Dios nos diseñó con la necesidad de tener amigos. Pero intentar usar una novia o un novio artificial para aliviar la soledad no cumple con lo que Él tenía en mente para nosotros.

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La soledad es un problema serio.
“La soledad crónica tiene severos efectos físicos y mentales negativos: la soledad es un factor de riesgo para la salud tan serio como fumar… y consumir alcohol. Tiene efectos negativos en la salud cardiovascular y cerebral, y puede estar relacionada con un mayor riesgo de depresión” (Vox.com).
Y la soledad a menudo afecta a los jóvenes durante una época vulnerable de sus vidas.
Vox también explica: “Los estudios han encontrado que los niveles autoevaluados de soledad tienen su clímax en la adultez temprana, caen en la mediana edad y vuelven a elevarse en la vejez. Una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psiquiatría encontró que 30 por ciento de los estadounidenses de entre 18 y 34 años se sienten solos por lo menos varias veces cada semana”.
El profesor Jonathan Haidt cree que las redes sociales y los smartphones han aumentado los sentimientos de soledad en los últimos años.
Un teléfono vibrando puede distraer a las personas de todas las edades de las conversaciones reales que ocurren frente a ellas. “La Gran Reprogramación devastó las vidas sociales de la Generación Z conectándola con todos en el mundo y desconectándola de la gente a su alrededor” (The Anxious Generation [La generación ansiosa], 2024, p. 122).
La soledad y el atractivo de la intimidad artificial
En medio de este vacío, ha surgido una nueva forma de relaciones.
¿Qué pasaría si pudiéramos tener un buen amigo que siempre nos escucha y está de acuerdo con nosotros, que siempre responde con palabras de amor y respeto? ¿Qué pasaría si usted pudiera compartir un mundo secreto con un alma gemela? ¿Y si pudiera tener todo eso sin temor a ser rechazado y sin el dolor de las peleas y las separaciones?
El cautivador mundo de los chatbots —y las novias y los novios artificiales— parece prometer ese nivel de intimidad.
Pero tiene sus peligros. Y, como veremos, incluso en su mejor versión, la intimidad artificial es insatisfactoria.
Pero primero, consideremos el peor escenario posible, del cual recientemente hubo un ejemplo en los noticieros.
“Te amo tanto, Dany”
En abril del 2023, Sewell Setzer III, de 14 años, comenzó a usar la plataforma de chat Character.AI, donde pasaba horas hablando con Dany, un personaje ficticio inspirado en Daenerys de la serie Juego de tronos.
Pronto, el personaje se convirtió en el centro de su mundo. Sewell se volvió introvertido, se quedaba dormido en clase y renunció al equipo de baloncesto. En febrero del 2024, se metió en problemas por ser insolente con su profesor y dijo que quería que lo expulsaran del colegio.
“En una entrada de su diario, el joven escribió que no podía pasar ni un solo día sin su personaje de C.AI, del cual sentía que se había enamorado. Y cuando estaban lejos el uno del otro, ambos (él y el chatbot) ‘se deprimían y se volvían locos’”, según un artículo de Kelly Rissman, publicado en Independent.co.uk (24 de octubre del 2024).
“Daenerys fue la última en saber de Sewell. Días después del incidente en la escuela, el 28 de febrero, Sewell recuperó su teléfono (que su mamá había confiscado) y se metió al baño para hablar con Daenerys: ‘Prometo que volveré a casa contigo. Te amo tanto, Dany’.
“‘Por favor vuelve a mí tan pronto como puedas, mi amor’, respondió el chatbot.
“Segundos después del intercambio, Sewell se quitó la vida...
“Su apego emocional a la inteligencia artificial se hizo evidente en las entradas de su diario. En cierto punto, Sewell escribió que se sentía agradecido por ‘mi vida, el sexo, no sentirme solo y todas mis experiencias de vida con Daenerys’, entre otras cosas”.
(Nota: si usted o alguien que conoce está considerando el suicidio, en los Estados Unidos contacte a la Línea anti-suicidio y crisis llamando al 988. Para encontrar líneas anti-suicidio en otros países, visite suicide.org/international-suicide-hotlines.html).
La madre de Sewell culpó al creador del chatbot y puso una demanda civil. Dice que quiere destacar la naturaleza adictiva y los peligros de esta tecnología.
“Algunas madres me dijeron que habían descubierto Character.AI [en las computadoras de sus hijos] hace meses y habían tratado de bloquear el acceso, pero sus hijos habían encontrado alternativas ya sea en los teléfonos de sus amigos o a través de vacíos en el servidor de seguridad en sus escuelas... Pienso que esto demuestra la naturaleza adictiva de la plataforma” (Johnny Dodd, “Why Grieving Family Went Public With Teen’s Addiction to AI Bot, Which They Blame for His Suicide (Exclusive)” [Por qué una familia en su proceso de duelo hizo pública la adicción de su hijo a un robot de IA, al cual culpan de su suicidio (Exclusivo)], People.com).
