El aumento del celo religioso por causas no religiosas

El celo por la religión está disminuyendo en Estados Unidos hoy. Pero hay un nuevo tipo de celo que lo está reemplazando cada vez más, éste es un celo por causas seculares.

En su artículo America Without God [Estados Unidos sin Dios], Shadi Hamid, miembro principal de Brookings Institution [Institución Brookings], señaló: “De 1937 a 1998, el número de feligreses de la iglesia [en los Estados Unidos] se mantuvo relativamente constante, rondando el 70 por ciento de la población. Entonces sucedió algo. En las últimas dos décadas, ese número se ha reducido a menos del 50 por ciento, el mayor descenso registrado en la historia de Estados Unidos” (The Atlantic, abril de 2021).

También señaló cómo los ateos, agnósticos y los que no profesan ninguna religión han crecido rápidamente y hoy representan una cuarta parte de la población.

Estas estadísticas y tendencias sociales harían suponer a la mayoría que la devoción de tipo religioso está disminuyendo en Estados Unidos. Pero eso no es realmente cierto. La verdad es que está creciendo una dedicación y un celo que casi podría calificarse como religioso. Para muchos, lo que solía ser una fe espiritual dirigida hacia Dios se ha reorientado hacia creencias políticas o ideológicas.

Estas nuevas expresiones de celo asumen muchas de las características que tradicionalmente se han manifestado en un contexto religioso. A medida que los estadounidenses se distancian más de la comunidad cristiana y de la ética bíblica, encuentran un celo casi “espiritual” en las políticas partidistas. Las conflagraciones políticas a menudo son como renacimientos religiosos.

Las visiones contrapuestas de lo que debe ser Estados Unidos —filosofías y sistemas de valores opuestos a los principios bíblicos— han ocupado el lugar de los grandes debates teológicos del pasado.

La búsqueda de una causa superior

El ser humano tiene la necesidad inherente de ser parte de algo más grande que él mismo. En otras palabras, una lealtad u objetivo que da sentido a la vida más allá de la búsqueda del placer y la supervivencia diaria. En el pasado, la mayoría de los estadounidenses derivaban este significado de una cosmovisión cristiana general. Pero en tiempos recientes las causas seculares han tomado el lugar de las causas espirituales.

En lugar de buscar soluciones en Dios, un número creciente de personas busca soluciones en causas políticas o en el gobierno.Esto no es sorprendente. A medida que nuestra sociedad se aleja cada vez más de Dios y de la Biblia, las causas seculares adquieren mayor importancia para las personas. En lugar de buscar soluciones en Dios, un número creciente de personas busca soluciones en causas políticas o en el gobierno.

Causas como el nacionalismo, el ecologismo, el socialismo, el liberalismo, el conservadurismo, el populismo, etcétera, pueden asumir las características de una religión personal. Estas ideologías pueden satisfacer la necesidad humana natural de una convicción religiosa.

En el artículo mencionado anteriormente, el señor Hamid observó: “Tras la muerte de la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg en septiembre, montones de dolientes se reunieron fuera del Tribunal Supremo —algunos arrodillados, otros con velas— como si estuvieran en el Muro de las Lamentaciones”.

Las “iglesias” políticas modernas

En el frente político, se podría argumentar que Estados Unidos tiene dos iglesias principales: la iglesia de los republicanos y la iglesia de los demócratas.

Para una “iglesia”, las grandes doctrinas son la patria, la libertad personal, la bandera, la ley y el orden, el ejército, el derecho a portar armas, etcétera.

El tema de la otra “iglesia” es el amor, los derechos, la igualdad, la inclusión, la ayuda a los desafortunados, etcétera. Estos llevan el supuesto manto de la compasión, pero en realidad es algo político.

Podríamos decir que ambas religiones tienen evangelistas y defensores de su causa: estos son los políticos, expertos de los medios comunicación y celebridades.

Los temas que se debaten entre las dos partes tienen el peso de la doctrina religiosa: antiaborto frente a proaborto, derecho a portar armas frente a control de armas, familia tradicional frente a derechos de los homosexuales, libre empresa frente a sindicatos, economía frente a medio ambiente, seguridad fronteriza frente a más inmigración, atención médica privatizada versus atención médica pública, impuestos más bajos versus impuestos más altos, aislacionismo versus promoción de la libertad en todo el mundo, etcétera.

Las convicciones sobre estos temas pueden ser tan fuertes como cualquier principio religioso.

Un peligroso cambio de comportamiento

Con este reemplazo de la fe religiosa por la devoción ideológica, estamos viendo a muchos estadounidenses hundirse en nuevos niveles de comportamiento personal. En tiempos pasados, los estadounidenses ejercían en gran medida más moderación en su comportamiento. Los principios generales de la Biblia ayudan a mantener la sociedad más ordenada y unificada. Pero hoy estamos viendo un comportamiento impropio, ilegal e injusto a gran escala. No debería sorprendernos que cuanto más nos alejamos de los principios de la Biblia, más nos alejamos del comportamiento en línea con la buena moral.

Cada vez es más frecuente que la gente justifique los desórdenes y la violencia si cree que eso favorecerá sus objetivos ideológicos.  

