Parece ciencia ficción, pero algunos científicos anticipan peligros reales al crear sistemas de IA que superen nuestras habilidades. ¿Qué le depara el futuro a la humanidad?
La inteligencia humana le ha dado forma al mundo. Hemos expandido nuestros horizontes y habilidades en miles de formas y ahora parecemos estar a punto de crear la inteligencia artificial que puede superarnos en casi todo aspecto.
¿Qué podría salir mal?
La verdadera pregunta tal vez no sea si somos capaces de construir máquinas con una inteligencia y conciencia similares a las humanas. Una pregunta más urgente es: ¿pueden nuestros avances en sabiduría y ética compararse con nuestros increíbles avances tecnológicos? ¿Pueden la humanidad, nuestros computadores, robots y otras herramientas de IA, actuar en nuestro beneficio?
Las lecciones de la historia no son muy esperanzadoras. Nuestros grandes avances tecnológicos casi siempre han venido acompañados por nuevos peligros y dilemas éticos más complejos. (Para ver algunos ejemplos, lea nuestro artículo en línea “Armas de destrucción masiva y profecía bíblica”.)
Para entender lo que implica la IA, primero debemos responder la pregunta: ¿qué es la inteligencia artificial?
Definición de inteligencia artificial
El profesor B.J. Copeland, autor de Inteligencia artificial, explica:
“Inteligencia artificial (IA), es la habilidad de una computadora digital o un robot controlado por una computadora de realizar tareas comúnmente asociadas con seres inteligentes. El término a menudo se aplica al proyecto de desarrollar sistemas dotados con los procesos intelectuales característicos de los humanos, como la capacidad de razonar, descubrir el significado, generalizar y aprender de experiencias pasadas” (Britannica.com).
La introducción de IBM a la inteligencia artificial se basa en el libro de texto de Stuart Russell y Peter Norvig, Inteligencia artificial: un enfoque moderno. Los autores describen cuatro objetivos potenciales o definiciones de la IA:
“Enfoque humano:
- Sistemas que piensen como los humanos
- Sistemas que actúen como los humanos
“Enfoque ideal:
- Sistemas que piensen racionalmente
- Sistemas que actúen racionalmente”
Lamentablemente, estos dos enfoques no son sinónimos. El pensamiento y las acciones humanas a menudo son irracionales y dañinas, incluso cuando no nos damos cuenta.
IA débil y fuerte
IBM también diferencia la IA débil (o inteligencia artificial limitada que se usa para tareas específicas, como Siri de Apple, Alexa de Amazon, Watson de IBM y los vehículos autónomos) de la IA fuerte.
“La IA fuerte se divide en Inteligencia artificial general y Super inteligencia artificial. La inteligencia artificial general, o IA general, es una forma teórica de IA en que una máquina tendría una inteligencia igual a la humana. Tendría autoconciencia capaz de resolver problemas, aprender y planificar para el futuro. La Super inteligencia artificial —también conocida como superinteligencia— sobrepasaría la inteligencia y las habilidades del cerebro humano. Si bien la IA fuerte sigue siendo teórica, sin ejemplos reales en uso hasta ahora, esto no significa que los investigadores no estén explorando este ámbito. Entretanto, los mejores ejemplos de superinteligencia existen en la ciencia ficción, como HAL, la computadora asistente superhumana y rebelde de la película 2001: Odisea del espacio.
¿Puede la IA tomar el control?
La IA parece inundar los medios y la cultura popular. Pero ¿podría realmente tomar el control de la sociedad? ¿Lo permitiríamos?
Jennifer Karppinen del Instituto Future Today explica que las personas tienen diferentes niveles de confianza en la IA:
“Según una encuesta reciente, más de la mitad de los europeos están listos para reemplazar a sus legisladores con inteligencia artificial. Sin embargo, no hay un consenso al respecto, ya que los jóvenes tienden más a apoyar la idea que las generaciones mayores; y los encuestados en países como el Reino Unido, Holanda y Alemania son escépticos a la idea de entregarles el poder a máquinas que podrían mejorar la situación. En China, debido a su liderazgo en el desarrollo de IA, no es de sorprenderse que la mayoría de los encuestados apoya este concepto, mientras que en Estados Unidos la mayoría no lo hace”.
