Enseñándonos que vivamos en este siglo justamente
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
El perdón misericordioso de Dios, hecho posible mediante el sacrificio de Cristo en su primera venida (v. 14), nos enseña lo que debemos hacer mientras esperamos la segunda venida de Cristo. Debemos evitar las tentaciones de este mundo, eligiendo en su lugar vivir y pensar de la manera en que Dios piensa. Él nos enseña cómo pensar y actuar dándonos sus leyes para nuestro beneficio.
Cuando Jesucristo regrese, lo hará con poder y gloria. Esto se describe en los artículos de nuestra sección acerca del “Reino de Dios”.
