La unidad del Espíritu
Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Humildad, paciencia y seguir la Regla de Oro (Mateo 7:12), todo ello nos ayuda a edificar relaciones más fuertes con otros. En la Iglesia, el Espíritu de Dios establece un vínculo que puede ayudarnos a unirnos más como una familia pacífica y armoniosa.
No obstante, si eso suena fácil, considere usted el griego original. La palabra que Pablo usó para “solícitos” implica “trabajar intensamente” (Adam Clarke) o “ser celosamente diligente” (Jamieson, Fausset y Brown). La unidad al estilo de Dios implica un trabajo duro, pero ésta es una labor con una recompensa grande y eterna.
Si usted desea saber más acerca de esto, vea nuestro artículo “Convivencia cristiana”.
