Cada vez más parejas viven juntas antes del matrimonio. Pero las estadísticas muestran que el “efecto de la convivencia” no es el que ellos esperaban. ¿Qué dice nuestro Creador al respecto?
A pesar de que las personas que viven juntas antes del matrimonio tienen un mayor índice de divorcio que las personas que no lo hacen, muchos de los que leen las estadísticas simplemente no las creen. Ellos no creen que las posibilidades de divorcio aumenten si viven juntos antes del matrimonio.
Datos de la convivencia
Las encuestas muestran que existe un “efecto de la convivencia” negativo —las parejas que viven juntas antes del matrimonio “tienden a estar menos satisfechas en sus matrimonios— y con más probabilidades de divorciarse— que las parejas que no lo hacen” (Meg Jay, New York Times, “The Downside of Cohabiting Before Marriage” [“La desventaja de la convivencia antes del matrimonio”]14 de abril de 2012).
A pesar de esto, la mayoría de las personas que respondió a este artículo dijo que escogería vivir juntos antes del matrimonio. Muchos expresaron que creían que vivir juntos antes del matrimonio podría ayudarles a determinar si estarían felizmente casados. Ellos creen que su experiencia sería diferente —que serían la excepción a la regla.
Algunos sienten que algo está mal con las estadísticas porque tiene sentido que lo más razonable antes del matrimonio fuera vivir juntos. Al fin y al cabo, usted quiere estar seguro de que su amor es lo suficientemente fuerte para llegar a casarse, y la única manera de saberlo es viviendo juntos, o por lo menos muchos lo piensan así.
Cualquiera que sea la justificación, al parecer las relaciones de convivencia a menudo no funcionan. Varias encuestas muestran que al menos un 50 por ciento y hasta un 70 por ciento de las personas que se casan, han vivido con alguna otra persona anteriormente. La razón abrumadora dada para la convivencia antes del matrimonio era para poner a prueba la relación antes de adquirir el compromiso del matrimonio.
Desde una perspectiva humana, la razón para vivir juntos antes del matrimonio tiene sentido. Pero, ¿qué tal si vivir juntos realmente no va a fortalecer su futuro matrimonio? Hagámonos unas preguntas para ayudar a encontrar la respuesta.
¿Cuáles son los riesgos para la salud?
¿Es saludable tener relaciones sexuales antes del matrimonio?
Cada año se registran por lo menos 19 millones de casos nuevos de enfermedades de transmisión sexual en los Estados Unidos. Las mujeres se infectan a menudo dos veces más que los hombres.
Otros estudios confirman que el 80 por ciento de las personas jóvenes son sexualmente activos antes del matrimonio. No es ningún secreto que la actividad sexual antes o fuera del matrimonio eleva las probabilidades de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Cada año en los Estados Unidos, cerca de 12.000 mujeres contraen cáncer cervical. La mayoría de estos casos son debido a la transmisión sexual del virus del papiloma humano (VPH). Después de que una mujer ha sido infectada, este tipo de cáncer puede tardar años en desarrollarse.
Una vez que ha sido infectado por una ETS (enfermedad de transmisión sexual), ¡las posibilidades de transmitirla a otra persona son realmente altas! Y con tantas personas teniendo varias parejas sexuales, la propagación de las ETS se han vuelto casi epidémicas.
Y lo peor es que estos factores ni siquiera tienen en cuenta los daños físicos y psicológicos asociados a estas enfermedades ni el impacto de un embarazo no deseado. ¿Quisiera correr estos riesgos?
Relación vs compromiso
¿Está seguro de querer vivir con alguien que no quiere comprometerse?
Vivir con alguien es una relación. El matrimonio es un compromiso. “Estudios realizados por Pamela Smock, una profesora adjunta de sociología en la Universidad de Michigan, revela que puede haber una diferencia fundamental en la manera como el hombre y la mujer perciben la convivencia: las mujeres lo ven como un paso antes de casarse con ese compañero, mientras que el hombre tiende a ver la convivencia como algo que hacen antes de adquirir cualquier tipo de compromiso” (Viviendo juntos: ¿Lo perciben diferente los hombres y las mujeres?, Ivillage.com).
