Algunas personas proponen un día de reposo semanal para ayudar a sanar la Tierra. Parece una idea noble, pero ¿podría ser sólo otro remplazo del día de reposo de Dios?
¿Ha escuchado hablar acerca del Green Sabbath Project [Proyecto del Día de Reposo Verde]?
En la página inicial de su sitio web, se encontrará con estas palabras:
“¿No puedes hacer nada por el medio ambiente?
“Nada puede ser una de las mejores cosas que puedes hacer”.
“Un día a la semana. Hacer nada”.
“Tómate un día de la semana para descansar. Haz que sea un verdadero shabat. Por ti. Por la Tierra”.
“No conduzcas. No compres. No construyas”.
“Sal a caminar. Come con amigos. Juega o lee con los chicos. Canta. Medita”.
Un movimiento similar se llama Earth Sabbath [Día de Reposo de la Tierra], y en su sitio web afirma:
“Dele a la Tierra un descanso un día a la semana, cada semana, o una mañana, una tarde, incluso una hora”.
El mundo actual no es tan religioso como el de generaciones pasadas, así que ésta puede parecer una idea noble. Pero para cualquiera que entiende la Biblia, es más bien una reinvención del sábado que Dios creó para una audiencia secular, con el enfoque de salvar la Tierra, no de acercarse a Él.
“Un verdadero shabat” dice el sitio web. Pero en realidad, este proyecto no tiene nada que ver con el sábado verdadero y demuestra la gran ignorancia que hoy en día existe acerca del día de reposo.
¿Qué dice la Biblia acerca del día de reposo verdadero? ¿Cómo se creó? ¿Cuál es su propósito? ¿Y cómo será el futuro de quienes se esfuercen por guardarlo?
El día de reposo bíblico es el séptimo día de la semana
Quizá haya escuchado a alguien decir: “El domingo es mi día de reposo” o “Yo adoro a Dios todos los días”. Esta idea implica que ningún día es especial, todos los días son iguales.
Pero ¿es eso verdad?
La primera mención del día de reposo en la Biblia se encuentra en sus primeras páginas. Cuando Dios terminó la creación, descansó en el séptimo día, bendiciéndolo y santificándolo (es decir, apartándolo para un propósito santo). El relato de la creación muestra que un “día” bíblico comienza y termina con la puesta de sol (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31; compare Levítico 23:32).
Más tarde, en el cuarto de los Diez Mandamientos, Dios ordenó la observancia del séptimo día como el día de reposo (Éxodo 20:10; Deuteronomio 5:14).
El séptimo día comienza el viernes a la puesta de sol y termina el sábado a la puesta de sol. Esto no es nada nuevo para los cristianos que guardan el sábado ni para los judíos, pero muchas personas no lo saben.
Sin embargo, como ha ocurrido con muchas de las cosas de Dios, los seres humanos comenzaron a cambiar los días. En la actualidad, la mayoría ha adoptado la tradición romana de comenzar los días a la medianoche en lugar de a la puesta de sol como indica la Biblia (Génesis 1:5; Levítico 23:32).
¡Y la semana también se ha confundido! Dependiendo de la cultura y religión, el primer día de la semana puede ser el sábado, el domingo o el lunes en los diferentes calendarios del mundo.
Pero, sin importar cuánto los humanos se alejen de las definiciones bíblicas del día o la semana, Dios nunca ha cambiado ni les ha dado autoridad para cambiar el ciclo de siete días establecido en Génesis, que continúa intacto hasta hoy. El día de reposo de Dios siempre ha sido y será el séptimo día de la semana, desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado.
Pero, ¿cuál es el propósito del día de reposo? ¿Por qué lo estableció Dios?
En el sábado, descansamos de nuestro trabajo
En el Cuarto Mandamiento, Dios dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8) y explica que, al hacerlo, seguimos su ejemplo en la creación, cuando trabajó seis días y descansó el séptimo (Éxodo 20:11).
El relato de Génesis dice que “[Dios] reposó el día séptimo de toda la obra que hizo” (2:2). La palabra “reposo” en hebreo es shâbath, un verbo que es raíz de la palabra “sábado”, que significa detenerse, dejar de trabajar, cesar la labor. Dios cesó de su trabajo en el séptimo día como un ejemplo para que nosotros hagamos lo mismo.
