Los geólogos utilizan métodos de datación radiométrica para determinar la edad de los estratos y fósiles. ¿Son siempre precisos? ¿Afecta a la datación un sesgo evolutivo?
Cuando se descubre un nuevo fósil, los geólogos le asignan una fecha para cuando ellos creen que la planta o el animal vivió. Normalmente utilizan métodos de datación radiométrica para fechar el fósil y muchos promueven estos métodos como precisos. Sin embargo, cuando se examinan los documentos técnicos de estos descubrimientos, se observa que estas fechas son a menudo cuestionables y en ocasiones están claramente erradas.
¿Qué son los métodos de datación radiométrica?
Hoy en día se utilizan varios tipos de métodos de datación radiométrica. Uno de los más conocidos es el carbono 14 (C-14). Cuando una planta o un animal muere, el carbono que contiene tiene una pequeña cantidad de radiactividad. El C-14 se produce cuando las partículas de alta energía procedentes de la radiación solar golpean la atmósfera terrestre y hacen el elemento inestable llamado C-14. A medida que va pasando el tiempo, este C-14 cambia lentamente de nuevo a átomos estables.
Britannica.com explica: “La datación por carbono 14, también llamada datación por radiocarbono, [es] un método de determinación de la edad que depende de la descomposición en nitrógeno del radiocarbono (carbono 14). El carbono-14 se forma continuamente en la naturaleza mediante la interacción de los neutrones con el nitrógeno-14 en la atmósfera de la Tierra; los neutrones necesarios para esta reacción son producidos por los rayos cósmicos que interactúan con la atmósfera.
“El radiocarbono... lo absorben del aire las plantas verdes y luego lo transmiten a los animales a través de la cadena alimenticia. El radiocarbono se descompone lentamente en un organismo vivo, y la cantidad perdida se repone continuamente mientras el organismo toma aire o ingiere alimentos. Una vez que el organismo muere, sin embargo, deja de absorber carbono-14, de modo que la cantidad de radiocarbono en sus tejidos disminuye de manera constante. El carbono 14 tiene una vida media de 5.730 ± 40 años, es decir, la mitad de la cantidad de radioisótopo presente en un momento dado sufrirá una desintegración espontánea durante los siguientes 5.730 años. Debido a que el carbono-14 se descompone a esta velocidad constante, se puede hacer una estimación de la fecha en que murió un organismo midiendo la cantidad de su radiocarbono residual. …
“Ha demostrado ser una técnica versátil para fechar fósiles y especímenes arqueológicos de 500 a 50.000 años de antigüedad.”
También hay otros métodos de datación radiométrica que se utilizan para datar estratos y fósiles. Uno de los más comunes es el método de datación potasio-argón. Se utiliza para fechar la roca volcánica en el momento en que el volcán hizo en erupción. Si esta roca está encima de un fósil, ese fósil puede ser fechado como “más antiguo” que la roca volcánica de arriba.
El artículo de la Enciclopedia encarta premium 2006 acerca de “Arqueología” explica:
“La datación potasio-argón proporciona fechas aproximadas para los sitios de principios de la prehistoria. Los geólogos utilizan este método para datar rocas volcánicas que pueden tener entre 4.000 y 5.000 millones de años de antigüedad. El potasio es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre. Muchos minerales contienen isótopos radiactivos K-40 (potasio 40), que se descomponen a una velocidad conocida en gas Ar-40 (argón 40). Los científicos utilizan un dispositivo llamado espectrómetro para medir la acumulación de Ar-40 con relación a las cantidades de K-40. La proporción de estos elementos puede indicar la edad de una capa geológica, generalmente desde la última vez que sufrió una metamorfosis, como el derretimiento bajo el calor de la lava fundida de una erupción volcánica. Así, las capas geológicas ricas en depósitos volcánicos se prestan para la datación por potasio y argón”.
A veces los métodos de datación radiométrica dan resultados totalmente errados. Un ejemplo de esto es el fósil KNM-ER 1470 encontrado en Kenia por Bernard Ngeneo, un trabajador de campo del famoso paleo-antropólogo Richard Leakey. Cuando la muestra original de la toba volcánica fue entregada al laboratorio, la fecha del potasio-argón era de unos 230 millones de años. Esta fecha significaba que los hombres vivieron durante la época de los dinosaurios y alteraría la escala de tiempo evolutiva. Así que se enviaron nuevas muestras y finalmente se aceptó una fecha de 2,4 millones de años (Nature 226 [Naturaleza 226], 18 de abril de 1970, pp. 226-228).
Ya que la teoría evolutiva generalmente se asume como verdadera, es de esperar que las fechas que no encajan en la escala de tiempo evolutiva sean reexaminadas o descartadas. Pero, ¿conduce esta suposición a un pensamiento circular y a conclusiones erróneas?
