Versiculos Para Meditar

Confesaré mis transgresiones al Eterno

Salmos 32:5   

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Eterno; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

En el Salmo 32, David muestra la diferencia que hay entre la agonía de la iniquidad (vv. 4-5) y el gozo del perdón. Cuando finalmente dejó de tratar de encubrir su adulterio con Betsabé y la muerte de Urías, abrió su corazón delante de Dios en arrepentimiento.

Aunque Jesucristo no había venido todavía a morir por nuestros pecados, Dios considera las cosas que van a suceder como si ya hubieran sucedido (Romanos 4:17). De esta manera perdonó los pecados que David cometió cubriéndolos con la sangre de Cristo, de la misma manera que Él quiere perdonarnos hoy a nosotros.

Para más información acerca de este tema, lo invitamos a ver nuestras secciones “Arrepentimiento” y “El perdón”.