Una idea común en la actualidad (similar a lo que promueve el proyecto Día de Reposo Verde) es que guardar el día de reposo es simplemente tomarse un descanso —apartar tiempo sólo para relajarse. Quienes tienen una perspectiva religiosa tal vez crean que deben ir a la iglesia en ese día, pero pasan el resto del tiempo haciendo sus cosas —recreándose, llevando a cabo tareas personales, etcétera.
¿Era ésa la intención de Dios? Para nada.
Dios apartó el sábado con un propósito especial. En lugar de cumplir nuestros propios deseos y buscar nuestro placer, debemos deleitarnos en el camino de Dios, adorarlo y hacer lo que a Él le agrada (Isaías 58:13-14). Para descubrir más acerca de esto, le invitamos a leer “El día de reposo: un día de refrigerio”.
Someterse a la autoridad de Dios
Pero queda una pregunta básica: ¿puede un humano, un gobierno o incluso una institución religiosa cambiar el día de reposo a otro día?
La Iglesia Católica Romana, por ejemplo, dice que tiene la autoridad para cambiar el día de reposo al domingo. Su respuesta a la pregunta "¿Por qué motivo, para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo?”, es:
¿Veremos en el futuro crecientes presiones para quienes guardan el mandamiento del día de reposo de Dios, no sólo por parte de fuerzas religiosas, sino también de seculares?
“Para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo, porque éste es el día de la resurrección de Cristo. Como ‘primer día de la semana’ (Marcos 16:2), recuerda la primera creación; como ‘octavo día’, que sigue al sábado, significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Es considerado, así, por los cristianos como el primero de todos los días y de todas las fiestas: el día del Señor, en el que Jesús, con su Pascua, lleva a cumplimiento la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios” (vatican.va).
Si leemos esto con detenimiento, notaremos que, aunque se cita una escritura que menciona el “primer día de la semana”, no se presenta ningún respaldo bíblico que autorice cambiar el día que Dios estableció y ordenó que guardemos como santo. El razonamiento no tiene respaldo en las Escrituras, es un razonamiento meramente humano.
De hecho, la explicación comienza con la suposición de que Jesucristo murió en sábado y fue resucitado en domingo, pero la Biblia demuestra que eso es falso. En realidad, Jesús murió al final del día de la Pascua, un miércoles por la tarde ese año, y fue resucitado un sábado por la tarde, exactamente tres días y tres noches después. Si desea comprobar esto lo invitamos a leer “¿Cómo se cuentan tres días y tres noches?”.
Pero debemos analizar la premisa base: ¿le dio Dios a la Iglesia Católica la autoridad para cambiar el día que Él estableció para adorarlo cada semana?
Es interesante que los católicos son bastante honestos al respecto y afirman de una forma directa su creencia de que Dios le dio a la Iglesia Católica la autoridad para hacer cambios doctrinales —incluyendo cambiar el día de reposo al domingo— incluso si estos se oponen a la Biblia. (Para estudiar lo que la Biblia dice acerca de esta interpretación, le invitamos a leer “¿Sobre qué roca edificó Cristo su Iglesia?”.)
Este cambio ocurrió cerca de 300 años después de la muerte de Jesús. Antes de eso, la Iglesia seguía guardando el sábado. Pero cuando el emperador Constantino comenzó a convertirse del paganismo, ejerció su poder en el Concilio de Nicea (325 d.C.) para que la Iglesia Católica institucionalizara el cambio del sábado al “venerable día del sol [domingo, Sunday en inglés]”.
Más tarde, en el Concilio de Laodicea como una estrategia abiertamente antisemítica, la Iglesia Católica prohibió la observancia del sábado, diciendo: “Los cristianos no deben judaizar guardando el sábado, sino que deben trabajar ese día y descansar el domingo. Pero si se encuentra a alguien judaizando, sea anatema de Cristo” (Canon XXIX).
¡Qué extraño que, 300 años después de la muerte de Cristo, quienes honraron el hecho de que Jesús es “Señor aun del día de reposo” (Marcos 2:28) serían acusados por las autoridades religiosas que decían representarlo!
Solamente Cristo tiene autoridad acerca del día de reposo y ninguna persona u organización tiene el derecho de cambiar el día que Dios santificó y apartó.
Cuando guardamos el sábado de Dios, nos sometemos a su autoridad. Pero si reemplazamos el sábado por el domingo o cualquier otro día como día de adoración, nos estamos sometiendo a la autoridad del hombre.
