Jesús estaba muy ocupado haciendo muchas cosas importantes. Sus seguidores pensaban que estaba demasiado ocupado para bendecir a los niños pequeños. Pero Jesús los corrigió por pensar de este modo.
Jesús tenía alrededor de 30 años cuando se dedicó a ser maestro de tiempo completo. Él y sus seguidores recorrieron toda Tierra Santa enseñando a las personas acerca de Dios. Enseñaba a la gente acerca de las buenas nuevas (el evangelio) del Reino de Dios. Sanaba a las personas enfermas y echaba afuera demonios. Jesucristo se tomaba el tiempo necesario para responder las muchas preguntas que le hacían, y también preparaba e instruía a sus discípulos.
Todos los días, había muchas personas que lo seguían y querían hablar con Él para que los ayudara. A veces estaba demasiado ocupado incluso para conseguir algo de comer (Marcos 3:20).
Por esta razón no nos debe sorprender que sus seguidores trataran de protegerlo. Seguramente pensaban que estaba demasiado ocupado para añadir algo más a su lista de actividades.
Cuando algunos de sus oyentes trajeron niños pequeños a Jesús, sus seguidores los detuvieron. Es posible que sus discípulos hayan pensado que los bebés ni siquiera iban a recordar su encuentro con Jesús. ¿Cómo podrían los niños pequeños ser tan importantes como todas las otras cosas que Jesús tenía que hacer?
Entonces, los discípulos de Jesús reprendieron a los adultos por traer a los niños y hacer que Jesús perdiera su tiempo.
Pero ¿qué dijo Jesús?
Al ver Jesús lo que sus seguidores estaban haciendo los corrigió diciéndoles “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” (Marcos 10:14).
Jesús aprovechó esta oportunidad para enseñarle a sus seguidores por qué eran importantes los niños pequeños para él. Incluso les dijo que ellos necesitaban llegar a ser como los niños pequeños. Jesucristo va a compartir su Reino con personas que sean como niños pequeños porque dependen en Dios y confían en sus promesas.
Ésta no fue la única vez que Jesucristo mostró a los niños como un ejemplo a seguir. En otra oportunidad Jesús llamó a un niño pequeño para que le ayudara a responder una pregunta. Sus seguidores le habían preguntado quién sería el más grande en el Reino. Jesús usó a este pequeño niño como ejemplo para ilustrar la importancia de la humildad. Generalmente un niño pequeño no es orgulloso ni vanidoso. No vemos a los niños inocentes menospreciando a los demás para sentirse más importantes.
Jesús dijo: “Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe” (Mateo 18:4-5).
Ser como un niño pequeño significa no creernos más de lo debido. Significa no jactarse o pensar que somos lo más importante. Significa recordar cuánto más grande es Dios que nosotros.
¿Qué hizo Jesús?
Continuemos con el relato de los niños pequeños que fueron traídos a Jesús. Los adultos sabían que Él era un hombre importante. Sabían que Jesús tenía una relación estrecha con Dios. Querían que Él orara para que Dios bendijera a sus pequeños.
Así que Jesús “… tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía” (Marcos 10:16).
Jesús amaba a los niños tanto como a los adultos que venían a escuchar sus enseñanzas. Les dedicó el tiempo para recibirlos y orar por ellos. Pidió la bendición de Dios para ellos.
Hoy seguimos el ejemplo de Jesús
Algunas iglesias en la actualidad siguen el ejemplo que Jesús estableció. Cada año son bendecidos los nuevos bebés y otros niños pequeños que no han sido bendecidos en años anteriores.
Los ministros oran para que Dios bendiga y proteja a los niños. Le piden a Dios que bendiga a los padres para enseñar a sus hijos de la manera correcta. También oran para que los niños aprendan a obedecer las leyes de Dios porque al hacer esto les traerá bendiciones.
Con esta ceremonia, toda la Iglesia reconoce la importancia de cuidar y amar a los niños. También les recuerda a los adultos acerca de la necesidad de llegar a ser como niños pequeños.
La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, que patrocina este sitio web, lleva a cabo la la ceremonia de la bendición los niños pequeños cada año. Por lo general, se hace en el segundo sábado después de la fiesta de Tabernáculos.
De esta manera, cada año recordamos que Jesús ama a los niños pequeños y son de gran estima para Él. Jesús tomó el tiempo para recibirlos y bendecirlos, y quiere que nosotros cuidemos y dediquemos tiempo a los niños pequeños también.
Temas para hablar en familia
Aquí hay algunas preguntas para conversar en familia:
¿Por qué los seguidores de Jesús pensaban que los niños no eran tan importantes?
¿Por qué Jesús estaba enojado con ellos por tratar de alejar a los niños?
¿Qué bendiciones necesitan los niños pequeños de Dios?
¿A qué se refieren cuando dicen que debemos ser como niños pequeños?
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