Mis pensamientos no son vuestros pensamientos
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Eterno. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Los humanos tendemos a hacer a Dios a nuestra propia imagen. Si reaccionamos de cierta manera, asumimos que Dios pensaría y actuaría de manera similar. Pero aquí Dios nos recuerda que existe y piensa a un nivel muy diferente. El razonamiento humano no puede comprender el proceso de pensamiento de Dios.
Como explicó el apóstol Pablo, las cosas de Dios “se han de discernir espiritualmente” a través del don del Espíritu Santo de Dios (1 Corintios 2:14). Para más información acerca de cómo podemos aprender a pensar como Dios, lo invitamos a ver el artículo “Cristo en nosotros: ¿cómo vive Él en usted?”
