¿Qué es realmente la adoración? Con tantas prácticas de adoración diferentes en el mundo de hoy, ¿cómo podemos saber lo que realmente quiere Dios?
¿Qué significa la adoración para usted? Es vago y etéreo para muchos. Otros tienen en mente acciones y actitudes específicas (silencio absoluto o expresiones de éxtasis, manos levantadas al cielo o rostros inclinados hacia el suelo) a menudo basados en el estilo de adoración que se practica en su grupo religioso.
Pero ¿qué dice Dios? ¿Qué clase de adoración espera Él? ¿Qué le agrada y qué rechaza?
La Biblia tiene mucho que decir acerca de la adoración. En este artículo nos enfocaremos en lo que el Nuevo Testamento enseña acerca de la adoración y la práctica de la Iglesia del Nuevo Testamento.
¿Quién merece adoración?
La pregunta más importante acerca de la adoración es ésta: ¿quién debe ser adorado? La Biblia muestra que la gente ha adorado a los ángeles (Colosenses 2:18) y a dioses paganos (Hechos 7:43). También predice que en el tiempo del fin todo el mundo adorará a la bestia malvada y al dragón (Satanás) que le da poder (Apocalipsis 13:4, 8).
Pero ninguno de estos merece adoración. Son falsificaciones, estafadores y usurpadores. Si adoramos alguna de estos estaremos quebrantando el Primer Mandamiento.
¿Quién merece adoración?
“Adora a Dios” (Apocalipsis 19:10; 22:9).
Cuando Satanás el diablo le ofreció a Jesús el mundo si lo adoraba, Jesús respondió: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Lucas 4:8).
Dios Padre y Jesús, el Hijo de Dios, son dignos de adoración. Hablando de Jesucristo, Hebreos 1:6 dice: “adórenle todos los ángeles de Dios”.
¿Qué significa la palabra adoración?
Una palabra griega traducida “adoración” 60 veces en el Nuevo Testamento es proskuneo. El Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo de Vine lo define como: “‘hacer reverencia, dar obediencia a’ (de pros, hacia y kuneo, besar). Es la palabra que con más frecuencia se traduce adorar. Se usa de un acto de homenaje o de reverencia”.
El Léxico griego de Thayer agrega: “Caer de rodillas y tocar el suelo con la frente como una expresión de profunda reverencia… por lo tanto, en el N.T. arrodillándose o postrándose para rendir homenaje (a uno) o hacer reverencias, ya sea para expresar respeto o para suplicar”.
Las acciones específicas de arrodillarse y caer postrado demuestran la manera más apropiada de adoración en cuanto a la actitud y forma de acercarse a Dios.
El artículo acerca de adoración del Nuevo diccionario de la Biblia explica: “El concepto esencial en las Escrituras es ‘servicio’”. La “palabra griega latreia... originalmente significaba el trabajo de esclavos o sirvientes”.
Básicamente, la adoración es profundo respeto, reverencia, obediencia y servicio a Dios.
Mateo 4:10, que describe la respuesta de Jesús a la tentación de Satanás, usa variantes de estas dos palabras griegas: “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás [proskuneo], y a Él solo servirás [latreuo]”.
Entonces, básicamente, la adoración es profundo respeto, reverencia, obediencia y servicio a Dios.
Adoración personal
Nuestra relación con Dios requiere un compromiso personal, y la adoración es una parte esencial de ese compromiso. No sólo es nuestro Creador, sino que por el sacrificio de Cristo ha hecho posible que nuestros pecados sean perdonados y que seamos hijos de Dios para siempre.
A cambio, debemos amarlo con todo nuestro corazón y mente (Mateo 22:37), para ser un sacrificio vivo (Romanos 12:1). Debemos adorarlo en Espíritu y en verdad (Juan 4:23), lo que incluye seguir las enseñanzas de la Biblia y la dirección del Espíritu Santo. (Vea nuestros artículos de Vida, Esperanza y Verdad “¿Qué es la verdad?” y “¿Cómo saber si usted tiene el Espíritu Santo?”)
Adorar en el Espíritu también transforma nuestra vida y nuestra forma de obrar. Como explica Dios en el libro de Santiago: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:27).
También adoramos a Dios al alabarlo en oración y al crecer en lo que la Biblia llama el temor del Señor. (Vea nuestros artículos “Alabar a Dios” y “El temor del Eterno: ¿qué significa?”)