Sin embargo, hoy vemos personas que justifican el desorden y la violencia porque promueven una ideología. Asaltar el Capitolio, incendiar ciudades, protestar frente a las casas de los políticos o los jueces de la Corte Suprema, la violencia, las mentiras, los insultos: todo se considera aceptable porque tiene el propósito de “salvar a Estados Unidos”.

Para obtener más información sobre esta tendencia, lea “¿Qué hay detrás de las protestas alrededor del mundo?”.

Los estadounidenses a menudo eligen y empoderan a hombres y mujeres que ni siquiera pretenden ser virtuosos y se enorgullecen de no avergonzarse de su doble estándar. Sin embargo, se considera correcto porque están en el “lado correcto”, o podríamos decir que tienen la “religión correcta”.

Lo que no se entiende es que cuanto más desciende una sociedad a justificar el comportamiento incorrecto, sin importar la causa, más rápido se erosionan sus instituciones y más peligrosas se vuelven sus comunidades.

La buena noticia es que es posible salir de esta tendencia. Se pueden rechazar las “iglesias” seculares de la sociedad y el mal comportamiento asociado con ellas.

La mejor manera de hacerlo es descubriendo y abrazando la verdadera fe de Dios.

Para aprender acerca del verdadero cristianismo de acuerdo a la Biblia, lea "¿Qué es un cristiano?".

Cómo ser un verdadero adorador

En Juan 4:23 Jesús hizo una referencia a los “verdaderos adoradores”. Estas son personas que son fieles a los valores religiosos y la fe que se encuentran en la Palabra de Dios, la Biblia. Los verdaderos adoradores viven según un conjunto de valores y creencias que trascienden las preocupaciones de esta experiencia humana presente. En otras palabras, se dedican a los principios espirituales de la Biblia por encima de los asuntos carnales de este mundo (1 Juan 2:15; 2 Timoteo 2:4).

Se pueden rechazar las “iglesias” seculares de la sociedad y el mal comportamiento asociado con ellas al descubrir y abrazar la verdadera fe de Dios.En lugar de buscar soluciones en los movimientos políticos, los verdaderos adoradores buscan el regreso de Jesucristo a esta Tierra. En lugar de tolerar el mal comportamiento porque apoya causas elevadas diciendo que “el fin justifica los medios”, mejor alinean fielmente sus vidas con los altos valores morales de la Biblia.

Estos valores están expresados ​​en el Sermón de la Monte y específicamente en las llamadas Bienaventuranzas. Los verdaderos adoradores muestran un espíritu de humildad, mansedumbre, misericordia y pureza de corazón. Promueven la paz, no la contienda. Están convencidos de los estándares revelados en la Biblia, en lugar de seguir lo que es popular (Mateo 7:14).

El señor Hamid también señaló: “Mientras que la religión ve la Tierra Prometida arriba, en el Reino de Dios, la carnalidad utópica la ve adelante, en la realización de una sociedad justa, por mano humana, aquí en la Tierra”.

Sin embargo, los verdaderos adoradores entienden que ninguna nación en la Tierra puede proporcionar lo que Cristo hará en su regreso (Isaías 2:2-4).

No hay nada de malo en tratar de hacer del mundo un lugar mejor hoy. ¡Los verdaderos adoradores deben hacer eso de manera que se alinee con la Palabra y el propósito de Dios!

Un verdadero adorador nunca debe asumir el fervor religioso por una causa secular que lo haga comprometer el camino al Reino de Dios. Todos debemos seguir las instrucciones de Jesús de orar: “Venga tu reino” (Mateo 6:10), en lugar de buscarlo acá abajo, por medio humanos competitivos.

Para obtener más información sobre este tema, lea “¿Es el activismo político la solución al declive espiritual?”.

 

 

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Acerca del autor

Jim Servidio

Jim Servidio

Jim Servidio es pastor jubilado de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial. Él y su esposa, Judy, tienen dos hijos y cinco nietos.

Jim Servidio es pastor jubilado de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial. Él y su esposa, Judy, tienen dos hijos y cinco nietos.

En sus años como pastor, Jim sirvió a las congregaciones en Oregón, Illinois, Luisiana, Maryland, Minnesota y Texas.

Jim y Judy disfrutan viajando. Han tenido el privilegio de conocer y servir a miembros de la Iglesia en Filipinas, Ghana, Zambia, Zimbabwe, Sudáfrica, Granada, Jamaica, Singapur, Italia, Francia, Irlanda e Inglaterra. Después de la Fiesta de los Tabernáculos en 2015, los Servidio experimentaron su primer safari africano de tres días cerca del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. Fue una aventura al aire libre de toda la vida.

Jim creció en Erie, Pennsylvania. Fue al Ambassador College en 1969, después de dos años de especialización en educación en el Edinboro State College, en las afueras de Erie. Jim jugó un año de fútbol en la universidad antes de convertirse en miembro de la Iglesia de Dios y siempre ha sido un ávido fanático de los deportes. Su tiempo libre lo dedica a trabajar en casa y en el jardín, a mantenerse en forma, a estar al día de la actualidad política y social, y a visitar a sus nietos y a sus padres en Austin, Texas.

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