En Mateo 24:14 Jesús profetizó que su Iglesia iba a predicar el evangelio a todo el mundo en los tiempos del fin. ¿Se está cumpliendo esta profecía hoy en día?
En el artículo anterior de esta serie estudiamos la profecía de Jesús que dice que el pueblo de Dios va a ser odiado por todas las naciones en el tiempo del fin y se va a enfrentar a una violenta persecución.
Pero después de que Jesús hablara acerca de estos peligros, hizo una profecía mucho más optimista acerca de su pueblo. A pesar del hecho de que serán una minoría no muy popular, dijo que van a hacer algo:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Como muchas otras profecías del Monte de los Olivos, no se trata de un evento futuro específico. Se trata de un esfuerzo continuo que se ha llevado a cabo durante mucho tiempo.
De cierto modo, es tanto una misión como una profecía. Jesús le estaba diciendo a su pueblo lo que se le ha encomendado hacer al declararlo como una profecía en términos absolutos.
Él dijo que iba a suceder.
Jesucristo quería que esta profecía impulsara y motivara a un grupo relativamente pequeño y débil de personas a hacer algo grande.
Analicemos esta profecía sección por sección para ver qué verdades podemos aprender de ella.
“Este evangelio del reino”
Las primeras cinco palabras de Mateo 24:14 identifican el evangelio que Jesús dijo que iba a proclamar su Iglesia —el evangelio del Reino.
Marcos menciona que éste era el mismo mensaje que Jesús predicaba desde el principio de su ministerio público: “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:14-15, énfasis añadido).
El relato de Mateo nos dice lo mismo —Jesús predicó el evangelio del Reino (Mateo 4:23; 9:35).
Esto es significativo, porque revela una característica importante para identificar la verdadera Iglesia de Dios en los tiempos modernos. Hay muchas organizaciones religiosas que hablan acerca de Jesús y afirman representarlo —pero muy pocas de ellas dicen algo acerca de “el evangelio del Reino” en su misión o hacen del “Reino de Dios” un tema central de su predicación.
Muchos predican acerca de Jesús hoy en día, pero dicen poco (o nada) acerca de su mensaje real.
Su mensaje estaba centrado en el Reino de Dios. Ese mensaje abarca muchas verdades y todas giran en torno a la verdad fundamental de que el propósito principal de Dios es establecer su gobierno en esta Tierra —y que los seres humanos pueden formar parte de ese gobierno entrando en su familia.
Cuando se entiende completamente el verdadero evangelio del Reino, responde a las principales preguntas de la vida humana.
“Será predicado”
La palabra en idioma griego que se traduce como “será predicado” en español es el verbo kerysso. Según el diccionario griego de Thayer, la palabra significa “ser un heraldo... proclamar a la manera de un heraldo; siempre con un dejo de formalidad, solemnidad y una autoridad que debe ser escuchada y obedecida”.
La predicación usualmente implica la proclamación de un mensaje que apela al corazón e impulsa a la acción (Mateo 4:17; Marcos 1:14-15; Lucas 24:47; Hechos 8:12).
Cuando comparamos esto con las instrucciones que Jesús les dio a sus discípulos en Mateo 28, vemos que ahí Jesús utilizó una palabra diferente para describir cómo su Iglesia iba a difundir su mensaje. En Mateo 28:19, Él dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”(énfasis añadido).
El verbo que se traduce como “enseñar” es matheteuo, que es un término académico que significa “hacer un discípulo [estudiante]; enseñar, instruir”. Esto describe la instrucción sistemática de las verdades de la Biblia de una manera lógica que ayuda a la gente a comprender claramente el mensaje y cómo se aplica a ellos.
Cuando se proclama el evangelio, normalmente incluye una mezcla de predicación y enseñanza. En Hechos 28:31, leemos acerca del apóstol Pablo “predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (énfasis añadido). (Para más ejemplos de esto en acción, lea Hechos 5:42; 15:35; Colosenses 1:28; 1 Timoteo 2:7.)
“En todo el mundo”
Jesús tenía claro que su Iglesia iba a predicar (y enseñar) el mensaje del evangelio a nivel mundial. Este esfuerzo comenzó poco después de que la Iglesia recibió el Espíritu Santo. El Espíritu Santo les dio el poder para “seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8, énfasis añadido).
Pablo también escribió que el evangelio se debía difundir “hasta los fines de la tierra sus palabras” (Romanos 10:18).