Obviamente, el escenario de un gobierno de IA es completamente hipotético por ahora. Pero cada vez le confiamos más decisiones relevantes a la inteligencia artificial limitada, que resulta no ser para nada débil. ¿Acaso no cruzaríamos la barrera invisible de darle el poder a la IA fuerte si llegara a existir?
La pregunta por supuesto se mantiene: ¿está la IA fuerte realmente cerca? Posiblemente, aunque las nuevas tecnologías generalmente pasan por un ciclo y Lex Fridman postuló en una lección del MIT en el 2019 que nos encontramos en la cúspide de las altas expectativas. Entonces, desde su perspectiva, nos acercamos al punto más bajo de la desilusión.
Peligros de la IA
Aun así, algunos futuristas ven la inteligencia artificial como algo inevitable y el mayor riesgo para la supervivencia humana.
Toby Ord, un experimentado colega investigador en filosofía de la Universidad de Oxford, escribió The Precipice: Existential Risk and the Future of Humanity [El precipicio: riesgo existencial y el futuro de la humanidad] como parte de su investigación acerca de los riesgos de extinción humana.
El autor presenta los riesgos naturales (como asteroides, cometas y supervolcanes) y aquellos relacionados con la actividad humana (como armas nucleares, daños ambientales, pandemias y especialmente la IA). Su conclusión es que “los riesgos naturales no se comparan con los que nosotros mismos creamos”, que según él son cerca de 1.000 veces mayores (p. 87).
Ord considera la IA como el riesgo más peligroso de todos. Debido a la oleada de investigaciones e inversiones que hoy en día existen en torno a la inteligencia artificial, “es un momento muy prometedor, pero también de grandes dilemas éticos. Existen serias preocupaciones acerca de la posibilidad de que la IA intensifique la discriminación social, produzca desempleo masivo, fomente la vigilancia opresiva y viole las normas de la guerra” (p. 141).
Aún peor, Ord ve a la IA como un posible peligro para la existencia humana. “El riesgo existencial más creíble vendría si los investigadores en IA tuvieran éxito en crear agentes con una inteligencia general superior a la nuestra” (p. 141).
El presidente ruso Vladimir Putin dijo: “La inteligencia artificial es el futuro, no sólo para Rusia, sino para toda la humanidad. Implica enormes oportunidades, pero también amenazas difíciles de predecir. Quien se convierta en el líder en esta área, se convertirá en el líder del mundo”.
Aunque esto parece salido de la ciencia ficción, Toby Ord explica que muchos expertos lo ven como el resultado lógico de los desarrollos actuales.
“En el paradigma existente, agentes suficientemente inteligentes se plantearían el objetivo de engañarnos y subyugarnos. Y, si su inteligencia superara ampliamente a la nuestra, no podemos esperar que la humanidad gane el conflicto y retenga el control de su futuro” (p. 146).
El tiempo dirá si este escenario es demasiado rebuscado o lejano. Pero a varios científicos serios les preocupa esta posibilidad y otras amenazas a nuestra existencia provocadas por el hombre.
Armas autónomas, vigilancia con IA y riesgos actuales
Aunque la inteligencia artificial fuerte aún no es una realidad, las tecnologías de IA actuales también tienen sus riesgos. Veamos dos aplicaciones reales de la IA:
Armas autónomas (como drones y robots letales autónomos): “Descritas como la tercera revolución de la guerra tras la pólvora y las armas nucleares, las armas letales autónomas son sistemas capaces de identificar, seleccionar y atacar a un blanco sin mucho control humano…
“Más de 4.500 investigadores en IA y robótica, 250 organizaciones, 30 países y el secretario general de la ONU han pedido un tratado legal para prohibir las armas letales autónomas. Pero han encontrado resistencia de países que desarrollan este tipo de armas, porque temen perder su superioridad estratégica” (Instituto Future of Life).
