Dios escogió a Moisés para sacar a Israel de Egipto. Faraón y los egipcios verían el poder de Dios a través de las 10 plagas y otros eventos en Éxodo 7-12.
PDF para imprimir y leer en familia
Cuando Dios le dijo a Moisés que regresara a Egipto, debe haber sentido miedo. Años atrás, él había escapado de Egipto por temor de ser asesinado por Faraón. Ahora, Moisés tenía una esposa y dos hijos. Probablemente se preguntaba cómo lo tratarían su hermano Aarón, y los demás. Había sido criado como egipcio, pero ahora se convertiría en el líder de los israelitas.
A pesar de sus dudas, Moisés regresó a Egipto. Reunió a todos los ancianos de Israel, incluyendo a su hermano Aarón, y les dijo que Dios iba a liberarlos de Egipto. ¡El pueblo de Dios debe haberse alegrado mucho al escuchar estas buenas noticias!
En ese momento, Moisés tenía 80 años, y su hermano Aarón tenía unos 83 años (Éxodo 7:7).
Advertencia a Faraón
Entonces Moisés y Aarón fueron a Faraón y le dijeron: “Dios nos ha enviado para decirte: deja ir a mi pueblo para que me celebren fiesta y me sirvan en el desierto”.
Faraón dijo: “¿Quién es este Dios para que yo le obedezca? No lo conozco y no dejaré ir a Israel”.
Entonces, Aarón arrojó su vara delante de Faraón, y Dios hizo que se convirtiera en una serpiente. Luego Faraón llamó a sus sabios, hechiceros y magos. Cada uno de ellos arrojó su vara, y se convirtieron en serpientes. ¡Pero la vara de Aarón era más poderosa y se tragó las varas de ellos!
La primera plaga: el agua se convierte en sangre
Moisés entonces le advirtió a Faraón que el río se convertiría en sangre si se negaba dejar ir a Israel.
Aarón golpeó el río con la vara, e inmediatamente el agua se convirtió en sangre. El río olía muy mal, los egipcios no podían beber el agua, y todos los peces murieron. El río estuvo así durante siete días.
Esta plaga demostró que Dios es más poderoso que el dios pagano egipcio del río Nilo. (El resto de las plagas también fueron contra los dioses de Egipto.)
La segunda plaga: ranas
A continuación, aparecieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. Estaban en todas partes: en sus casas, camas, hornos y platos. Después de ver las ranas por toda la tierra, Faraón dijo que dejaría ir al pueblo. Dios entonces destruyó todas las ranas, y sólo quedaron las que estaban en el río. Pero después Faraón cambió de opinión.
La tercera plaga: piojos
Luego vino la plaga de piojos, que cubrieron todas las personas y animales. Todos estaban abatidos y espantados con esta plaga, pero Faraón no quería dejarlos ir.
La cuarta plaga: moscas
Después de eso, Dios envió enjambres de moscas que cubrieron toda la tierra, las casas, y la comida. Egipto estaba plagado de moscas por todas partes, pero los israelitas no tenían moscas, ni en sus casas ni en los alrededores. Una vez más, Faraón no dejó ir a Israel.
La quinta plaga: enfermedad mortal
Luego, Moisés advirtió a Faraón que Dios enviaría una plaga gravísima que mataría a su ganado. Al día siguiente, todos los rebaños de Egipto murieron. Pero Faraón seguía sin dejar ir al pueblo de Dios.
La sexta plaga: úlceras dolorosas
Dios entonces envió muchas úlceras sobre todas las personas y animales en Egipto. Estas úlceras produjeron heridas tan dolorosas que la gente ni siquiera podía ponerse de pie. Sin embargo, Faraón continuaba sin obedecer a Dios.
La séptima plaga: granizo gigante
Entonces Moisés le dijo a Faraón: “Mañana Dios hará descender un fuerte granizo sobre la tierra. Reúnan sus rebaños de los campos y tráiganlos a casa. Todas las personas y animales que queden en los campos morirán por el granizo”.
Al día siguiente, un granizo gigante hirió a todo Egipto. Todas las personas y animales que aún estaban en el campo murieron. El granizo destruyó toda planta y todo árbol. Pero no hubo granizo en la tierra de Gosén, donde vivían los hijos de Israel.
“Es suficiente”, dijo Faraón: “Los dejaré ir”. Pero una vez que el granizo había cesado, Faraón nuevamente cambió de opinión y no los dejó ir.
La octava plaga: langostas
Luego vino la plaga de langostas. Había tantas langostas sobre la tierra, que el suelo estaba negro. Las langostas se comieron todas las plantas y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado. No quedaron hojas verdes en los árboles ni en las plantas.
