¿Cómo llegó a ser los Estados Unidos una nación tan prominente? ¿Cuál fue la causa de la grandeza de América? ¿Cómo podemos trazar sus raíces?
Los Estados Unidos ha sido la nación más bendecida en la historia. Aunque pocos lo han reconocido, el surgimiento de América a un estatus de superpotencia empezó con la fidelidad a Dios de un hombre.
Hace 4.000 años Dios llamó a un hombre llamado Abram (cuyo nombre Dios más tarde cambió a Abraham). Dios le dijo a Abram que dejara su país y se fuera a dónde Él lo conduciría. Dios le prometió a Abram que si obedecía, Él haría que muchas naciones y reyes procedieran de su linaje (Génesis 17:1-6).
Abraham continuó siendo fiel a Dios, y cuando Abraham pasó la prueba suprema de estar dispuesto a sacrificar a su hijo, Dios le hizo una promesa incondicional de que sus descendientes serían innumerables y tendrían dominio sobre todo el mundo (Génesis 22:16-18). Las bendiciones de Abraham fueron entonces transferidas a sus descendientes.
La promesa de grandeza nacional es transferida
Esta promesa de primogenitura fue transferida a Isaac, hijo de Abraham, luego a Jacob, hijo de Isaac, y después a José, hijo de Jacob.
José tuvo dos hijos mientras estuvo en Egipto, Efraín y Manasés. Poco antes de que Jacob muriera, adoptó a estos dos nietos y, guiado por Dios, los hizo herederos de su promesa de primogenitura (Génesis 48:13-16).
Dios inspiró a Jacob a pronunciar una profecía acerca de sus dos nietos. Él dijo que Efraín llegaría a ser una multitud de naciones y Manasés sería un gran nación (Génesis 48:19). Jacob predijo que en los últimos días los descendientes de Efraín y Manasés se esparcirían (Génesis 49:1, 22). Ellos prevalecerían en las guerras porque Dios estaría con ellos (vv. 23-24). Y ellos también heredarían grandes recursos naturales (vv. 25-26) —todo ello parte de las bendiciones de Abraham.
El antiguo Israel falló en recibir la promesa de primogenitura completa
Dios quería darle al antiguo Israel grandeza nacional. Cundo Él hizo el pacto con las 12 tribus de Israel en el desierto, les dijo que ellos llegarían a ser grandes si lo obedecían.
Sabemos que Israel no obedeció a Dios. Y finalmente 10 de las tribus, incluyendo a Efraín y Manasés, fueron llevados cautivos a Asiria en los años 721-718 a.C. Desde este punto en adelante, fueron esparcidos y parecieron desaparecer de los registros históricos.
¿Qué sucedió con las promesas de Dios de dar las bendiciones de Abraham a sus descendientes? Muchos cristianos entienden que la promesa de salvación a través de la Semilla de Abraham fue cumplida en Jesucristo (Gálatas 3:16). ¿Pero qué sucede con las promesas de primogenitura físicas? Si creemos que Dios cumple todas sus promesas, buscaremos una compañía de naciones y una nación poderosa que hayan sido bendecidas por Dios.
¿A dónde fueron los israelitas?
Aunque Israel fue esparcido, Dios dijo que Él los guardaría y los preservaría (Amos 9:9). La Biblia nos dice en varios pasajes, incluyendo Isaías 49:12, que los israelitas emigrarían hacia el noroeste y a las “las costas que están lejos” (Jeremías 31:10). Las islas Británicas están al noroeste de Israel y del sitio de su cautiverio en Asiria.
¿Es acaso una coincidencia que la palabra British se parezca a dos palabras hebreas “beriyth-iysh”, que significan “hombre del pacto”? La Biblia se refiere repetidas veces al pacto (acuerdo) que Dios hizo con Israel (Éxodo 19:5; Deuteronomio 4:13).
El pueblo de Dios también sería conocido por el nombre de Isaac. Los americanos y británicos son conocidos como anglo-sajones. “Sajones” es simplemente una derivación de las palabras inglesas “Isaac’s sons” que significan en español “hijos de Isaac”.
Los Estados Unidos y Bretaña se convierten en potencias mundiales
Antes del año 1800, tanto América como Bretaña eran potencias regionales. Pero poco después del año 1800, ambas recibieron repentinamente muchas bendiciones. Primero Bretaña y después los Estados Unidos se convirtieron en superpotencias mundiales.
En 1803 los Estados Unidos adquirieron la Compra de Luisiana, lo cual casi duplicó el tamaño del país. El Imperio de Bretaña repentinamente se esparció alrededor del mundo, y el sol nunca se puso sobre su Compañía de Naciones. En su mejor momento, los Estados Unidos y Bretaña poseyeron más de las dos terceras partes de los recursos y riquezas del mundo. Dios cumplió las promesas bíblicas de proveer las bendiciones de Abraham a sus descendientes físicos.
¿Entonces qué significa todo esto?
Hay muchas más pistas bíblicas e históricas de que los Estados Unidos y Bretaña (y la “multitud de naciones” británicas incluyendo Australia, Canadá y Nueva Zelanda) son en verdad los descendientes del antiguo Israel. Para mayor información sobre las raíces israelitas de los Estados Unidos, lea los artículos relacionados en esta sección.