El presidente ruso Vladimir Putin dijo: “La inteligencia artificial es el futuro, no sólo para Rusia, sino para toda la humanidad. Implica enormes oportunidades, pero también amenazas difíciles de predecir. Quien se convierta en el líder en esta área, se convertirá en el líder del mundo”.
Vigilancia con IA: “Las herramientas de vigilancia con IA están llegando a todo el mundo, desde reconocimiento facial y trazabilidad de brotes hasta vigilancia policial predictiva y reconocimiento del andar. A pesar de las diferentes restricciones legales, tanto estados democráticos como autoritarios cada vez están usando más estos instrumentos para encontrar, vigilar, anticipar e incluso calificar el comportamiento de sus ciudadanos. La aplicación de estas herramientas de vigilancia con IA es un pilar importante de la tendencia emergente hacia el autoritarismo digital” (Atlantic Council).
Lea más acerca de las siniestras aplicaciones reales de esta tecnología en nuestro artículo: “Las tecnologías coercitivas de China se propagan”.
Pensar humanamente
Otra pregunta fundamental es: ¿cuales son los riesgos de enseñarles a las máquinas a pensar como nosotros? Como dice Natalie Wolchover en el título de uno de sus artículos: “La inteligencia artificial hará lo que le digamos. Eso es un problema.” [“Artificial Intelligence Will Do What We Ask. That’s a Problem“].
Wolchover cita ejemplos de la inteligencia artificial que refuerza nuestras preferencias en las redes sociales para demostrar que la IA puede ayudar a “polarizar y radicalizar a las personas”. También hace algunas preguntas incisivas acerca de los peligros de pensar como los seres humanos:
“¿Qué hay de las preferencias de las personas malas? ¿Cómo evitar que un robot trabaje para satisfacer los fines nefastos de su dueño? Los sistemas de IA tienden a encontrar maneras de evadir prohibiciones, tal como los ricos encuentran vacíos en las leyes tributarias, así que simplemente prohibirle a una máquina que cometa crímenes probablemente no será suficiente.
“O, siendo aún más pesimistas: ¿qué pasará si todos somos un poco malos?”.
El profeta Jeremías citó la descarnada evaluación que Dios hace del corazón humano: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Desde el principio, la humanidad ha elegido una mezcla entre el bien y el mal (Genesis 2:17; 3:4-6), y al parecer la maldad siempre está acechando, lista para sabotear el bien.
La creatividad humana potencializa las capacidades y los peligros humanos
Nuestra curiosidad, nuestro deseo de avanzar, de lucrar, de obtener poder y seguridad nos han motivado a aumentar nuestras capacidades. A través de la historia, nuestras armas, herramientas y capacidades de controlar el ambiente han mejorado; y, en años recientes, nuestra ciencia y tecnología han avanzado exponencialmente.
Pero estos avances a menudo aumentan los peligros y dilemas éticos que afectan a la humanidad. Nuestras aptitudes para gobernarnos a nosotros mismos y a nuestras tecnologías están muy lejos de estar a la par de nuestro desarrollo material.
Nada les hará desistir
Los peligros del ímpetu humano por controlar y mejorar sus condiciones tienen una larga historia. Nuestra presunción a menudo supera nuestra sabiduría; y nuestra creatividad desbordada abre la puerta de lo que podemos hacer mucho antes de que nos preguntemos si deberíamos hacerlo.
En otro punto crucial de la historia, Dios intervino para frenar la carrera del hombre hacia la autodestrucción. En la torre de Babel, Dios advirtió el peligro diciendo: “nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer” (Génesis 11:6). Entonces, dividió el lenguaje de los hombres para detener sus avances.
