Versiculos Para Meditar

Inclina a mí tu oído

Salmos 31:2  

Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.

Dios, el gran Creador del universo, vive muy por encima de este reino terrenal. Sin embargo, Él está dispuesto no sólo a escuchar nuestras oraciones, sino a inclinarse para escucharnos de cerca y salvarnos rápidamente del peligro.

David describe otra vez a Dios como una roca de refugio y una fortaleza, como lo hace en muchos otros salmos (por ejemplo, el 18:2 y el 91:1-3). Este simbolismo tenía un significado muy especial para David, ya que pasó años huyendo, escondiéndose en zonas montañosas que le daban cierta protección. David sabía que la verdadera fuente de su protección era Dios.

Para más información acerca de la oración, vea nuestra sección “Oración, ayuno y meditación”. Vea especialmente nuestros artículos “Cinco claves para que nuestras oraciones sean respondidas” y “La oración de fe”.