El que guarda la corrección
Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra.
A nadie le gusta que lo corrijan. Duele saber que nos hemos equivocado y duele aun más si sentimos que hemos sido juzgados hipócrita, dura o injustamente. Ninguna de las personas que nos corrige es perfecta, eso está claro. Pero Dios nos dice que es peligroso ignorar o incluso despreciar todas las correcciones que nos hacen. Si nunca aceptamos una corrección, no vamos a reconocer los pasos que podemos seguir para evitar problemas, como la pobreza y la vergüenza.
El sabio rey Salomón compara esta actitud con la persona que es lo suficientemente humilde para escuchar una corrección y saber si es válida. Se necesita humildad para aceptar una corrección y cambiar. Pero el resultado final de esta decisión humilde es recibir honor. Los cambios positivos valdrán la pena, incluso si la corrección no fue hecha en los mejores términos. Para aprender más acerca del tema, lo invitamos a leer nuestro artículo “Cómo manejar de las críticas”.
La corrección más importante que podemos recibir proviene de Dios. Aprenda más acerca de como descubrir y aplicar la corrección de Dios, en nuestro artículo “Cómo estudiar la Biblia”.
