¡Jesucristo dijo que él había venido para que tuviéramos vida y la tuviéramos en abundancia! ¿Qué significa esto para nuestra vida en este momento y en el futuro?
Una de las frases que más me gusta acerca de la vida la escuché en la película Forrest Gump:
“Mi mamá siempre decía, la vida es como una caja de chocolates. Nunca sabes lo que te va a tocar”.
La vida puede ser impredecible. En ocasiones es dura, pero también tiene sus momentos de alegría.
No obstante, lo mejor acerca de la vida es que a pesar de que estemos pasando por dificultades o disfrutando de buenos momentos, la vida adquiere un verdadero significado por lo que Dios tiene reservado para nosotros.
Incluso en ese momento, Jesús comenzó con las malas noticias:
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
El ladrón hace que la vida sea miserable, pero al final, esto no va a importar. El Dador de la vida quiere que experimentemos la vida a un nivel más alto —¡una vida que es abundante en todos los aspectos!
Una vida normal
Para entender que es vida en abundancia, primero debemos tener claro como es una vida normal. La mayoría de las personas va por la vida con altibajos dentro de una existencia, en su mayoría, muy monótona.
Afortunadamente no todos los días son como los que muestran en el libro infantil de Judith Viorst, Alexander y el día terrible; horrible, espantoso, horroroso:
“Me fui a dormir con un chicle en la boca y ahora tengo un chicle en el pelo y cuando me levanté de la cama esta mañana me tropecé con la patineta y por error se me cayó el suéter en el lavamanos mientras salía el agua y me di cuenta que iba a ser un día terrible, horrible, espantoso, horroroso”.
Pero la vida de la mayoría de las personas tampoco es que sea como una deliciosa caja de chocolates.
La monotonía, el tedio, el desánimo, el estrés y la ansiedad pueden ser visitantes asiduos en nuestra vida real, por lo que muchos de nosotros buscamos refugiarnos en nuestro entretenimiento o adicción preferida.
Pero siempre regresamos a nuestra vida regular tal como la conocemos, en ocasiones peor debido a nuestros intentos de escapar.
Anhelamos algo más.
Y Jesús lo prometió —vida en abundancia, una vida con propósito.
El contexto: el buen pastor vs el ladrón
Jesús reveló esta vida en abundancia en el contexto de su enseñanza acerca del buen pastor. La analogía de los líderes que cuidan de sus “ovejas” y aquellos que no lo hacen se puede encontrar en muchos lugares de la Biblia.
Jesús es el Buen Pastor, aquel que protege a sus ovejas y en su mente tiene las mejores intenciones.
Pero esta historia también tiene unos ladrones infames y despiadados que anteponen sus intereses a los de las ovejas.
El diablo viene a robar, matar y destruir
Por encima de todo, Satanás es el ladrón que busca robar nuestra felicidad —y nuestra vida.
De la misma manera que hizo con Job (ver Job 1:9-11; 2:4-5), Satanás quiere que nuestra vida sea miserable. No sólo es un ladrón, también es un mentiroso y un asesino (Juan 8:44), y quiere desanimarnos, que nos demos por vencidos, que cuestionemos el plan de Dios. Pero realmente es el plan de Satanás el que deberíamos cuestionar.
Su camino implica mirar hacia abajo, enfocarnos en la vida como es ahora. El camino de Dios implica mirar hacia adelante y hacia arriba.
Jesús vino a traer vida —¡y en abundancia!
¿A qué se refería Jesús cuando dijo vida en abundancia?
En Juan 10:19 la palabra que se traduce como abundancia proviene de la palabra griega perissos. Entre sus significados tenemos: “en el sentido de más allá; más de lo necesario, superabundante, por implicación excesivo, abundantemente, con gran abundancia, supremamente” (Diccionario griego de Thayer).
Dios nos da propósito y gozo a nuestra vida, y la promesa de un propósito aún más grande y gozo en la vida que pronto vendrá.
La Nueva Versión Internacional traduce la última parte de Juan 10:10 así: “yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. La Nueva Traducción Viviente dice, “mi propósito es darles una vida plena y abundante”.
El Comentario bíblico del expositor dice: “El objetivo principal de Jesús era la salvación (la salud) de las ovejas, que definió como el libre acceso a los pastos y a la plenitud de vida. Bajo su protección y por su don pueden experimentar lo mejor que la vida puede ofrecer. En el contexto del énfasis de Juan en la vida eterna, esta afirmación adquiere un nuevo significado. Jesús puede dar un sentido totalmente nuevo a la vida porque proporciona una satisfacción plena y una guía perfecta (cf. Eze 34:15)” (nota acerca de Juan 10:10, Versión Abreviada).
