Bautizados en un cuerpo
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
El apóstol Pablo comparó la Iglesia de Dios con un cuerpo humano, con cada parte conectada intrincadamente a las otras. Es por medio del don del Espíritu Santo, que se recibe después del bautismo, que los miembros de la Iglesia de Dios son puestos dentro de ese Cuerpo.
Pablo les dice a los miembros en Corinto que nuestras circunstancias humanas no deben afectar la unidad que Dios quiere que tengamos. Mientras que los judíos y griegos eran separados por las normas de la sociedad a su alrededor y la separación entre los esclavos y la gente libre era grande, el Espíritu de Dios actúa como un puente entre todas estas brechas.
Si usted desea más información acerca de la unidad y la Iglesia, vea nuestros artículos titulados “Convivencia cristiana”, “Principios para la convivencia cristiana” y “Manifestaciones de la unidad”.