El calendario está lleno de santos, algunos hasta reconocidos por personas seculares, como San Valentín y San Patricio. Los nombres de los santos cubren el mapa en muchas áreas del mundo. Este año la Madre Teresa ha estado en las noticias, y está programada para que el 4 de septiembre, 19 años después de muerta, sea proclamada santa por la Iglesia Católica.
Pero, ¿qué es exactamente un santo? ¿Quién tiene el derecho de definirlo, y cuántos santos hay, al fin y al cabo?
Ideas populares
La Iglesia Católica reconoce más de 10.000 santos y beatos (aquellos que han sido beatificados, un paso inmediatamente antes de la santidad, según la enseñanza católica).
Los requisitos para ser nombrado santo son bastantes estrictos. Según el sitio Catholic Online (católico en línea), el proceso para canonizar santos en la Iglesia Católica generalmente requiere la evidencia de dos milagros que hayan sido realizados después de la muerte del santo. “Ya que los milagros se consideran una prueba de que la persona está en el cielo y puede interceder por nosotros, el milagro debe ocurrir después de la muerte del candidato y como resultado de una petición específica a éste.”
Estos requisitos no están consignados en la Biblia. De hecho, para muchos es una sorpresa enterarse de que Dios dice que los santos no han ascendido al cielo y serán realmente resucitados de la muerte al regreso de Jesucristo (Juan 3:13; 1 Tesalonicenses 4:14-16). Lea más acerca de esto en nuestro artículo: “¿Qué es el cielo?”.
Los católicos no son los únicos que tienen santos. Otras religiones tienen definiciones diferentes y reconocen diferentes santos.
¿Pero qué hay con respecto a la Biblia? ¿Qué dice con respecto a los santos?
La definición bíblica de santo
En el Nuevo Testamento, santo es la traducción de la palabra griega hagios, que básicamente significa santo o apartado. La Biblia utiliza la palabra santo para referirse a todos los cristianos verdaderos —vivos o muertos, que hacen o que no hacen milagros.
Veamos cómo explica el The Complete Word Study Dictionary [Diccionario completo de estudio de palabras], la palabra hagios. Se traduce como “santo, apartado, santificado, consagrado” y en parte significa “moralmente puro, justo, sin mancha en el corazón y la vida, virtuoso, santo”. Cuando es traducida como santo, “se habla de aquellos que son purificados y santificados por la influencia del Espíritu. Esto es asumido por aquellos que profesan ser cristianos” (editado por Spiros Zodhiates, 1992).
En la Biblia, todos los cristianos son llamados santos. Veamos algunos pocos ejemplos acerca de cómo se utiliza en la Biblia la palabra santos:
· “Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén” (Hechos 9:13 énfasis añadido).
· “Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida” (Hechos 9:32).
· “A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos” (Romanos 1:7).
· “Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Romanos 8:27).
· “…a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso” (Efesios 1:1).
El New Bible Dictionary [Nuevo Diccionario de la Biblia] confirma el uso en el Nuevo Testamento y explica cuándo este concepto comenzó a cambiar. “En el Nuevo Testamento la designación apostólica para los cristianos es santos (hagioi) y continuó siendo usada como una designación general por lo menos hasta la época de Irineo y Tertuliano, aunque después se degeneró en el uso eclesiástico y se convirtió en un título honorífico” (pp. 487-488).
¿Orgullosos de “no soy un santo”?
Cuando usted entiende que Dios llama santos a todos los cristianos, es interesante darse cuenta de que hay tantas personas que parecen estar satisfechas o aun orgullosas de no ser santas.
· Se dice que Elvis Presley le dijo a un reportero: “No creo ser santo, pero he tratado de no hacer nada que hiera a mi familia u ofenda a Dios”.
· La actriz Catherine Zeta-Jones dijo: “No me niego la comida. No soy santa”.
· El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi restó importancia a un escándalo sexual, diciendo: “No soy un santo, pero ustedes lo saben”.
· El escritor Georgette Heyer dijo: “Dios sabe que no soy un santo, pero no creo que sea más pecador que cualquier otro hombre”.