Adoración comunitaria
Además de la adoración personal, la Biblia describe la adoración comunitaria, como se lleva a cabo en los servicios de sábado y en los servicios de las fiestas de Dios (Isaías 66:23; Juan 12:20).
La Biblia no da mucha información acerca de cómo se celebraban los servicios en la Iglesia del Nuevo Testamento, excepto quizás en 1 Corintios 14, donde el apóstol Pablo les dijo a los corintios que lo estaban haciendo mal. Pero hay muchos pasajes que pueden servir para guiar nuestra adoración en los servicios de la Iglesia. El liderazgo de la Iglesia tiene la responsabilidad de establecer el formato para evitar confusiones y promover la paz y la unidad (1 Corintios 14:33, 40).
Música y alabanza
La música y la alabanza son una parte vital de adorar a Dios como congregación. Pablo animó a los efesios a que: “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”; (Efesios 5:19-20). (Ver el artículo “Cantos de alabanza”.)
El culto público también incluye oraciones de alabanza y peticiones de ayuda y guía de Dios (Hechos 4:24-31; 12:12).
Escuchamos la Palabra de Dios
Los servicios de la Iglesia también implicaban compartir y aprender la verdad de Dios. El apóstol Pablo describió algunos de los beneficios que puede traerla predicación inspirada de la Palabra de Dios: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación” (1 Corintios 14:3). Profetizar tiene un significado más amplio que sólo predecir, e incluye hablar por inspiración de Dios.
La Biblia, la Palabra de Dios, es la verdad (Juan 17:17), por lo que la Iglesia necesita escuchar la predicación de la Biblia para crecer. Pablo escribió: “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Animó a Timoteo diciéndole: “que prediques la palabra” (2 Timoteo 4:2).
Si la adoración “vana” es enseñar los “mandamientos de hombres” (Mateo 15:9), entonces la adoración correcta está basada en la enseñanza de los Mandamientos de Dios.
¿Busca la Iglesia que patrocina Vida, Esperanza y Verdad? Vea nuestra página “Quiénes somos”.
Venir ante Dios
La adoración implica venir ante la presencia de Dios.
La adoración implica venir ante la presencia de Dios en algunos pasajes de la Biblia encontramos descripciones del trono de Dios para ayudarnos a comprender el asombroso y maravilloso privilegio que tenemos de presentarnos ante Él,. Encontramos una de esas descripciones en Apocalipsis 4. Si lo desea, puede leer ese breve capítulo, pero aquí hay algunos extractos: “Los cuatro seres vivientes… no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:8-11).
Esta asombrosa escena no pretende asustarnos, sino darnos una pequeña muestra de la realidad de nuestro Creador todopoderoso y misericordioso. Él quiere que vengamos a Él. Como dice Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
Forma de adoración
Aunque los servicios de la Iglesia no se llaman servicios de adoración en la Biblia, y como anotamos anteriormente, el Nuevo Testamento no da muchos detalles acerca de cómo se llevaron a cabo los servicios de la Iglesia, pero si podemos obtener una serie de principios acerca de la forma de adoración que es agradable a Dios, y la que no lo es.
Veamos algunas instrucciones bíblicas. La Iglesia de Dios debe ser una Iglesia:
- Con sentido, no sin sentido: “Para que la iglesia reciba edificación” (1 Corintios 14:5).
- Con organización, sin confusión: “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos” (1 Corintios 14:33).
- Enfocada en el servicio, no en el egoísmo (1 Corintios 10:24; 12:7).
- Reverente, no profana o descuidada: “Sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” (Hebreos 12:28; ver también Efesios 5:4; 2 Corintios 6:16-7:1). Si desea encontrar pautas acerca de cuál es la vestimenta aceptable, consulte Mateo 22:11-13 y Santiago 2:2-4. Dios tiene estándares altos, pero su pueblo no debe discriminar a los pobres que visten lo mejor que tienen.
- Con miembros generalmente gozosos, aunque a veces compungidos o arrepentidos: “Servid al Eterno con alegría; Venid ante su presencia con regocijo” (Salmos 100:2).
Hay mucho más en la Biblia acerca de cómo quiere ser adorado Dios y cómo deberían ser los servicios de la iglesia. Para estudiar más acerca del tema, visite nuestro sitio de Vida, Esperanza y Verdad donde podrá encontrar los siguientes artículos:
- “El temor del Eterno: ¿qué significa?”
- “Cómo adorar a Dios en privado”
- “Alabar a Dios”
- “La Iglesia de Dios: ¿qué es?”
- “Convivencia cristiana”