia indican que van a suceder en un futuro no muy lejano. Por lo tanto, todos necesitamos prepararnos para tales eventos.
Jesucristo nos dice en Marcos 1:15 “Arrepentíos, y creed en el evangelio”.
En Hechos 2:38 Pedro le dijo a la multitud lo que debían hacer: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
Para más información acerca de Daniel, lea el artículo “El profeta Daniel”, y los artículos en la sección “Para entender el libro de Daniel”.