Muchas citas semejantes a éstas probablemente están motivadas por un deseo de evitar la hipocresía —y la idea generalmente aceptada de que la santidad es rara, un tanto extraña y que definitivamente no se le exige a todos.
Si usted no es un santo, ¿qué es?
Como hemos visto, según la Biblia, si usted no es santo, ¡no es un cristiano tampoco!
¿Cómo se convierte en santo?
No se requieren milagros ni reconocimiento humano. Dios es aquél que nombra a los santos.
Usted se convierte en un santo de la misma forma en que se convierte en cristiano. El apóstol Pedro resume el proceso en Hechos 2:38: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
El proceso de conversión es explicado con más detalles en nuestro folleto gratuito ¡Cambie su vida!
¿Qué debería hacer un santo?
Los cristianos son llamados para continuar cambiando a lo largo de toda su vida —para parecerse más y más a Jesucristo. Al llamarlos santos —pueblo santo— los enfoca en la meta de llegar a ser santos, como Dios lo es (1 Pedro 1:16).
Es Dios quien hace las cosas santas. Su presencia, su llamamiento, su forma de vida hacen que los cristianos sean separados del mundo. Él quiere que luchemos por la perfección moral que Él tiene.
El pueblo de Dios siempre ha sido llamado a marcar una diferencia entre lo santo y lo profano.
¿Qué es santo?
· La ley de Dios. Romanos 7:12 dice: “La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Explore cómo Dios quiere que apliquemos su ley hoy en nuestro folleto gratuito Los Diez Mandamientos: todavía importan.
· El sábado de Dios. Éxodo 20:8 dice: “Acuérdate del día sábado para santificarlo”. Aprenda más acerca de la razón por la cual Dios apartó el sábado y por qué Él quiere que lo santifiquemos en nuestro folleto gratuito: El sábado: un regalo de Dios que hemos descuidado.
· Las fiestas santas de Dios. Levítico 23:4: “Estas son las fiestas solemnes del Eterno, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos”. Estudie el significado de las siete fiestas y los días santos en nuestro folleto gratuito: Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.
· La Iglesia de Dios. Efesios 5:27 dice: “A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”. Nuestro artículo: “La Iglesia: ¿qué es en realidad?”, le ayudará a profundizar más acerca de este grupo esencial de personas establecido por Dios.
· La Biblia de Dios. El apóstol Pablo escribió en 2 Timoteo 3:15: “que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. Si desea ahondar en este libro tan importante, vea los artículos de Vida, Esperanza y Verdad, en la sección “La Santa Biblia”.
· El llamamiento de Dios. Pablo también escribió en 2 Timoteo 1:9 que Dios “nos salvó y llamó con llamamiento santo”. Lea más acerca de la invitación que Dios nos ha hecho para convertirnos en santos en nuestro artículo: “Dios llama”.
¿Y qué es profano y debe ser evitado?
· El pecado. El apóstol Juan escribió: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley… El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio” (1 Juan 3:4, 8). Aprenda más al respecto en nuestro artículo “¿Qué es el pecado?”.
· La sociedad (el mundo). Juan también escribió: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama el mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15-16).
La distinción entre lo santo y lo profano es también descrita en otros términos en la Biblia, tales como justo e impío.
El futuro de los santos
Cuando Jesucristo regrese a la Tierra, los santos que estén vivos serán tomados para encontrarse con Él a medida que descienda, y aquellos que hayan muertos serán resucitados (1 Tesalonicenses 4:16-17; 1 Corintios 15:52). Los santos le ayudarán a Jesucristo a reinar sobre la Tierra (Apocalipsis 20:4). La Biblia llama pacífico y próspero a su reino, el Reino de Dios. Luego, “recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre” (Daniel 7:18).
Al final, “la santidad de Dios va a limpiar el universo y creará cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia (2 Pedro 3:13)” (New Bible Dictionary [Nuevo diccionario bíblico], p. 488).
Dios ama a sus santos —y planea agregar a muchos más de éstos. De hecho, Él “no [quiere] que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9, énfasis añadido). ¿Lo está llamando a usted para que sea uno de sus santos ahora? Usted puede profundizar en este tema en nuestro artículo: “Llamados y escogidos”.