Para ilustrarlo, tenga en cuenta este consejo que recibe un joven de otra persona: “¿Por qué comprar la vaca si puedes conseguir la leche gratis?” ¿Están transigiendo las mujeres con sus valores al buscar una futura estabilidad, cuando en realidad están reduciendo las posibilidades de un matrimonio comprometido?
En respuesta al artículo en el The New York Times, un hombre que sólo estaba interesado en las relaciones sexuales, manifestó: “por supuesto sería más simple si yo y mi novia pudiéramos continuar como estamos, pero como siempre sucede (en todas mis relaciones) ella quiere construir un nido para los dos”. ¡De pronto esta mujer quisiera reconsiderar esa relación!
Las parejas que se van a vivir juntos por conveniencia o porque sintieron que necesitaban un periodo de prueba, son las que a menudo tienden más a divorciarse si se casan.
Consecuencias adicionales de vivir juntos antes del matrimonio
¿Ha considerado las consecuencias de tener un hijo fuera del matrimonio?
El Instituto Witherspoon, un laboratorio de ideas conservador de Princeton, New Jersey, publicó un informe titulado “El matrimonio y el bien público: diez principios”. Ellos identifican cuatro amenazas para el matrimonio, incluyendo los acuerdos de convivencia. El informe dice que estos arreglos “no son una buena alternativa para el matrimonio, más bien son una amenaza, y definitivamente no proporcionan un buen ambiente para la crianza de los niños”.
Cerca del 40 por ciento de los bebés que nacieron en los Estados Unidos durante el 2007 fueron de madres solteras, según los datos publicados por el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud. El porcentaje más alto se presentó entre las mujeres entre los 25 y 29 años. ¿Puede usted estar seguro de que su “pareja” continuará viviendo con usted y proveyendo el apoyo para la familia después de que su hijo nazca si no está comprometido lo suficiente como para casarse?
¿Es sagrado el matrimonio?
Según algunas personas el matrimonio ya no es un ritual sagrado. Para ellas es sólo un paso creado por el hombre en una relación, entonces no debería importar si las personas deciden vivir juntas antes del matrimonio. Si ciegamente la evolución desarrolló estos cuerpos maravillosos que llamamos varón y hembra, entonces debería ser así.
Sin embargo, si Dios —que también creó el matrimonio y la familia— es nuestro Creador, entonces debemos tener en cuenta sus instrucciones. Sus mandamientos prohibiendo las relaciones sexuales fuera del matrimonio, no son difíciles de encontrar o entender (Éxodo 20:14; Gálatas 5:19; 1 Corintios 6:18).
Además, si usted cree, como lo hizo el apóstol Pablo, que los amorosos lazos del matrimonio, brindan una hermosa analogía de Jesucristo y la Iglesia (Efesios 5:31-32), piénselo cuidadosamente. Antes de vivir juntos, piense seriamente en las consecuencias —para sus emociones, su salud, sus probabilidades de éxito en su matrimonio y para su relación con Dios.
Muchos de los que leen esas estadísticas desalentadoras, no prestan atención. Parece que cada persona cree que su situación es diferente —él o ella serán uno de esos que encuentran la verdadera felicidad. Pero nuestro amado Creador sabe que eso no es cierto. Él quiere salvarnos de esas consecuencias negativas. ¿Cómo le explicaría su decisión a Él?
Evite el efecto de la convivencia y en lugar de aceptar el camino apoyado por la investigación, ¡escoja el camino ordenado y respaldado por el Creador de toda la humanidad! Como escribiera un esposo muy feliz: “Mi esposa es un gran tesoro por el cual tuve que esperar pacientemente. Ella quedó grabada en mi mente y en mi corazón como una joya de valor incalculable desde el principio”.
Para más información acerca de las relaciones apropiadas antes del matrimonio, vea el artículo “Séptimo mandamiento: No cometerás adulterio”.