Algunos temen a la creencia popular del infierno. Otros se preguntan cómo un Dios amoroso podría torturar a las personas eternamente por sus fechorías y mal obrar. ¿Qué es el infierno en realidad?
Uno de los temores más comunes de los seres humanos es lo que va a ocurrir con ellos después de la muerte. Muchas religiones enseñan el concepto generalizado de que después de morir, las personas “malas” son enviadas a un lugar llamado infierno. Dentro del cristianismo tradicional hay diferentes ideas acerca de lo que es el infierno y a lo que éste se parece. Algunos piensan que el infierno es un lugar de “fuego y de tormento” en el que los pecadores son quemados y torturados eternamente.
Dante Alighieri, el poeta italiano del siglo XIV, escribió La Divina Comedia, con la idea de que los pecadores eran torturados de varias formas que representaban la justicia definitiva por sus pecados. En épocas recientes, muchas iglesias cristianas han enseñado acerca de un infierno menos duro—con frecuencia descrito como una separación eterna de Dios. El entendimiento generalizado entre muchos cristianos tradicionales es que las personas malas y los incrédulos van a vivir para siempre en un estado de tormento.
¿Qué es el infierno, según la Biblia?
Tal vez le sorprenda saber que estas ideas de lo que ocurre después de la muerte no es lo que la Biblia enseña. La Biblia no dice que los incrédulos son atormentados para siempre o en un lugar aterrador de tortura o en un lugar oscuro en el que están separados de Dios. Estas ideas contradicen directamente una de las afirmaciones más claras de la Biblia acerca del resultado del pecado en la vida del hombre. Al final del capítulo que describe los resultados del pecado en contraposición a los resultados de la justicia, el apóstol Pablo escribió: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Pablo aclara que la paga—los resultados—del pecado en la vida de un ser humano es la muerte eterna. Esto contradice directamente la enseñanza común de que la paga del pecado es una vida eterna en el infierno. Las palabras de Dios están en armonía con Apocalipsis 20:14, en donde el destino de los impíos incorregibles es llamado “la muerte segunda” en el “lago de fuego”.
El “lago de fuego” descrito en la Biblia está muy lejos del concepto popular del infierno. Es un lugar que va a destruir por completo y a matar a los impíos (Mateo 10:28). El profeta Malaquías profetizó que: “…todos los que han maldad serán estopa; aquél día que vendrá los abrasará” (Malaquías 4:1).
Tres palabras griegas utilizadas para infierno
¿En qué circunstancias se utiliza en la Biblia la palabra infierno? Muchos se sorprenden al enterarse de que hay tres palabras griegas traducidas como “infierno” en el Nuevo Testamento. Estas tres palabras son hades, gehena y tartaroo.
- Hades se refiere a la “tumba”, “el foso” o “el lugar de los muertos”. El Diccionario Bíblico de Holman explica que el Hades es el equivalente griego del término hebreo ¨Sheol¨, que se refiere en general al “lugar de los muertos”. Salmo 16:10 y Hechos 2:27 utilizan Sheol y Hades para describir el lugar en que fue colocado el cuerpo de Cristo cuando estuvo muerto durante tres días y tres noches (Mateo 12:40).
- Gehenna se refiere el valle del Hinnom, “un valle cercano a Jerusalén… en donde se sacrificaban los niños de acuerdo con los ritos paganos (New Bible Dictionary [Nuevo Diccionario Bíblico]). Más tarde en este valle se quemaban las basuras y los cadáveres. Gehenna representa el “lago de fuego” descrito en Apocalipsis 19:20, el fuego que no puede ser apagado (Marcos 9:43), que va a destruir por completo los que no se arrepientan (Mateo 10:28).
- Tartaroo se utiliza sólo una vez en la Biblia, en 2 Pedro 2:4 y se refiere al lugar en dónde los demonios (ángeles caídos) están confinados en espera del juicio final.
Entonces, ¿qué es el infierno? La verdad de la Biblia es que Dios es justo y misericordioso. Como lo demuestran las escrituras anteriores, Dios castigará a los impíos incorregibles, pero lo hará de una forma misericordiosa. Los impíos sencillamente serán quemados y morirán para siempre—no torturados eternamente—en un infierno que nunca se apaga.