Un falso día de reposo
Cualquier día de reposo que no sea el séptimo día de la semana es falso. ¿Estamos viendo señales de nuevos esfuerzos por crear un falso día de reposo que podría crear conflictos para quienes quieren guardar el verdadero sábado de Dios?
En enero del 2024, un artículo del Washington Post en la sección del clima titulado “Why Reviving a 2,600-Year-Old Spiritual Practice Made My Life Better,” [“Por qué revivir una práctica espiritual de 2.600 años mejoró mi vida”] mencionó un comentario del papa Francisco acerca del “domingo en su ‘Laudato Si’ 2015, una encíclica acerca del cuidado del mundo natural. No descansar es malo no sólo para el alma, dice, sino también para la Tierra. El constante impulso de producir y consumir está acabando con nuestros recursos naturales y nos impide tratar al mundo vivo y unos a otros con dignidad y respeto. El día de reposo nos obliga a considerar cómo pasamos todos nuestros días.
“Tanto el propósito del domingo como el del sábado judío es sanar nuestras relaciones con Dios, nosotros mismos, los demás y el mundo”.
El papa Francisco estaba expandiendo la perspectiva acerca de la enseñanza católica en cuanto a la santidad del domingo, intentando darle un nuevo significado para una audiencia moderna en la era secular. Antes de las últimas charlas climáticas, también escribió: “El mundo en el que vivimos está colapsando y podría estar acercándose a un punto de quiebre”. Su intención era infundir un sentimiento de urgencia por hacer algo al respecto. El Proyecto Día de Reposo Verde podría ser un ejemplo de estos esfuerzos.
Otras tendencias recientes también muestran un enfoque renovado en la santidad del domingo. En Alemania, la cadena de supermercados Tegut enfrentó oposición legal por operar los siete días de la semana. El caso terminó en una corte alemana, donde se determinó que Tegut violaba la ley del país acerca del domingo al permanecer abierto en ese día.
Irónicamente, la tienda no requería que ninguno de sus trabajadores estuviera presente. Es un supermercado cien por ciento automatizado en el que los trabajadores reponen mercancía durante la semana. Un miembro de la administración, Thomas Stäb argumentó que las tiendas son “básicamente dispensadores en los que se puede caminar”. Sin embargo, en abril del 2024 una corte alemana determinó que violaban la ley acerca del domingo.
The Daily Mail tituló su reporte de la historia “Even Shop Robots Should Have Sundays Off, German Court Rules as It Says Automated Supermarkets Must Close on the Seventh Day” [“Incluso los robots deberían tener el domingo libre, determina una corte alemana al decir que los supermercados automatizados deben cerrar en el séptimo día”]. (Por supuesto, este titular confunde el domingo con el séptimo día de la semana.)
Muchos otros países europeos también le dan al domingo un estatus protegido. Algunos permiten que las empresas requieran a sus empleados trabajar seis días a la semana, con el domingo como el día libre obligado.
Pero estas leyes tienen poco que ver con la religión (a pesar de que la imposición del domingo como día libre se basa en siglos de una ley religiosa). El requisito de trabajar seis días a la semana tiene más que ver con necesidades económicas. Por ejemplo, como parte de su rescate para Grecia en el 2012, los acreedores de la eurozona presionaron al país para que permitiera una semana de trabajo de seis días con el fin de mejorar su condición económica.
A la luz de las profecías del tiempo del fin, deberíamos estar atentos a dos fuerzas paralelas. La primera es la promoción de un día de reposo (el domingo, por supuesto) como táctica para salvar el medio ambiente; la segunda es la estrategia económica de una semana de trabajo de seis días (incluyendo el sábado).
Fuerzas similares estaban en juego en el Imperio Romano cuando el emperador Constantino estableció la santidad del domingo en el año 321 d.C., diciendo: “En el venerable día del sol, que los magistrados y las personas que residen en las ciudades descansen, y que los negocios estén cerrados”. Con el peso del imperio respaldando a la Iglesia Católica, los cristianos se vieron obligados a escapar o enfrentar la persecución.
¿Veremos en el futuro crecientes presiones para quienes guardan el mandamiento del día de reposo de Dios, no sólo por parte de fuerzas religiosas, sino también de seculares? ¡Esté atento!
Si desea profundizar en este tema, le invitamos a leer:
- ¿Cómo y cuándo fue reemplazado el sábado por el domingo como día de adoración?
- ¿Por qué se promueve la legislación dominical europea?
- La profecía de la restauración de todas las cosas
- La marca de la bestia