Entonces, Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo que estaba arrepentido. Pero después de que las langostas se fueron, Faraón volvió a cambiar de opinión y no dejó ir a Israel.
La novena plaga: tinieblas
Luego vino la plaga de las tinieblas. Dios le dijo a Moisés: “Extiende tu mano; habrá oscuridad en todo Egipto”. La oscuridad se asentó sobre Egipto, y los egipcios no pudieron ver nada durante tres días. No podían verse entre ellos, y no salían de sus casas. Pero el pueblo de Israel podía ver porque tenía luz en sus hogares.
Antes de que ocurriera cada una de estas plagas, Dios continuaba enviando a Moisés y Aarón para advertir a Faraón, diciéndole: “Deja ir a mi pueblo”. Pero cada vez que le advertían, el corazón de Faraón se endurecía, y se negaba a dejar salir a Israel de Egipto. A veces, en medio de una plaga, Faraón prometía dejar ir a Israel, pero luego cambiaba de opinión.
Dios sabía que la décima plaga causaría tanto dolor a Faraón que finalmente dejaría ir libre a Israel.
La décima plaga: muerte de los primogénitos
Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y les dijo lo que Dios quería que hicieran a continuación.
“Cada hombre debe tomar un cordero sin ningún defecto y matarlo el día 14 del primer mes en el crepúsculo. Pongan la sangre sobre la parte superior (el dintel) y los dos postes laterales de la puerta de sus casas.
“No salgan de su casa hasta la mañana. Comerán rápidamente la carne asada del cordero con panes sin levadura y hierbas amargas. Pónganse sus zapatos en sus pies y tengan su bastón en la mano. Prepárense para partir. Ésta es la Pascua del Eterno.
“A medianoche, cuando mueran los primogénitos de los egipcios, Dios verá la sangre y pasará por encima de vuestras casas. La muerte no se acercará a ustedes”.
A medianoche murieron todos los primogénitos de Egipto, y el primogénito de Faraón también había muerto. Hubo gran clamor y gemidos en todo Egipto, porque en cada casa de los egipcios, alguien había muerto.
Pero nadie murió del pueblo de Dios esa noche.
Faraón estaba profundamente afligido ya que su primogénito había muerto. Rápidamente llamó a Moisés y Aarón. Él les dijo: “Váyanse y sirvan al Eterno, como ustedes han dicho, tanto ustedes como todos los hijos de Israel. Y llevad vuestros rebaños y manadas con vosotros”.
¡Al fin libres!
Israel era libre de abandonar Egipto. La gente empacó sus pertenencias y reunió todos sus rebaños y manadas. Tomaron su masa de pan antes de que tuviera tiempo de leudarse.
Esa noche, el pueblo de Israel estaba listo para partir. Eran libres de ir a adorar a Dios en el desierto.
¡Éste fue un momento de gran alegría y celebración para el pueblo de Dios porque salieron de Egipto con las manos y el corazón en alto!
Recordando la Pascua
Dios hizo un pacto con su pueblo. “Cuando entres en la tierra que Dios te da, guardarás este día como un memorial. Y cuando tus hijos te pregunten: ¿qué significa este servicio?, dirás: es el sacrificio de la Pascua del Eterno, porque el Eterno pasó por encima de las casas de los hijos de Israel y los libró, pero hirió al primogénito de los egipcios”.
Preguntas
A continuación hay algunas preguntas para reflexionar o hablar en familia:
- Cuando Moisés fue a Faraón y le pidió que dejara salir a Israel de Egipto, ¿cuál fue su respuesta?
- ¿Con cuántas plagas golpeó Dios a Egipto antes de que Faraón permitiera finalmente que Israel saliera?
- ¿Puedes nombrar algunas de las plagas?
- ¿Qué animal le dijo Dios a Israel que debía sacrificar?
- ¿Cuál era el propósito de la sangre?
- ¿Qué sucedería a medianoche?
- ¿Quién es un “primogénito”? ¿Es usted primogénito? Si no, ¿quién es el primogénito en su familia?
- ¿Cómo cree que se sintieron los israelitas cuando finalmente salieron de Egipto y fueron libres?
Si desea estudiar más acerca de la primera Pascua lo invitamos a leer nuestro artículo de historias de la Biblia: “Una historia acerca de la primera Pascua”. También puede leer más acerca de la Pascua y su significado en el presente, en nuestro artículo: “La Pascua: ¿qué hizo Jesús por usted?”.