El pecado imperdonable: ¿cuál es?

¿Hay pecados tan malos que Dios no puede perdonarlos? Si es así, ¿cuáles son? ¿Qué enseña la Biblia acerca del pecado imperdonable?

Hay tres ocasiones en las Escrituras en que se nos advierte acerca de un pecado que no puede ser perdonado. Estas tres ocasiones se refieren al pecado de rechazar a Dios deliberada y voluntariamente, bien sea al negar la obra del Espíritu Santo o el sacrificio de Jesucristo por medio del cual es perdonado el pecado.

La blasfemia contra el Espíritu

En Mateo 12:31 Jesús advierte a los fariseos que: “…la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada…ni en este siglo ni en el venidero” (v. 32). Blasfemar significa envilecer, despotricar o hablar mal.

Los versículos 22-30 nos dan el contexto de esta afirmación. Jesús había sanado a un hombre poseído por el demonio. Las personas que presenciaron este milagro entendieron que era una evidencia de que Jesús era el Mesías (v. 23). Pero en su intento por desacreditar a Jesús y desviar intencionalmente al pueblo, los fariseos lo acusaron de sanar a este hombre por el poder de Satanás (Beelzebú).

Jesús advirtió a los fariseos que ellos sabían que Él había realizado el milagro por el poder de Dios y sin embargo deliberadamente lo negaban y atribuían esto al poder de Satanás y esto era una clase de blasfemia que no podía ser perdonada.

La apostasía

El segundo pasaje se encuentra en Hebreos 6:4-6: “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio”.

Este pasaje describe a una persona que ha llegado a entender y a aceptar el perdón de Dios de sus pecados por medio de Jesucristo y ha recibido el don del Espíritu Santo pero después de esto, de una manera voluntaria e intencional, se aleja de este entendimiento. Esta es una persona que no quiere arrepentirse, por lo tanto no puede ser perdonada. El pecado no puede ser perdonado si es un pecado del cual la persona se rehúsa a arrepentirse—lo que constituye, un acto de rechazo del sacrificio de Cristo e intencionalmente preferir el pecado al arrepentimiento, perdón y obediencia.

Pecar “voluntariamente” es un pecado imperdonable

El tercer pasaje que menciona el pecado imperdonable es Hebreos 10:26-27. Dice: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrifico por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”.

Este “pecar voluntariamente” describe a una persona que se rehusa por completo a someterse a la ley de Dios o a arrepentirse, aunque entiende cabalmente que debería hacerlo. Su carácter, voluntad y deseo están determinados; y rechaza deliberadamente y se rebela contra Dios. No hay sacrificio ni perdón para los pecados de aquel que conoce a Dios y sabe que se debe arrepentir y aceptar el sacrificio de Jesús pero se niega a hacerlo.

Aquellos que se arrepienten verdaderamente no han cometido el pecado imperdonable

Ocasionalmente todos pecamos por debilidad o ignorancia. Algunas personas tienen hábitos o patrones de pecado en los cuales caen a veces aunque están tratando de sobreponerse a ellos. Mientras nos arrepintamos genuinamente y pidamos perdón y tratemos con diligencia de esforzarnos por obedecer a Dios, podemos confiar en que nuestros pecados nos son perdonados. Juan nos asegura: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

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