La creación

En seis días Dios hizo la Tierra para que estuviera lista para el ser humano. ¡Todo lo que Él creó, las plantas y animales son increíbles!

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). No sabemos hace cuánto tiempo Dios creó por primera vez el universo con todas sus estrellas, planetas y lunas. Cuando Él hizo el mundo por primera vez, era hermoso y perfecto. Los científicos creen que la Tierra puede tener miles de millones de años. Pero nosotros creemos que la humanidad fue creada hace unos 6.000 años.

Dios es el Creador de todo. Creador significa alguien que crea o hace algo.

En algún momento después de la creación, la Tierra se convirtió en un lugar oscuro, feo e inhóspito (Génesis 1:2). Toda la Tierra estaba cubierta de agua. No había luz que brillara en la Tierra. El aire podría haber estado cubierto con gases, humo y vapor de agua. No sabemos cuánto tiempo estuvo la Tierra en esa condición.

Pero Dios tenía un plan desde el principio. Él iba a crear a la humanidad, para que fuéramos a su semejanza y llegáramos a formar parte de su familia. Dios iba a restaurar la Tierra para que fuera un lugar hermoso y cómodo para que la humanidad viviera. Se aseguraría de que tuviéramos aire saludable para respirar, agua pura para beber, buena comida para nutrir nuestros cuerpos y calor para calentarnos.

Dios trabajó durante cinco días para asegurarse de que la Tierra estuviera lista para su creación más asombrosa: los seres humanos.

Los primeros cinco días de la creación

En ese momento, la Tierra estaba oscura y cubierta de agua, pero Dios dijo: “Sea la luz”. Dios separó la luz de la oscuridad. Llamó a la luz “día” y a la oscuridad “noche”. Éste fue el primer día (Génesis 1:3-5).

Luego Dios separó los océanos de las nubes de arriba que estaban llenas de agua. Se formaron hermosas nubes en el cielo. Dios hizo que el aire fuera puro y apto para que el hombre respirara; creo la atmósfera en este día para que hubiese aire saludable en la Tierra. Éste fue el segundo día (Génesis 1:6-8). Dios entonces juntó las aguas, y apareció tierra firme. Llamó a la tierra seca “tierra” y a las aguas “mares”. Dios también creó todo tipo de árboles, pastos y flores para que crecieran en la tierra seca. Una vez más la Tierra se estaba convirtiendo en un lugar hermoso. Éste fue el tercer día (Génesis 1:9-13).

Entonces Dios dijo: “Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche”. El sol, la luna y las estrellas se hicieron visibles. El sol brillaría durante el día, y la luna y las estrellas brillarían por la noche. Este fue el cuarto día (Génesis 1:14-19).

Luego Dios dijo: “Produzcan las aguan seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra”. Todas las criaturas que viven en los mares fueron creadas en este momento. Esto incluye las grandes ballenas, tiburones, delfines y muchos tipos de peces pequeños. Y fueron creadas todas las aves que vuelan en el cielo, como gansos, halcones, pájaros azules, canarios y loros. Todos estos fueron hechos en el quinto día (Génesis 1:20-23).

El sexto día de la creación

En el sexto día Dios creó a todos los animales terrestres (Génesis 1:24-31). Esto incluía los osos, jirafas, serpientes, tortugas, ardillas, caballos, gatos, perros, vacas y más. Él hizo todas las criaturas vivientes que caminan o se arrastran por la Tierra.

Adán y Eva también fueron creados en el sexto día. Dios hizo a Adán primero, del polvo de la tierra. Él sopló el aliento de vida a este primer hombre, y en este momento Adán se convirtió en un ser vivo que respiraba (Génesis 2:7).

Luego Dios puso a Adán en un sueño profundo y le sacó una de sus costillas. Dios había hecho a la mujer, Eva, de la costilla de Adán (Génesis 2:21-22).

Entonces Dios los bendijo, y les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra” (Génesis 1:28). Dios le dio a la humanidad el gobierno sobre todas las criaturas que Él había hecho. Adán y Eva tendrían hijos y se extenderían por toda la Tierra.

Dios había restaurado la Tierra y la había preparado especialmente para la humanidad. Todas las plantas, los animales y la humanidad fueron hechos para que se multiplicaran, y con el paso del tiempo toda la Tierra estaría llena de plantas, animales y personas.

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).

El séptimo día de la creación

“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo” (Génesis 2:2-3). Dios hizo el séptimo día como algo especial, y lo llamó el sábado (Éxodo 20:8-11).

Adán nombra a los animales

Dios creó, de la tierra, todo animal terrestre, cada animal marino y cada pájaro. Él se los trajo a Adán para que nombrara a cada animal, y les pusiera su nombre (Génesis 2:19). Adán le dio al pequeño colibrí un nombre, y también al enorme elefante. Él nombró a todas las criaturas vivientes que Dios había creado.

Dios hace a Eva

Dios hizo a Eva para que fuera una ayuda idónea para Adán, y tomó una de las costillas de Adán para crearla. Adán la llamó mujer, porque fue tomada del hombre (Génesis 2:18-23). Ella fue llamada Eva, porque era “madre de todos los vivientes” (Génesis 3:20).

La creación que vemos a nuestro alrededor es extraordinaria. Aún más impresionante son los seres humanos que Dios hizo del polvo de la tierra. A pesar de que hemos sido hechos del polvo, la Biblia nos dice que Dios quiere que nos convirtamos en sus hijos (2 Corintios 6:18). Él desea que vivamos para siempre en su majestuoso Reino.