El que ara alcanzará al segador
He aquí vienen días, dice el Eterno, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho el Eterno Dios tuyo.
Después de todos los desastres y tiempos de tribulación que describió Amós, Dios lo inspiró para que terminara con esta profecía de restauración y prosperidad. Cuando Jesucristo regrese, se va a sentar en el trono que ocupan los descendientes del rey David y va a reconstruir a las naciones de Israel y les va a conceder abundancia a los pueblos.
Cuando Jesucristo esté gobernando, las personas van a aprender y a seguir las leyes de Dios. Bendiciones como las que se describen en Amós 9 vienen como consecuencia de la obediencia a Dios, como él mismo lo explica en Deuteronomio 28:1-14. La otra parte de Deuteronomio 28 describe las terribles maldiciones que vienen por quebrantar las leyes de Dios.
Para más información acerca del maravilloso gobierno y bendiciones que va a traer el Reino de Dios, lo invitamos a ver nuestra sección “Reino de Dios”.
