De la edición Noviembre/Diciembre 2023 de la revista Discernir

¿Puede una familia reconstituida ser bendecida?

Dios diseñó la estructura familiar para que fuera compuesta por un esposo, una esposa y sus hijos. ¿Pero qué sucede cuando hay estructuras familiares que se rompen? ¿Puede una familia reconstituida ser bendecida?

Dios es el arquitecto de la estructura familiar. En Génesis 1:27-28 leemos cómo Dios creó a los seres humanos hombre y mujer, los bendijo como una familia y les instruyó que debían reproducirse. En ese momento se patentó la primera familia física en la Tierra y se convirtió en la imagen de la estructura familiar diseñada por Dios.

Pero el hombre se desvió de Dios.

Después de eso la estructura familiar se distorsionó. Las desviaciones de lo que Dios quería para la familia nos han dejado con unas situaciones familiares innumerables que ahora debemos aprender a manejar.

Diferentes estructuras familiares, diferentes retos

Este artículo va a mencionar algunas de las situaciones familiares más comunes y a plantear algunas formas en las que estas familias reconstituidas pueden complacer a Dios.

Buscamos el consejo de varios ministros que hayan tenido la oportunidad de hacer la consejería con familias que están en situaciones difíciles. Muchas situaciones familiares pueden mejorarse y, de hecho, han sido mejoradas por la consejería. Buscar un consejo sabio, esto es un enfoque bíblico que nos ayuda a enfrentar una gran variedad de asuntos (Proverbios 15:22).

A continuación, mencionaremos algunas de las situaciones familiares más comunes que los ministros que yo entrevisté se han encontrado a lo largo de los años:

1. Segundas nupcias

Una persona se vuelve a casar básicamente después de la muerte de su cónyuge o después de un divorcio. En la sociedad actual volverse a casar después del divorcio parece ser tan común como los matrimonios por primera vez.

Casarse después del divorcio, aparte de unas pocas situaciones específicas, se considera un pecado en la Biblia (Mateo 19:3-9). Las Escrituras nos muestran cómo existen algunas situaciones específicas en donde Dios permite volvernos a casar. (Lo invitamos a visitar nuestro artículo en línea “Divorcio y segundas nupcias en la Biblia”.)

El propósito de este artículo no es profundizar en cada situación específica de divorcio y segundas nupcias. Queremos mostrar un camino por el cual una pareja que ya se ha vuelto a casar puede complacer a Dios y tener un matrimonio y una familia que puede ser bendecida.

Por supuesto, para complacer a Dios, debemos comenzar con el arrepentimiento. El arrepentimiento involucra hacer cambios para sobreponernos a los pecados. En situaciones de divorcio, el arrepentimiento de los pecados cometidos en el primer matrimonio es un paso fundamental.

Hechos 3:19 nos instruye: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Por lo tanto, el primer paso para desarrollar una familia reconstituida que pueda ser bendecida por Dios, es ir delante de Él y pedirle su ayuda —su perdón, cuando sea necesario— y entregarle su matrimonio y su familia a Él. Sólo entonces pueden un hombre y una mujer avanzar en su nuevo casamiento confiando en recibir las bendiciones de Dios.

Es imprescindible que un hombre y una mujer que se han vuelto a casar, no comparen a su nueva pareja con la anterior. Hacerlo, sólo va a producir resentimiento, celos, sentimientos de inferioridad y expectativas que no son reales. Ya sean buenas o malas las experiencias de un matrimonio anterior, no deben formar parte de un matrimonio subsecuente.

Dios le ordena al esposo y a la esposa que se amen y se respeten (Efesios 5:22-25). Ellos deberían ver el matrimonio como un compromiso indisoluble sellado por Dios (Mateo 19:6). Cualquier cosa antes de este compromiso debería ser considerado irrelevante.

El verdadero arrepentimiento de los pecados pasados y el compromiso con Dios y con la otra persona con la cual ahora tienen la meta de avanzar juntos, creará un matrimonio y una familia que puede ser bendecida por Dios.