Estas soluciones no pueden ser descubiertas ni implementadas por la inteligencia artificial. Tampoco están al alcance de la inteligencia humana, porque son espirituales.
Hoy en día, la humanidad ha alcanzado nuevos niveles de conocimiento y creatividad. Otra vez nos encontramos al borde de increíbles descubrimientos, que probablemente incluyen la inteligencia artificial general. Pero si bien nuestra creatividad es poderosa, nuestra ética no lo es tanto. No existe una guía aceptada para enfrentar nuestros prolíficos dilemas éticos, y la falta de control de nuestros impulsos autodestructivos nos ha llevado casi al borde de la extinción.
Como Jesucristo advirtió, “si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo” (Mateo 24:22).
Conocimiento, entendimiento y sabiduría
La inteligencia humana es excelente para acumular conocimiento y buena para alcanzar cierto nivel de entendimiento, pero no es tan buena para adquirir la sabiduría que verdaderamente importa.
Toby Ord hace un contraste entre la destreza y el poder tecnológico de la humanidad con su sabiduría:
“Alimentado por nuestro desarrollo tecnológico, nuestro poder ha crecido tanto que por primera vez en la historia somos capaces de autodestruirnos —eliminando por completo nuestro futuro y todo lo que podríamos llegar a ser. Sin embargo, la sabiduría de la humanidad ha aumentado de forma vacilante, si es que ha aumentado, y ha quedado peligrosamente rezagada. La humanidad carece de la madurez, la coordinación y la previsión necesarias para evitar que cometamos errores irreversibles. A medida que la brecha entre nuestro poder y nuestra sabiduría crece, nuestro futuro enfrenta un nivel de riesgo que aumenta constantemente” (The Precipice, p. 3).
Sin importar cuán rápida o inteligente sea nuestra tecnología de IA, también carecerá de esa esencial e intangible “sabiduría que es de lo alto” (Santiago 3:17).
La Biblia describe la verdadera fuente de la sabiduría —una sabiduría que produce buenos resultados a escala mundial y eterna: “El principio de la sabiduría es el temor del Eterno; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos” (Salmos 111:10).
El temor a Dios no es un miedo irracional, sino el reconocimiento lógico de su superioridad. Nuestro Creador sabe lo que es mejor para nosotros. Sus leyes definen el camino que funciona y que traerá paz, seguridad, gozo y felicidad para siempre.
Dios tiene las respuestas a nuestros dilemas éticos y las soluciones a nuestras tendencias autodestructivas. Estas soluciones no pueden ser descubiertas ni implementadas por la inteligencia artificial. Tampoco están al alcance de la inteligencia humana, porque son espirituales. Sólo podemos obtener la sabiduría de Dios si recibimos su Espíritu Santo, el cual, junto con el espíritu del hombre, nos permite discernir las únicas soluciones verdaderas a nuestros problemas espirituales (1 Corintios 2:11-14).
Ésa es la mayor diferencia entre la IA y los seres humanos: nuestro increíble potencial.
El futuro de la humanidad: nuestro potencial humano
Cristo nos advierte que eventualmente la humanidad llegará al borde de la autodestrucción. Pero luego continúa con un mensaje de esperanza: “por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:22).
Los escogidos son aquellas personas cuyas mentes y corazones están siendo transformados por el Espíritu Santo de Dios y la sabiduría espiritual que ese Espíritu da. Y este pequeño grupo abrirá el camino para que millones y millones de otros seres humanos se unan en una relación familiar con Dios el Padre y Jesucristo, nuestro hermano mayor.
Jesucristo anunció que regresaría a la Tierra para mostrar el camino de la paz que el mundo no ha conocido. Nos enseñará el camino del amor y del dar, y permitirá el acceso a la sabiduría de lo alto.
Entonces, en lugar de que la IA aprenda a pensar como los seres humanos imperfectos, el universo será transformado por seres humanos aprendiendo a pensar y actuar como su amoroso Creador.
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