Los hermanos de José estaban celosos de él. ¡Ellos lo vendieron como esclavo! ¡Después, una mujer mintió acerca de él, y fue encarcelado! Pero Dios le dio un giro a toda esta situación.
Los hermanos mayores de José sabían que su padre lo amaba más que a todos. Incluso Jacob le regaló a José una túnica muy especial.
Cuando José vio que sus hermanos hacían cosas malas, le contó a su padre. También le contó a su familia acerca de unos sueños que había tenido. ¡Al parecer los sueños mostraban que su familia se iba a inclinar ante él!
Todas estas cosas hicieron que sus hermanos se enojaran contra José. Ellos estaban celosos y cada vez estaban más furiosos.
Hermanos furiosos
Jacob envió a José a que viera cómo estaban sus hermanos. ¡Ellos lo vieron venir y empezaron a hablar entre ellos para matarlo! Pero Rubén les dijo que lo metieran en un pozo en lugar de matarlo.
Cuando pasaban unos comerciantes por ahí, Judá dijo: “vendámosle”. Los comerciantes les dieron dinero a sus hermanos, y se convirtió en un esclavo.
Pero los hermanos no le dijeron la verdad a su padre. Ellos lo engañaron. ¡Derramaron sangre sobre su túnica y Jacob pensó que José estaba muerto!
Mientras tanto, los comerciantes llevaron a José a Egipto, y allá servía a Potifar.
José trabajó muy duro, a pesar de todo por lo que tuvo que pasar. Él obedeció a Dios y Potifar estaba complacido con él. Dios bendijo el trabajo de José, y Dios bendijo a Potifar debido a José.
Potifar sabía que podía confiar en José, y lo puso a cargo de todas las cosas que tenía.
Una mujer enfadada
Pero entonces la esposa de Potifar trató de que José quebrantara la ley de Dios. Todos los días lo tentaba. Pero José se rehusaba.
Un día estaba a solas con José y lo tentó de nuevo. En esta ocasión tomó ropa suya y se fue corriendo. Estaba furiosa. Todavía tenía algunas prendas de las que le había quitado a José. Entonces le mintió a su esposo. Dijo que José había tratado de hacerle daño.
Potifar estaba muy molesto y mando a José a prisión.
Sacando el mejor provecho de la situación
José debió haberse sentido desanimado. Estaba siendo castigado por un delito que no cometió.
Pero aun así, José trabajó duro y obedeció a Dios. Y Dios hizo que José cayera en gracia con el carcelero. El carcelero sabía que podía confiar en José, y lo puso a cargo de todos los prisioneros.
Un día, el rey mandó a la cárcel a su mayordomo y a su panadero. José cuidó de ellos. Una noche el mayordomo y el panadero tuvieron un sueño. Estaban tristes porque no sabían que significaban esos sueños.
José les dijo que Dios les podía mostrar cual era el significado de esos sueños. Dios le mostró a José lo que significaban los sueños. El panadero iba a morir. Pero el mayordomo iba a recuperar su trabajo.
José le pidió al mayordomo que hablara con el rey para que lo sacaran de la cárcel.
Pero el mayordomo se olvidó de José. Entonces José permaneció en prisión por dos años más.
Los sueños del rey
Después el rey de Egipto tuvo dos sueños. Estaba atribulado, pero no podía encontrar a nadie que interpretara sus sueños.
Entonces el mayordomo se acordó de José. Le dijo al rey que José podía decirle el significado de sus sueños.
El rey mandó a llamar a José. Le dijo a José que había escuchado que él era capaz de interpretar los sueños. Pero José le dijo al rey que Dios era el que podía interpretar los sueños. Después le explicó al rey que los dos sueños del rey significaban que vendrían siete años de abundancia y siete años de escases. Durante los primeros siete años, Egipto tendría comida más que suficiente. Durante los otros siete años, habría muy poca.
Salvó a Egipto y a su familia
José le sugirió al rey que debía conseguir un hombre sabio para preparase para los años de escasez. Deberían almacenar comida durante los años de abundancia, así podrían subsistir durante los años de escasez.
El rey estuvo de acuerdo con esta idea. Escogió a José como el hombre encargado de esta labor. ¡José pasó de ser un prisionero a ser el segundo al mando en un solo día!
De nuevo, Dios bendijo todo lo que José hizo. Egipto pudo almacenar la comida suficiente para vivir, y también para venderle a otros países.
Cuando vinieron los años de escasez, el padre de José envió a sus hermanos a comprar alimentos a Egipto. Cuando ellos vieron a José no lo reconocieron, pero José si sabía quiénes eran ellos.
José les preguntó por su padre. También quería saber acerca de su hermano menor, Benjamín. Tenía tantas ganas de ver a su hermano, que les dijo a sus hermanos que no volvieran sin su hermano Benjamín.
Pero Jacob no quería perder a su hijo menor. Él pensaba que José estaba muerto y no quería arriesgarse a perder a Benjamín.
Finalmente, la comida se había acabado, y en contra de su voluntad, Jacob permitió que Benjamín fuera a Egipto. Los hermanos de José se inclinaron ante él. Ellos todavía no sabían quién era él. Pero cuando él decidió que no dejaría que Benjamín se fuera de Egipto, ellos le rogaron que lo dejara ir. Estaban preocupados de que su padre no pudiera soportar la pérdida de su hijo menor.
José no podía seguir ocultándose por más tiempo, así que les dijo a sus hermanos: “Yo soy José, su hermano, el que vendisteis para Egipto”.
Ellos sintieron temor. Pero en lugar de castigar a sus hermanos, los consoló. Les dijo que él se había dado cuenta de que Dios había permitido toda esa situación con un propósito. “Para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros”.
Les dijo a sus hermanos que se apresuraran y trajeran a su padre y a sus familias a Egipto. Así tendrían comida durante los siguientes años de escasez.
¡Jacob no podía creer que José estuviera vivo! Estaba tan feliz de volver a ver a José.
Esta historia se desarrolló durante muchos años, pero todo fue para bien porque José obedeció fielmente a Dios. Dios bendijo a toda la familia a través de José. Él que fue un esclavo se convirtió en aquel que Dios utilizó para salvarlos.
Preguntas
A continuación hay unas preguntas para pensar o para compartirlas en familia:
- ¿Fue sabio que José les contara a sus hermanos acerca de sus sueños?
- ¿Por qué los hermanos de José estaban celosos y furiosos?
- ¿Qué debieron haber hecho los hermanos de José?
- ¿Por qué Dios permitió que José sufriera?
- ¿Por qué Dios bendijo a José?
Lea más acerca de estos acontecimientos en el libro de Génesis capítulos 37 al 47.