Los apóstoles del primer siglo se esforzaron por difundir el mensaje del evangelio a lo largo y ancho del mundo, pero realmente no les fue posible llegar “hasta los fines de la tierra”. Predicaron en todo el mundo conocido que fuera posible recorrer a pie, pero no fue sino hasta la era moderna que este versículo se cumplió plenamente.
La Iglesia de Dios sigue haciendo todo lo posible para que el mensaje del evangelio sea accesible a “todas las naciones” alrededor del mundo.
En el siglo XX, la Iglesia de Dios comenzó a aprovechar las nuevas tecnologías de comunicación masiva, como la radio y la televisión, para difundir el evangelio en lugares que nunca antes había llegado. Hoy en día, internet brinda una herramienta aún más poderosa para que la Iglesia llegue a todas las naciones.
Unas palabras más adelante, Jesús reitera este punto diciendo que el evangelio irá a “todas las naciones”.
La Iglesia no sólo está encargada de hacer un trabajo comunitario local. Va a trabajar (y debe hacerlo) con ahínco para difundir el verdadero evangelio “a todas las naciones”. Las circunstancias actuales hacen que sea difícil (y a veces imposible) llegar a algunas naciones debido a las ideologías y restricciones de ciertos gobiernos. Pero la Iglesia de Dios sigue haciendo todo lo posible para que el mensaje del evangelio sea accesible a “todas las naciones” alrededor del mundo.
“Para testimonio”
Jesús dijo que el evangelio iba a ser predicado “para testimonio”.
La palabra griega que se utiliza para testigo es martyrion. De esta palabra griega se desprende la palabra mártir (morir por algo), pero la palabra griega original significa simplemente un testimonio. El erudito griego Spiros Zodhiates la define como “la declaración que confirma o da a conocer cualquier cosa” (The Complete Word Study New Testament [El estudio completo de las palabras del Nuevo Testamento], p. 934).
En el Nuevo Testamento, la palabra se utilizaba para describir a los apóstoles que daban un testimonio —un relato preciso de los hechos— acerca de los acontecimientos que rodeaban la vida de Jesucristo en su condición de Mesías (Hechos 1:21-22; 4:33; 5:32).
Desde la muerte del apóstol Juan, el último de los apóstoles originales, no es posible que nadie dé un testimonio ocular de los eventos bíblicos de la misma manera. Pero la profecía de Jesús afirma dogmáticamente que se va a seguir dando un testimonio.
Los escritores y el personal de la revista Discernir trabajan arduamente para brindarle a nuestros lectores un testimonio claro y preciso del verdadero evangelio —y de las muchas verdades que están relacionadas con él. Aunque la mayoría de la gente va a rechazar el testimonio dado por el pueblo de Dios, debe seguir proclamándose, aunque sólo sirva de advertencia para algunos (Ezequiel 33).
“Y entonces vendrá el fin”
Jesús termina Mateo 24:14 diciendo que el trabajo de predicar el evangelio al mundo será hasta “el fin”. En este contexto, “el fin” se refiere a la segunda venida de Cristo —que marca el final “del presente siglo malo” (Gálatas 1:4).
Debemos darnos cuenta de que hay otras profecías que muestran que la forma en que se predica el evangelio va a cambiar al final de esta era. Vendrá un tiempo en el que “el poder del pueblo santo” —la Iglesia— “será dispersado” (Daniel 12:7), y con ello habrá “hambre en la tierra... de oír la palabra del Eterno” (Amós 8:11).
La Biblia indica que la persecución va a ser la causa de esto. Algunos del pueblo de Dios van a ser martirizados y otros van a ser escondidos y protegidos durante la Gran Tribulación (Apocalipsis 12:14-17).
Aunque viene una época en que el esfuerzo organizado para predicar el verdadero evangelio va a ser detenido por la fuerza, el evangelio se va a seguir predicando. El libro del Apocalipsis muestra que Dios va a utilizar dos hombres especiales (“mis dos testigos”, Apocalipsis 11:3) para predicar el evangelio durante los tres años y medio de la Gran Tribulación.
Para aprender más acerca de estos hombres, lea nuestro artículo “Los dos testigos”.
La obra de Dios en la actualidad
La profecía registrada en Mateo 24:14 no es algo lejano en el futuro o algo que ya se hizo y se terminó. De cierto modo, en este momento mientras usted lee esta revista, esto se está cumpliendo.
La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, que publica la revista Discernir y patrocina VidaEsperanzayVerdad.org es impulsada por este encargo profético. Somos pequeños, pero estamos decididos a predicar el verdadero evangelio del Reino a todas las naciones como testimonio antes de que llegue el final.