¿Puede una persona racional e inteligente creer en Dios? O tal vez deberíamos preguntar: ¿cómo puede una persona racional e inteligente no creer en Dios?
Si Dios existe, es increíblemente poderoso. Es el Autor, Creador y Gobernador de todo el universo.
Pero, según el difunto físico Stephen Hawking, la ciencia ha hecho “innecesario” a Dios. Hawking dijo que “Las leyes de la física pueden explicar el universo sin la necesidad de un Creador”. ¿Es eso cierto?
Examinar la evidencia
Las leyes de la física explican cómo funciona el cosmos, pero no explican cómo el cosmos llegó a existir ni cómo llegaron a existir esas leyes.
El gran físico Albert Einstein reconoció que “todo el que esté seriamente involucrado en la búsqueda de la ciencia se convence de que las leyes de la naturaleza son la manifestación de un espíritu —un espíritu muy superior al del hombre y uno ante el cual nosotros, con nuestros modestos poderes, debemos sentirnos humildes”.
Ahora, puede que Einstein no creyera en un Dios que se involucra en nuestras vidas personales, como lo describe la Biblia, pero sí reconoció que hay un espíritu superior al hombre que le dio vida al cosmos.
Científicos de todas las corrientes están reconociendo que existe un diseño increíble y complejo en el universo, incluso en las células y moléculas más básicas. Es un diseño que desafía las teorías de que todo fue producto del azar; un diseño que apunta a un Diseñador inteligente.
Los científicos materialistas como Richard Dawkins dicen que pueden explicar la apariencia de diseño con medios puramente naturalistas: el azar y la selección natural. Pero ¿se sostienen sus elaboradas teorías si las sometemos al escrutinio?
Mientras más estudian los científicos, es más obvia la evidencia de un diseño. Desde el descubrimiento de la compleja codificación de la información en el ADN de cada célula, hasta la perfecta sintonía de las leyes que gobiernan el cosmos, la evidencia de una planificación, un diseño y una premeditación es clara.
Se dice que Einstein dijo:
“En vista de tal armonía en el cosmos, la cual yo, con mi limitada mente humana, soy capaz de reconocer, aun hay personas que niegan la existencia de Dios. Pero lo que realmente me enfada es que me citan para apoyar su postura”.
Esto trae a la mente las palabras de la Biblia en Romanos 1:20: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
Analicemos más de cerca tres evidencias de que Dios existe.
1. La creación requiere de un Creador
Primero analicemos la existencia misma del universo. ¿Cómo llegó a existir?
Francamente, las ideas materialistas que intentan explicar cómo se creó el cosmos requieren de grandes saltos teóricos. La idea es que deben existir leyes naturales que lo explican todo, pero simplemente no han sido probadas o descubiertas.
Pero la física y la cosmología que sí conocemos describen el universo como producto de un “big bang”, una explosión cósmica de todo a partir de nada, hace unos 13.800 millones de años.
Antes de 1920, la idea popular en la ciencia era que la materia simplemente siempre había existido.
Pero pronto todas las disciplinas científicas reconocieron la clara evidencia de que el universo se estaba expandiendo, lo cual implicaba que había tenido un comienzo.
Esta teoría se confirmó en 1965 con el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas en el cosmos —una leve radiación que representa el resplandor del big bang.
Los científicos han intentado trazar la expansión del universo hacia el pasado hasta unos 13.800 millones de años atrás, cuando las leyes de la física no habrían funcionado —cuando las leyes de la gravedad, la luz y el tiempo estarían, en cierto sentido, colapsadas en una singularidad infinitamente pequeña, caliente y densa. Según Big-Bang-Theory.com, “las singularidades son zonas que desafían nuestro entendimiento actual de la física… ¿De dónde vino? No lo sabemos. ¿Cómo apareció? No lo sabemos”.
Y por alguna razón sin explicación, hace 13.800 millones de años, la singularidad explotó y dio origen al universo —ése fue el big bang.
Ahora, lógicamente, si el universo tuvo un comienzo, tiene que haber existido un Iniciador —un Originador— independientemente de en qué momento ocurrió todo. Génesis 1:1 simplemente dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Las Escrituras no ponen un límite de tiempo. Nuestro artículo “La teoría de la brecha” explica que con frecuencia este versículo es malentendido.
La sola existencia de la materia, la energía y el tiempo, con todo lo que entendemos de la física y la cosmología, apunta a una creación y, por lo tanto, a un Creador.
Ahora, para ser justos, las imágenes más recientes que se han obtenido con el telescopio espacial James Webb parecen desafiar algunas de las suposiciones de la teoría del big bang, dado que se han encontrado galaxias demasiado antiguas como para encajar con ese modelo.