2. Padrastros e hijastros

Cuando las personas se vuelven a casar, ya sea después de un divorcio o de la muerte de la pareja, con frecuencia este conlleva además otro elemento agregado que es una relación de padrastro o madrastra con el hijastro. Esta nueva dinámica puede ser una gran bendición para la familia, pero también algo muy difícil de hacer, aun si ambos padres están firmes en su fe y su dedicación a Dios.

Hay muchas formas en que los cristianos pueden manejar la dinámica de la nueva familia de una manera correcta. Y hay muchas formas en que los padrastros o madrastras y sus hijastros se pueden llegar a ahogarse en dudas, temores, ira, frustración y un sentimiento de fracaso.

Veamos algunos factores que deberían tener en cuenta los padrastros, madrastras y sus hijastros:

  • El padrastro. Volverse el padre de un hijo instantáneamente implica muchas cosas que debemos considerar.

Una de las cosas importantes es que el padre biológico debe tomar el liderazgo cuando se trata de la corrección. Cuando un padrastro decide realizar un papel correctivo muy pronto, esa relación puede ser afectada de una forma devastadora. Después de desarrollar la confianza y cercanía, ambos padres pueden desempeñar un papel disciplinario.

En su intento por desarrollar confianza y obtener favor con los niños, un padrastro puede algunas veces tratar de ser un amigo o confidente, pero esto también puede ir en detrimento de la estructura familiar adecuada. Este enfoque logra opacar el papel de cada padre y puede disminuir el papel del padre biológico.

En vez de sólo tratar de ganar el favor de un hijastro, el ser consistente, confiable, honesto y amoroso en palabras y hechos es la forma según Dios para llegar a ganar la confianza y el respeto de un hijastro. Este enfoque es bíblico y permite dar un ejemplo adecuado de lo que es un padre según Dios.

Además de ser amoroso, el padrastro y el padre biológico no deben hablar mal del otro padre biológico. La falta de respeto por el otro padre del niño va a levantar una barrera entre padres e hijos. Éste no es un enfoque cristiano en la labor de educar hijos y es contrario a la instrucción de Dios de no exasperar a nuestros hijos, “para que no se desalienten” (Colosenses 3:21).

Así como puede ser difícil desempeñar el papel del padrastro, puede también ser muy difícil ser un hijastro. Los padres (tantos los biológicos como los que no lo son) debieran esforzarse por estar sintonizados con las emociones del niño para poder saber si se siente o no cómodo hablando acerca de sus sentimientos, especialmente aquellos relacionados con la nueva estructura familiar. Es aún más crítico para los hijos más grandes. La ventana de oportunidad para tener una influencia positiva en un hijastro se puede cerrar muy rápidamente. Un padrastro necesitará estar listo en cualquier momento para aprovechar la oportunidad de conectarse con el hijo.

Los padres nunca deben olvidar que los hijos en las familias reconstituidas, van a pasar por más dificultades emocionales que los demás. No sólo que ellos podrían estar sufriendo más, sino que tampoco tienen la madurez para entender cómo pueden afrontar adecuadamente la nueva situación. La paciencia y la perseverancia son dos elementos clave para mantener una estructura familiar según Dios. Aunque estos dos elementos son importantes para cualquier situación familiar, cuando se trata de ser padrastros, la paciencia y la persistencia son de capital importancia.

No se rinda con los niños. No se rinda con la esposa. No se rinda con la familia.

La confianza y dependencia de Dios y su fortaleza, son de vital importancia para construir y desarrollar una familia enfocada en Dios, aunque sea reconstituida.

  • Hijastro. Ser un hijastro viene acompañado de una amplia variedad de emociones. Los niños tal vez hayan perdido de vista un padre biológico por muerte, o tal vez estén teniendo que afrontar el duelo y la pérdida. O el niño tal vez todavía tenga y ame a ambos padres biológicos, pero siente que tiene que escoger entre los dos —tal vez se sienta atrapado en la refriega.

Además de estas emociones está la inmadurez de la juventud y se convierte en algo muy fácil de entender el por qué los hijastros luchan mucho más de lo que nosotros nos damos cuenta y por qué es común para ellos expresar sus temores, dolores e incertidumbre a través de un comportamiento o una conducta iracunda o irascible, que no es correcta, o se aíslan o son indiferentes.