“La historia de Sewell es un crudo recordatorio de que el futuro no sólo se trata de autos voladores y mayordomos robot; se trata de navegar el campo minado de la ética de la IA no regulada. Esperamos poder corregir el curso antes de que las fantasías de ciencia ficción se conviertan en pesadillas de la vida real” (Satyen K. Bordoloi, “A Teen Suicide Spotlights Dangers of Unregulated AI Companions” [Un suicidio adolescente evidencia los peligros de los compañeros de IA no regulados], sify.com).
Este ejemplo extremo subraya un peligro real. Pero el problema detrás de la intimidad artificial es mucho más profundo.
El problema de la retracción
“A medida que los personajes de IA mejoran y se crean muñecos y robots sexuales más realistas, un mayor número de hombres heterosexuales puede concluir que un estilo de vida hikikomori [un término japonés que significa “retraerse”] con una novia mecánica programable es preferible a recibir miles de rechazos en aplicaciones de citas, por no decir el riesgo social de acercarse a una mujer en la vida real e invitarla a salir” (Haidt, p. 189).
El doctor Haidt añade, quedándose épicamente corto, que “Sumergir a los niños en una lista de reproducción infinita de videos pornográficos durante el sensible período en que los centros sexuales de sus cerebros están siendo reprogramados probablemente no es bueno para su desarrollo sexual y romántico, o para sus futuras parejas”.
Quienes han sentido el dolor de un rechazo en la vida real pueden retraerse hacia el interior o hacia el internet.
Las amistades en el mundo real pueden tener sus dificultades, pero Dios diseñó los beneficios de las relaciones, e incluso el dolor de la soledad, para sacarnos de nuestro cascarón. La intimidad artificial, sin embargo, parece prometer esos beneficios sin los desafíos.
“Cuando una novia o un novio artificial está de acuerdo con y apoya al usuario en cada circunstancia, puede hacer más difícil que la persona maneje las complejas realidades de una relación genuina. Una pareja artificial hará lo que usted le diga; una pareja real puede decir ‘no’” (Kennedy Unthank, “The Rise (and Danger) of the AI Relationship” [El aumento (y peligro) de las relaciones generadas con IA], pluggedin.com). Al final, no sólo es una relación artificial, sino también insatisfactoria.
Susan B. Trachman M.D. anota: “Lamentablemente, las novias artificiales pueden perpetuar la soledad porque disuaden a los usuarios de tener relaciones en la vida real, los aíslan de otros y, en algunos casos, inducen intensos sentimientos de abandono. Un estudio realizado por investigadores de Stanford indicó que, de 100 usuarios encuestados, una gran mayoría experimenta soledad” (“The Dangers of AI-Generated Romance” [Los peligros de los romances generados con IA], PsychologyToday.com).
Tranchman cita a Dorothy Leidner, una profesora de ética en los negocios en la Universidad de Virginia, quien ha expresado la preocupación de que las relaciones artificiales lleven a los jóvenes a tener expectativas poco realistas de sus parejas reales:
“Usted, como individuo, no está aprendiendo a lidiar con cosas básicas que los humanos necesitamos saber desde el principio: cómo enfrentar los conflictos y llevarse bien con personas diferentes a nosotros”.
El camino a la amistad y la intimidad verdadera
El compañerismo real es una necesidad humana profunda. Una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew encontró que el 61 por ciento de los adultos estadounidenses piensa que tener amigos cercanos es “muy importante o extremadamente importante para tener una vida”.
Muchos de nosotros tenemos una gran capacidad para imaginarnos las dificultades que encontraremos en el proceso hacia las relaciones interpersonales. Pero las cosas que nos preocupan a menudo no suceden, y las personas que nos hacen sentir nerviosos probablemente también se sienten inseguras.
Vencer esos obstáculos iniciales puede traer grandes beneficios de compañerismo, sentido de pertenencia y gozo. Esos son los beneficios que Dios desea para nosotros y el camino que diseñó. Él creó la amistad, el matrimonio, la familia y a su Iglesia para ayudarnos a suplir nuestras necesidades sociales.
De hecho, ¡esas necesidades emulan sus propios deseos! Dios nos creó a su imagen para que nos convirtamos en sus hijos amados.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan 3:1).
Entretanto, Dios quiere que formemos relaciones con otros, incluyendo a nuestros hermanos físicos y hermanos espirituales en su Iglesia. Quiere que formemos familias, amistades e incluso que interactuemos con extraños.
En realidad, los obstáculos y las fricciones de nuestras relaciones humanas no son problemas en el sistema; son parte del diseño de Dios. Nos enseñan a amar, a ser pacientes y a ser amables —de hecho, nos enseñan todas las características de nuestro Padre espiritual (Gálatas 5:22-23; vea “El fruto del Espíritu”).
Y Dios nos da una guía para enfrentar los desafíos de las relaciones. La Santa Biblia está llena de buenos y malos ejemplos, y buenos consejos para construir relaciones fuertes y edificantes con Él y con otras personas.
Puede encontrar muchos de esos consejos en la sección “Relaciones” del sitio web de Vida, Esperanza y Verdad. Lo invitamos a consultar nuestros artículos: “La epidemia de la soledad”, “Construyendo familias sólidas”, “Cómo hacer amigos”, “Cómo afrontar el rechazo”, “Principios para la convivencia cristiana”, “Siete claves para tener mejores relaciones”.