En su Biblia de estudio diario, William Barclay: “Jesús se presenta que Él vino para que tengamos vida, y para que la tengamos en más abundancia. La frase griega para tenerla en más abundancia quiere decir una superabundancia de algo. Ser seguidor de Jesús, saber quién es y lo que representa, es tener superabundancia de vida. Cuando intentamos vivir nuestra propia vida, se nos hace aburrida y vacía. Cuando caminamos con Jesús, recibimos una nueva vitalidad, una superabundancia de vida. Es sólo cuando vivimos con Cristo cuando la vida vale la pena de veras y empezamos a vivir de verdad”.
Bendiciones en abundancia
Seguir al Buen Pastor trae consigo bendiciones en abundancia. Como escribió David en el Salmo 23:
“El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre” (vv. 1-3).
El Buen Pastor conoce los buenos caminos —los caminos de justicia. Él nos diseñó y sabe cuáles son los caminos que funcionan. Obedecer sus leyes produce buenos resultados, como lo explica en las bendiciones de Levítico 26 y Deuteronomio 28.
Por ejemplo, “Si siguen mis decretos y se aseguran de obedecer mis mandatos, les enviaré las lluvias de temporada. Entonces la tierra les dará sus cosechas y los árboles del campo producirán su fruto. La temporada de la trilla continuará aun después del comienzo de la cosecha de la uva, y la cosecha de la uva continuará aun después de la temporada de la siembra del grano. Comerán hasta saciarse y vivirán en seguridad dentro de su tierra. Les daré paz en la tierra y podrán dormir sin temor alguno. Libraré la tierra de animales salvajes y mantendré a sus enemigos fuera del país” (Levítico 26:3-6; ver también Deuteronomio 28:1-14).
Pero David también escribió acerca de los momentos que no son fáciles: “Aunque ande en valle de sombra de muerte” (Salmos 23:4). Dios protege a sus ovejas incluso en estos momentos difíciles y estos desafíos pueden producir bendiciones de otro tipo.
Existe un propósito, un significado y una esperanza incluso en medio de las dificultades que experimentamos. En esos momentos oscuros, aprendemos lecciones, crecemos en fe y maduramos —todo esto es necesario para prepararnos para la vida en abundancia que Dios nos está ofreciendo.
Los caminos de Dios funcionan y en esta vida, la obediencia produce bendiciones en abundancia. Incluso, las profecías de la época en la que el Reino de Dios regirá sobre la Tierra, hablan acerca de estas bendiciones.
Incremento en la abundancia
En Isaías 9:7, encontramos una de las promesas que Dios hace acerca del tiempo en el que Jesucristo, el Mesías, el Príncipe de Paz va a gobernar:
“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hará esto”.
¡Qué mejor manera de describir la vida en abundancia que Jesús ofrece!
Significado en abundancia
La vida abundante que Jesús ofrece no es una vida aburrida y sin sentido. Él tiene un plan y un propósito y nos llama para que nos unamos a su misión.
Ese propósito transforma nuestras vidas, de la misma manera que transformó las vidas de los primeros cristianos.
Jesús llamó a unos pescadores para que se convirtieran en pescadores de hombres —para compartir con las otras personas las buenas noticias del Reino de Dios y la oportunidad de convertirse en hijos de Dios (Mateo 4:19). Personas que tenían como oficio hacer tiendas, enseñaron el camino de Dios (Hechos 18:2-3, 26). También varias viudas se volcaron de lleno al servicio para cumplir con su parte en la obra de Dios (Hechos 9:39).
Hoy en día, Dios llama a su Iglesia personas de todas las condiciones sociales para prepararlas para su Reino y colaborar con la predicación de las buenas noticias, para ayudar en la obra de Dios y traer muchos “hijos a la gloria” (Hebreos 2:10).
Él nos da los sábados y las fiestas santas para que nos regocijemos y estrechemos nuestras relaciones. (Si usted desea aprender más acerca de este tema, lo invitamos a leer nuestros artículos “El día de reposo: un día de refrigerio” y “Convivencia cristiana”.)
Él le da propósito y gozo a nuestra vida, y la promesa de un propósito aún más grande y gozo en la vida que pronto vendrá.
Si usted desea aprender más acerca del significado y propósito de su vida, lo invitamos a leer “Aquel que tenga sed, venid a las aguas”.
Tiempo en abundancia —¡vida eterna!
Incluso la mejor vida física es temporal. La vida es corta, y luego morimos.
Pero la abundancia que Jesús nos ofrece no sólo extiende la vida, ¡la hace permanente! La vida abundante es un tipo de vida completamente diferente —¡vida eterna!
Refiriéndose acerca de las ovejas que lo siguen, Jesús dijo: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28).
Es difícil incluso imaginar vivir para siempre. ¿Qué significa? Bueno, por un lado significa no más planes, no más sueños y que las relaciones serán interrumpidas. No habrá más remordimientos ni aflicción por las cosas no dichas.
David lo dice de una manera muy hermosa “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
Jesús ofrece una vida futura maravillosa —¡vida eterna! Él ofrece una vida real, no temporal. Y nos va a guiar por el camino del gozo eterno. Si usted desea estudiar más acerca de estas promesas, lo invitamos a leer nuestro artículo “El don de la vida eterna”.