¿Por qué Dios va a enviar las plagas de las siete trompetas?

En el libro del Apocalipsis siete trompetas anuncian unas terribles plagas. ¿Por qué Dios ha decidido que esto es necesario antes del regreso de Cristo? ¿Cuál va a ser el resultado?

¿Por qué Dios va a enviar las plagas de las siete trompetas que se mencionan en el libro de Apocalipsis? ¿Cuál es el propósito de estas plagas y cómo preparan al mundo para la segunda venida de Jesucristo?

Este breve artículo no va a analizar las siete plagas en sí, pero usted puede encontrar las primeras seis en Apocalipsis capítulos 8 y 9, y la séptima trompeta anunciada en Apocalipsis 11 y continúa a través de gran parte del resto del libro. También tenemos un artículo acerca de “Cómo las siete trompetas de Apocalipsis afectarán a la humanidad”.

Pero en este artículo veremos por qué.

El gran día de su ira

El apóstol Juan plantea el escenario de las siete trompetas en Apocalipsis 6. Esto acontece al final del sexto sello —las señales celestiales— justo antes de que el séptimo sello se abra para revelar las siete trompetas.

En Apocalipsis 6:17 Juan cita a las personas de esa época que grita temerosa: “porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

¿Por qué Dios está tan enfadado? ¿Por qué el Cordero —el amado hijo de Dios que dio su vida por nosotros y que quiere que todos estén en su familia— estaría tan enojado con el mundo que le envía estas plagas?

Dios aborrece el pecado

Un par de escrituras importantes de Isaías ayudan a explicar por qué Dios está enojado. Isaías 58:1 dice: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”.

Dios aborrece el pecado porque es la antítesis de lo que Él es. Nos destruye. Causa el dolor y el sufrimiento de nuestro mundo, las familias separadas, la violencia, la angustia mental, las vidas sin sentido y las muertes sin propósito. Satanás usa el pecado para tratar de frustrar el plan de Dios y evitar que nos convirtamos en hijos de Dios. (Aprenda más en nuestro artículo “¿Qué es el pecado?”.)

El siguiente capítulo de Isaías describe estas razones adicionales por las cuales Dios odia el pecado:

“pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír... Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz. sangre; sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; desperdicio y destrucción están en sus caminos. Camino de paz no han conocido, y no hay juicio en sus caminos” (Isaías 59:2, 7-8).

Dios ve el daño permanente que el pecado puede causar: ¡la muerte eterna! Por eso utiliza castigos temporales para tratar de llamar nuestra atención.

El Día del Señor: un llamado al arrepentimiento

El libro de Joel también habla de este gran día de la ira de Dios, usando el nombre más común a lo largo de toda la Biblia: el Día del Señor. Joel 2:1 dice: “Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día del Eterno, porque está cercano”.

Dios continúa en los versículos 12-13: “Por eso pues, ahora, dice el Eterno, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”.

Los castigos de Dios tienen el propósito de llamarnos al arrepentimiento. Dios quiere perdonar a las personas y hacer que se conviertan en personas correctas delante de Él. Él quiere que seamos sus hijos. (Aprenda más en nuestros artículos “¿Qué es el arrepentimiento?” e “Hijos de Dios”).

¿Por qué siete plagas?

Si una plaga fuera suficiente para despertar a todos, eso es todo lo que Dios usaría. Pero obviamente se van a necesitar las plagas de las siete trompetas para poder llevar finalmente a este mundo al arrepentimiento.Pero, ¿por qué Dios necesita siete aterradoras plagas para llevar a las personas al arrepentimiento? El final de Apocalipsis 9 es una profecía de lo que va a suceder aún después de que las seis primeras plagas destructivas han ocurrido.

“Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos” (Apocalipsis 9:20-21).

Si una plaga fuera suficiente para despertar a todos, eso es todo lo que Dios usaría. Pero obviamente se van a necesitar las plagas de las siete trompetas para poder llevar finalmente a este mundo al arrepentimiento. Satanás ha hecho todo lo posible desde los tiempos de Adán y Eva para que la humanidad no experimente un sentimiento de culpa por quebrantar las leyes de Dios. Ha trabajado para convencer a la gente de que las leyes de Dios no son válidas, y para hacer que el arrepentimiento parezca inútil, ridículo o tonto.

Después de la séptima trompeta

Jesucristo será anunciado como Rey de Reyes cuando suene la séptima trompeta (Apocalipsis 11:15). El versículo 18 resume muchos de los acontecimientos de esa séptima trompeta y después: “Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.

Aquellos que han estado destruyendo el mundo serán destruidos. Las naciones airadas serán derrotadas, y la justa ira de Dios habrá cesado. Jesucristo y los santos estarán listos para gobernar, y para enseñar a los que sobrevivan a ese terrible período y estén dispuestos a arrepentirse.

¡Después de todas esas malas noticias, las mejores noticias que se hayan profetizado alguna vez serán cumplidas! Y la gente del mundo finalmente estará lista para escuchar —y para arrepentirse— y para cambiar. ¡El trauma de las plagas de las siete trompetas será opacado por el maravilloso mundo de mañana que vendrá! ¡Que Dios apresure ese gran día!

Lea más acerca de las plagas y de cómo evitarlas en nuestros artículos “¿Qué es el día del Señor?” y “La ira de Dios: cómo sobrevivir a ella”. Lea más acerca de las buenas noticias que vendrán después de ese momento, en nuestro artículo “Las mejores noticias de la historia”.

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