En éste y todos los casos, la tarea de los padres es asegurarse den que los hijastros reciban el amor, la guía y, en ciertos momentos, la corrección que necesitan para desarrollarse de una manera que esté de acuerdo con Dios.

Los hijastros también necesitan tener una comunicación respetuosa, franca, amorosa con sus padres, para poder trabajar efectivamente con el cúmulo de emociones que vienen con el hecho de estar en una familia reconstituida.

Dios requiere que todos los niños (tanto biológicos como adoptivos) muestren amor, respeto y honra a sus padres. Específicamente instruye a los niños: “honra a tu padre y a tu madre” (Efesios 6:2), y se complace con los niños que obedecen a sus padres (Colosenses 3:20; Proverbios 15:20).

3. Miembros de familia que abusan

Tristemente no todos los miembros de la familia siguen las instrucciones de Dios de amar, cuidar y respaldarse entre sí. Algunas veces un miembro de la familia puede ser hostil —aun abusivo— con otros miembros de la familia. Este problema puede ser aún más evidente en las familias reconstituidas, ya que hay una oportunidad mayor de contención entre los nuevos integrantes de la familia o entre los hijastros y los padrastros.

Como sucede con todas las cosas, es importante ir a Dios en oración pidiéndole protección, sanidad y sabiduría para su familia.

Con esto en mente, hay momentos en que una relación se puede convertir en algo tóxico hasta el punto de no ser segura. Si una relación se ha vuelto abusiva, no es segura, o amenaza la vida, aquellos que están involucrados inmediatamente deberían buscar ayuda profesional y consejo sabio.

Ni los padres ni los hijos, deben someterse nunca a ello, a una situación que les pudiera dañar, ya sea física o emocionalmente. Obtener la ayuda adecuada en cada situación es la forma correcta de encararla. Como ya mencionamos, buscar consejo sabio es un principio bíblico.

Reconstituir las familias según Dios

Las Escrituras no muestran muchos casos de segundas nupcias. Sin embargo, hay principios bíblicos que si los aplicamos pueden hacer de un matrimonio subsecuente un éxito y una unión bendecida.

Por encima de todo, la clave de una familia reconstituida exitosamente es comprometer el matrimonio y la familia a Dios y buscar su fortaleza, ciencia, sabiduría, perseverancia y amor, todo lo cual son elementos necesarios.

Una familia reconstituida puede ser bendecida por Dios, mientras las instrucciones de Dios, su guía y sus mandamientos sean el fundamento de la familia.

Si desea profundizar en este tema, lo invitamos a que estudie nuestros artículos en línea: “Cuatro claves para fortalecer una familia reconstituida” y “Padrastros”.

 

Recuadro: Algunas consideraciones antes de volverse a casar

Analicemos unas pautas que podemos tener en mente si estamos considerando volvernos a casar. Medite y ore acerca de estas cosas, esto puede ayudarle a prepararse para un matrimonio según Dios.

  • Es importante utilizar la consejería familiar en el caso de aquellas personas que tienen hijos y están considerando volverse a casar; esa consejería matrimonial para las parejas y familias es muy importante.
  • Las tasas de divorcio del segundo matrimonio son más altas que las del primero, entonces algunos consejeros advierten que un período largo de noviazgo sin tener actividad sexual es crucial para un matrimonio exitoso. La Escritura definen el sexo fuera del matrimonio como algo inmoral (Hebreos 13:4).
  • Analice profundamente cómo puede mejorar en su segundo matrimonio, superando los pecados y evitando los errores.
  • Haga una lista exhaustiva de lo que usted espera de su futura pareja. Discuta estas expectativas y si estas necesidades no pueden ser cumplidas, termine el noviazgo.
  • Un nuevo matrimonio con frecuencia implica mezclar las finanzas y las familias. Analice cuidadosamente las implicaciones financieras y el impacto que los hijos van a tener en el matrimonio.

Si desea más información lo invitamos a ver nuestros artículos: “Divorcio y segundas nupcias en la Biblia”, “La importancia de la consejería prematrimonial” y “¿Cómo funcionan los grandes matrimonios?”.

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