El reino de los cielos

¿Qué relación tiene este concepto con el Reino de Dios? ¿Implica este nombre que quienes hayan sido buenos durante su vida se irán al cielo? ¿Por qué Mateo utilizó este término?

En el Evangelio que lleva su nombre, Mateo, el recolector de impuestos que luego se convirtió en un discípulo de Jesús de Nazaret, se refirió al “reino de los cielos” en varias ocasiones. Haciendo un recuento de la vida de Cristo, Mateo relata que: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:1-2, énfasis añadido).

Y, describiendo el comienzo del ministerio de Jesús, nos dice: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).

Es interesante notar que, si bien el profeta Daniel había anunciado que “el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido” (Daniel 2:44), Mateo es el único autor de la Biblia que utiliza el término “reino de los cielos”. Con base a esta distinción, algunas personas se han preguntado qué relación tiene el reino de los cielos con el Reino de Dios. ¿Se refieren ambos términos al mismo reino?

El mismo reino; nombres diferentes

Si analizamos el libro de Mateo con detenimiento, veremos que el término “reino de Dios” también se utiliza varias veces. En Mateo 6:33, por ejemplo, el autor registra las palabras de Jesucristo diciendo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (énfasis añadido). De hecho, Mateo nos habla del “reino de Dios” en cuatro ocasiones además de esta (Mateo 12:28; 19:24; 21:31, 43). Y, como indica el contexto estos pasajes, el autor claramente utiliza ambos términos para referirse al mismo reino.

Por otro lado, en el libro de Efesios, Pablo nos habla de “el reino de Cristo y de Dios” (5:5), que es simplemente otra manera de nombrar el “reino de los cielos” o “reino de Dios”. En otras palabras, todas esta frases aluden al mismo reino: el reino que pertenece a Dios, quien “es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra” (Deuteronomio 4:39).

¿Se van al cielo quienes han sido buenos durante su vida?

Dado que Mateo describe el Reino de Dios como “reino de los cielos” y que Dios es “Dios de los cielos” (2 Crónicas 36:23; Esdras 1:2), muchos suponen erróneamente que quienes han sido buenos durante su vida se irán al cielo cuando mueran. Pero, en realidad, el término “reino de los cielos” utilizado por Mateo no busca describir lo que sucederá con los fieles al morir.

De hecho, la Biblia revela que los muertos en la fe permanecen en sus tumbas esperando ser resucitados —vueltos a la vida— cuando Jesucristo regrese a la tierra. Como enseñan las Escrituras, “los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5) y, cuando alguien muere, “en ese mismo día perecen sus pensamientos” (Salmos 146:4).

No será sino “hasta la venida del Señor” que “el Señor mismo con voz de mando…descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:15-16). Tal como Pablo sugiere cuando describe a los fieles que han muerto como “los que durmieron en él [Jesucristo]”, la muerte es similar al sueño (v. 14). Si desea más información con respecto a este tema, le invitamos a leer nuestro artículo “¿Qué es el cielo?”.

¿Por qué Mateo utilizó el término “reino de los cielos”?

Ya que, con excepción de Mateo, todos los autores de la Biblia utilizan la frase “reino de Dios” y no “reino de los cielos”, surge la pregunta de por qué el evangelista emplea este término en particular. Si bien la Biblia no nos da una respuesta evidente, podemos sacar algunas conclusiones analizando ciertas creencias de los judíos del primer siglo. Según ellos, la venida del Mesías implicaría la destrucción del gobierno civil de aquél tiempo. Y, al parecer, esta idea errada fue una de las razones por las cuales Mateo utilizó el término “reino de los cielos”.

Como explica Albert Barnes, “Los judíos esperaban un gran libertador de la nación. Suponían que, a la llegada del Mesías, los muertos resucitarían, el juicio se llevaría a cabo, sus enemigos serían destruidos y ellos finalmente recibirían gran honra y dignidad como nación.

“El lenguaje con el que acostumbraban describir este evento se limitaba al concepto de nuestro Salvador y sus apóstoles. Sin embargo, los discípulos de Cristo se esforzaron desde un comienzo por corregir las falsas creencias en cuanto a su reino. Sin duda, esta fue una de las razones por las que Juan predicó acerca del arrepentimiento. En lugar de convocarlos a un entrenamiento militar y reunir un ejército —lo cual se hubiese acercado más a las expectativas del pueblo judío— el apóstol les instó a cambiar su manera de vivir, enfatizando así la doctrina del arrepentimiento —algo mucho más acorde con la idea de un reino de pureza” (comentarios sobre Mateo 3:2).

Tal confusión se debe a que, en ese entonces, la mayoría de los judíos ignoraba que las profecías de Jesucristo del Antiguo Testamento se cumplirían en dos momentos diferentes; Cristo vendría a la tierra dos veces, no una solamente. El autor del libro de Hebreos aclara este hecho explicando que “Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (9:28, énfasis añadido).

Otra de las posibles razones de Mateo para emplear el término “reino de los cielos” en lugar de “reino de Dios” es la susceptibilidad judía ante el repetido uso del nombre de Dios. Probablemente Mateo utilizó la palabra “cielo” como un eufemismo para referirse al Reino de Dios.

Manos a la obra

Aunque siempre es útil comprender la terminología bíblica con más profundidad —lo cual este artículo le permite— el conocimiento espiritual no vale de mucho si no lo ponemos en práctica. Habiendo aprendido más acerca del futuro Reino de Dios, también debemos esforzarnos por ser parte de él eventualmente. De hecho, llegar al Reino de Dios debería ser la meta principal de nuestras vidas; esto debería ser la motivación todos nuestros pensamientos y acciones.

Como nos exhorta Jesucristo, “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33, énfasis añadido).

Si desea hacerlo, nuestros artículos relacionados le serán de gran ayuda para conocer la manera de buscar a Dios y su justicia. Le recomendamos comenzar leyendo “¿Qué es el Reino de Dios?” y luego continuar con los artículos que encontrará a la derecha de esta página. Su futuro eterno está en juego; esta información es vital para usted. Y, si tiene más preguntas específicas al respecto, sólo debe enviarlas utilizando el formulario que encontrará al final de cada artículo y nosotros las responderemos con gusto.

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