Dalo a los pobres
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Un joven rico se acercó a Jesús y le preguntó: “¿qué bien haré para tener la vida eterna?” (Mateo 19:16).
En una publicación anterior de nuestro blog, Versículos para Meditar, acerca de Mateo 19:17-19, explicamos la respuesta inicial de Cristo: “guarda los mandamientos”. Claramente estaba hablando acerca de los Diez Mandamientos y especialmente el gran mandamiento “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (vv. 17-19).
Pero el joven estaba convencido de que había guardado todos estos mandamientos desde su juventud. Entonces le preguntó, “¿Qué más me falta?” (v. 20).
Jesús no recriminó al joven ni lo llamó mentiroso, por el contrario (Marcos 10:21) con amor le mostró una perspectiva mucho más profunda que él no había alcanzado. El espíritu de amar a nuestro prójimo incluye hacer sacrificios para dar a los que están en necesidad.
¿Quiere decir esto que Jesús estaba haciendo un llamado a todas las personas para que vendieran todas sus posesiones y lo entregaran todo? No, porque en otras partes de la Biblia vemos que debemos cuidar de nuestras familias, prepararnos para el futuro y manejar con sabiduría el dinero que se nos da. En este caso, cuando el joven le preguntó que más podía hacer, Cristo sabía lo que ese joven necesitaba. Para seguir a Cristo completamente, él tenía que dejar a un lado su amor y confianza en las riquezas.
El joven “se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (v. 22). Cristo continuó con la enseñanza a sus discípulos diciéndoles que, aunque es muy difícil que un rico entre en el Reino, “para Dios todo es posible” (vv. 23 y 26).
Si desea lecturas relacionadas con el tema, lo invitamos a leer nuestros artículos “El gran mandamiento” y “Buscad primero el Reino de Dios”.