Una idea para explicar esto es que ha habido varios pulsos de un big bang cósmico, seguidos de un colapso, y luego otro big bang.
Otra idea es que en realidad existen multiuniversos —no sólo uno, sino muchos universos.
Pero las explicaciones materialistas de cómo podemos tener una creación sin un Creador no responden la pregunta fundamental. Si no podemos explicar el origen de un universo, ¿cómo explicamos el origen de varios?
Si tenemos materia, tiempo y energía que en algún momento no existieron, entonces tuvo que haber algo (o Alguien) no limitado por la materia, el tiempo y la energía que los produjo.
2. El diseño es evidencia de un Diseñador inteligente
Pero asumamos que, de alguna manera, todo salió de una explosión iniciada por la nada. ¿De dónde vino todo el orden y la estructura que vemos en el universo?
¿Cuándo fue la última vez que vio una explosión generar orden en lugar de caos? Si hiciéramos explotar un puente, por ejemplo, no saldría un rascacielos de la explosión.
Crear orden requiere de inteligencia, premeditación y diseño. Y nuestro universo tiene un diseño increíblemente armonioso.
Entonces, ¿qué o quién organizó todo lo que salió del big bang?
Se requirió de una mente diseñadora. Y vemos un diseño funcional a lo largo de todo el universo, desde los pétalos de las flores hasta los planetas.
Los científicos entienden bien que cuando existe un patrón funcional, es indicativo de una inteligencia que lo creó. Todo un campo de investigación está basado en esto.
Como parte del proyecto Search for Extraterrestrial Intelligence [La búsqueda de inteligencia extraterrestre], existen 27 grandes antenas de radio ubicadas en el desierto alto cerca de Socorro, Nuevo México. Estas antenas examinan el cielo 24/7, buscando algún patrón en las radiaciones de fondo del universo.
¿Por qué? Porque los investigadores saben que, si identifican un patrón, habrán encontrado evidencia de inteligencia en el universo.
Nuestra capacidad de pensar, razonar y nuestra inteligencia demuestran que somos como Dios.
Es irónico que, por un lado, los científicos buscan indicios de un patrón reconocible en las ondas de radio del espacio para demostrar que hay vida inteligente allá afuera. Pero cuando se habla del código increíblemente complejo que está escrito en el ADN de cada célula, los científicos creen que pudo haber ocurrido por accidente, sin la ayuda de un Ser inteligente.
Cuando hay orden, cuando hay un diseño funcional, la conclusión racional es que hubo un ser inteligente detrás.
El diseño presente en la naturaleza es mucho más complejo que cualquier diseño creado por el hombre.
El diseño de un pájaro es mucho más complejo que el diseño de un avión. Pero, según los materialistas, el avión fue diseñado por ingenieros aeronáuticos, y el pájaro se creó por accidente.
La física, la precisión de la gravedad, las leyes de la química y la biología, el increíble código digital del ADN revelan patrones y diseños que no podrían existir sin un Diseñador inteligente.
3. Nuestra mente es evidencia de una mente superior
En este corto artículo, no podemos analizar todas las evidencias de que existe un Creador que creó la vida con todas sus maravillas y complejidad irreducible. Pero ésta es otra prueba racional de la existencia de un Creador racional: nuestra capacidad de razonar.
La creación requiere de un Creador y el diseño requiere de un Diseñador. Aunque algunos seres humanos racionales e inteligentes podrían no estar de acuerdo, como sé que ocurrirá, aún podemos razonar juntos los argumentos. Tenemos la capacidad de pensar.
¿Podrían un montón de compuestos químicos generar la conciencia por accidente?
En una charla TED, el investigador del cerebro V.S. Ramachandran dijo:
“Piense por un minuto lo que esto significa. Aquí tenemos esta… masa gelatinosa de 1,5 kilos que puede sostener en la palma de su mano, capaz de contemplar la inmensidad del espacio interestelar. Es capaz de contemplar el significado del infinito y puede contemplarse a sí misma, contemplando el significado del infinito. Y espero que algún día logremos entender cómo funciona esta peculiar cualidad recursiva que llamamos autoconciencia, la cual considero el santo grial de la neurociencia y la neurología”.
La Biblia nos da una explicación racional del misterio de la mente humana. Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26).
Nuestra capacidad de pensar, razonar y nuestra inteligencia demuestran que somos como Dios. La habilidad de razonar es un testimonio del Autor de la vida. Es evidencia de la existencia de un Creador inteligente.
Sin esa habilidad para razonar, no podríamos tener una relación con Dios —y Dios desea tener una relación con nosotros. Por lo tanto, nos dio una mente que es, por lo menos en pequeña escala, como la suya; y nos pide que la usemos, que razonemos con Él, que lo conozcamos y que desarrollemos una relación con nuestro Creador.
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