Ya que la teoría evolutiva generalmente se asume como verdadera, es de esperar que las fechas que no encajan en la escala de tiempo evolutiva sean reexaminadas o descartadas. Pero, ¿conduce esta suposición a un pensamiento circular y a conclusiones erróneas?
Suposiciones de estos métodos
Para calibrar estas fechas, los geólogos deben usar ciertas hipótesis:
- Se conoce la cantidad del elemento radiactivo en el momento de su origen.
- La tasa de descomposición del elemento radiactivo es la misma a lo largo del tiempo.
- No hubo contaminación o pérdida del elemento radioactivo o de los productos de desintegración radioactiva desde que se formaron en la muestra.
Pueden surgir problemas cuando se utilizan estas suposiciones. La Biblia muestra que antes del Diluvio en Génesis 7, las condiciones eran diferentes en la Tierra. Adán vivió 930 años. Claramente algo era diferente durante ese período de tiempo. Tal vez hubo diferencias atmosféricas que podrían haber afectado la cantidad de material radioactivo que se producía en ese momento.
Los científicos tienen que suponer que la producción de C-14 ha sido una constante para calibrar sus métodos de datación. Sin embargo, se sabe que la cantidad de C-14 en la atmósfera ha cambiado con el tiempo, y la cantidad de C-14 en la atmósfera varía. Los ensayos de bombas nucleares de los años 50, por ejemplo, cambiaron la cantidad de carbono radiactivo en la atmósfera.
Otro problema con los métodos de datación radiométrica es la suposición acerca de la cantidad del elemento radiactivo original. ¿Cómo sabemos exactamente cuánto potasio había originalmente en la roca volcánica? Como veremos, este método puede dar claramente fechas erróneas para los estratos.
Incluso el método utilizado para fechar una muestra puede llevar a cambios dramáticos en las fechas de un artículo. La revista National Geographic explicó que un método de datación diferente para el C-14 indicaba que la civilización maya más antigua no era tan antigua como mostraban los datos anteriores. El artículo dice: “Los restos de una mujer encontrados debajo de una plataforma en capas llamada Cuello, en el norte de Belice, se creía que tenían más de 4.000 años de antigüedad.... Como resultado de los nuevos métodos de datación, cerca de mil años han sido recortados de la cronología” (“El maya más viejo conocido: no tan viejo”, 8 de noviembre de 1990).
¡Mil años es un error muy grande!
Los métodos de datación radiométrica se conocen como datación “absoluta”, pero eso no significa que las fechas a las que llegan sean necesariamente ciertas. Los científicos utilizan el término absoluto para hacer una distinción de los métodos de datación relativa. Cuando el fósil A se encuentra en estratos rocosos debajo de una capa rocosa que contiene el fósil B, el fósil A puede ser fechado generalmente como más antiguo, con relación al fósil B. Esto es una datación relativa. Pero la datación relativa no da como resultado la edad real; eso es lo que la datación absoluta intenta hacer.
“La datación absoluta complementa la relativa al proporcionar una edad cronológica específica (no necesariamente precisa) para un espécimen dado” (Glen Kuban, Introduction to Fossil Collecting [Introducción a la Recolección de Fosiles], énfasis añadido).
Sin embargo, muchos suponen que estos métodos de datación son absolutos en términos de certeza. Esto es engañoso, ya que las fechas determinadas por los métodos de datación radiométrica no siempre son absolutas.
Condiciones del medio ambiente
Pueden producirse fechas erróneas cuando el medio ambiente ha afectado a la muestra. Por ejemplo, las fechas de C-14 de los moluscos vivos que se encuentran en los ríos pueden dar fechas anómalas.
En un artículo publicado en Science, M.L. Keith y G.M. Anderson discutieron los resultados de sus estudios del Río Meramec en Missouri (“Radiocarbon Dating: Fictitious Results With Mollusk Shells” [Datación por radiocarbono: resultados ficticios con conchas de moluscos], Vol. 141, p. 634). Encontraron que los moluscos vivos de agua dulce arrojan fechas anómalas de hasta 3.000 años de antigüedad. Esto es causado por la absorción de C-14 de restos de plantas antiguas en el humus.
Aquí encontramos que el medio ambiente puede afectar seriamente la cantidad de C-14 que se encuentra en los seres vivos.
“Radiocarbon: Ages in Error” [Radiocarbono: edades equivocadas], un artículo de Robert E. Lee en el Anthropological Journal of Canada, dice que los artefactos encontrados en el área de un volcán pueden dar edades erróneas de hasta 4.000 años. “El carbono más viejo puede ser movido hacia arriba por la circulación del agua subterránea, para impregnar una muestra joven, diluyendo así el carbono-14 en la muestra, lo que proporciona una fecha que es demasiado antigua, una fecha que es falsa” (Vol. 19, p. 14).
Datación por medio de los anillos del árbol
Algunos científicos han usado los anillos de los árboles para intentar probar que la datación con C-14 es precisa para fechar objetos de hace miles de años. Sin embargo, también hay problemas con este método.
Los anillos de los árboles son causados por los cambios en las tasas de crecimiento durante un año calendario. En su artículo “Past Climate Reconstructed From Tree Rings” [Clima del pasado reconstruido a partir de anillos de árboles], Harold Fritts, G. Robert Lofgren y Geoffrey Gordon explicaron: “En años particularmente desfavorables, los anillos son estrechos y en algunos árboles no se llega a formar ningún anillo. En otras estaciones, un período inusual de sequía durante la temporada de crecimiento puede hacer que algunos árboles produzcan más de un anillo para ese año” (Climate and History: Studies in Interdisciplinary History [El clima y la historia: estudios en historia interdisciplinar], p. 195).
Frederic Jueneman discutió este problema en un artículo en Industrial Research (agosto de 1972, p. 13). Hablando de los problemas de las fechas de C-14, escribió: “Se encontraron extrañas anomalías en la datación de los anillos de los árboles, que empeoraron progresivamente antes del año 1500 [1500 a.C.]. Hubo muchos más años de anillos en los árboles de los que la datación por radiocarbono daba crédito”. Explicó que más tarde se hicieron ajustes artificiales al método de datación C-14 que hicieron que parecieran ser exactos.
La respuesta simple al problema es que se puede formar más de un anillo cuando hay sequía.
Problemas de datación en Egipto
David Rohl explicó en su libro, Faraones y reyes, que la datación C-14 no siempre es exacta: “Por lo general no se aprecia, pero varios historiadores de persuasión convencional están igualmente preocupados por los datos de radiocarbono aplicados a las muestras arqueológicas.... A menudo recurren a medidas extremas para tratar con los conflictos que surgen por la datación” (p. 384).
El libro continúa explicando que la datación de los anillos del árbol podrían ser parte del problema. También hay una tasa de rechazo del 45 por ciento cuando se toman las fechas C-14 de varias muestras. ¿Cómo sabe qué fechas son correctas? Los científicos tienen sesgos, como todo el mundo. Van a rechazar las fechas que no estén de acuerdo con sus propias ideas acerca de la historia y la cronología egipcia. El artículo contiene un gráfico que muestra cómo las fechas de los reyes egipcios están a cientos de años de distancia durante el primer y segundo milenio a.C. cuando se comparan con las fechas históricas convencionales.
Rohl escribió: “El arqueólogo israelí A Mazar se niega a usar el C-14 para los restos arqueológicos palestinos del cuarto y tercer milenio a.C.” (p. 385). Rohl mostró que la dendrocronología (datación por anillos de árbol) está errada (p. 388).
La lava hawaiana fluye
The Journal of Geophysical Research [El periódico de investigación geofísica] publicó un artículo de Juan Funkhouser y John Naughton acerca de las fechas erróneas dadas para el volcán Hualalai en Hawái. Se sabe que la fecha de la erupción es alrededor de 1800-1801. Las muestras de argón radiogénico dan valores incorrectos. Si no se supiera la fecha de la erupción, se supondría que el volcán hizo erupción hace millones de años.
“Incluso teniendo en cuenta las incertidumbres de los datos analíticos, hay un claro exceso de argón radiogénico y helio presente, particularmente evidente para las muestras de la edad histórica” (“Radiogenic Helium and Argon in Ultramafic Inclusions From Hawaii” [Helio y argón radiogénico en inclusiones ultramáficas de Hawái], Vol. 73, asunto 14, 15 de julio de 1968, p. 4602).
Hay muchos artículos de revistas científicas que muestran las discrepancias en los métodos de datación radiométrica. Cuando una fecha no coincide con las ideas de evolución, la fecha es generalmente reexaminada o reconsiderada. Más tarde, hacen a un lado el problema y es olvidado por la mayoría de los científicos.
¿Están equivocadas todas las fechas determinadas por métodos de datación geológica? No. Pero cuando varios métodos dan fechas contradictorias, se debe tener cuidado. Claramente, el medio ambiente puede afectar las fechas radiométricas y causar malas interpretaciones de la historia.
Las nuevas pruebas pueden aparecer en cualquier momento e invalidar las suposiciones que se han hecho durante muchos años. Cuando las fechas radiométricas parecen contradecir los eventos bíblicos, tenga en cuenta que estas fechas pueden estar erradas. Asegúrese de leer los artículos acerca de la evolución y la creación en la página web de Vida, Esperanza y Verdad, empezando por: “Diseño Inteligente: ¿Puede la ciencia responder a la pregunta: ¿existe Dios?”