Jesús dijo que estaría en la tumba tres días y tres noches. ¿Pero cómo se puede cumplir esto desde el viernes santo hasta el amanecer del supuesto domingo de resurrección?

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Una operación matemática sencilla muestra que usted no puede hacer que haya tres días y tres noches en el estrecho período de tiempo entre la tarde del viernes santo y el amanecer del domingo de resurrección. Estos son los momentos en que la mayoría de los cristianos creen que Jesús fue crucificado y resucitado.
¿Cuánto tiempo estuvo Jesús en la tumba? ¿Estaba Él en un error cuando dijo que su señal sería estar en la tumba por tres días y tres noches? ¿O son el viernes santo y el domingo de resurrección tradiciones erróneas?
Por qué los líderes religiosos le pidieron a Cristo una señal
Los líderes religiosos del primer siglo sabían que Dios había prometido mandar a un Mesías conquistador. Pero pasaron por alto las profecías que afirmaban que el Mesías sufriría y moriría para cargar con los pecados de la humanidad (por ejemplo, Isaías 53:4-6).
Ya que ellos no entendieron que el Mesías finalmente vendría para morir y sólo más tarde regresaría para reinar, vieron a Jesús como un fraude, lo rechazaron y constantemente buscaban maneras de atraparlo.
La relación entre la señal de Jesús y el profeta Jonás
En Mateo 12:38 leemos “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal”.
Los fariseos habían visto miles de señales de Jesús, pero como Él no encajaba en su idea preconcebida del Mesías, ellos estaban confabulándose para destruirlo.
No había milagro, ni había señal que pudiera convencerlos y Jesús lo sabía. Entonces: “Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (vv. 39-40).
¿Serían tres días completos de veinticuatro horas o sólo partes de los tres días?
Veamos unas notas de E. W. Bullinger en la Companion Bible: “El hecho de que tres días se utilice en el idioma hebreo para designar cualquier parte de los tres días y las tres noches, no tiene ninguna discusión… pero cuando el número de noches es establecida así como el número de los días, entonces la expresión deja de ser un modismo y se convierte en una declaración literal de un hecho… por lo tanto lo que está diciendo aquí es que Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches (Jonás 1:17) y significa exactamente lo que dice y éste puede ser el único significado de la expresión en Mateo 12:40” (Apéndice 144).
Jesús dijo que la única señal que le daría a ellos de que Él era el Mesías, era que estaría en la tumba por tres días y tres noches —exactamente 72 horas.
Esto presenta un problema para el conteo tradicional que comienza tarde el viernes santo y termina en la mañana del domingo de cuaresma.
Cómo sumar
Veamos dos pasajes bíblicos que fijan el tiempo para nosotros. Primero, ¿cuándo fue enterrado Jesús?
“Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo… no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo” (Lucas 23:50-54).
Los días bíblicos comienzan al atardecer, lo que en la Tierra Santa en esa época del año debió haber sido alrededor de las seis de la tarde. Justo antes de la seis comenzaría el conteo de los tres días y las tres noches.
Veamos ahora en Juan 20:1-2:
“El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto”.
Esto no nos dice cuando fue resucitado Jesús, sólo que la tumba estaba ya vacía aun antes de que el día despuntara. Esto debió ocurrir alrededor de las seis de la mañana, el límite de lo más tarde que podía terminar el conteo.
Del atardecer del viernes a las seis de la tarde, al domingo en la mañana a las seis de la mañana, serían solamente 36 horas. Esto es dos noches y un día, un total de 36 horas menos del tiempo requerido en la tumba.
Si Jesús estuviera en la tumba por solamente 36 horas, entonces según sus propias palabras Él no sería nuestro Mesías. ¿Cómo podemos reconciliar esto?
Mala comprensión de los sábados semanales y anuales
El sábado semanal de Dios comienza al atardecer de la noche del viernes.
El relato del Evangelio de Lucas llama al día de la muerte de Cristo “la preparación” con el sábado ya muy cerca. Ya que el sábado semanal comenzaba al atardecer del viernes, muchos asumen que la muerte de Cristo fue en la tarde del viernes y fue enterrado justo antes del atardecer. Pero lo que con frecuencia se pasa por alto es que había otro sábado durante esta época.
Juan 19:31 afirma: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí”.
¿Qué era un "día de gran solemnidad"?
Además del sábado semanal, Dios también instituyó varios días anuales santos. Estos eran días de reposo especiales que ocurrían una vez al año y podían caer en otros días de la semana. Estos días de reposo especiales, algunas veces eran llamados “días de gran solemnidad”. Sabemos que Jesús murió en la Pascua. ¿Qué día santo seguía después de la Pascua?
Levítico 23:4-7 nos dice: “Estas son las fiestas solemnes del Eterno, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es del Eterno. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura al Eterno; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis”.
La Pascua es inmediatamente seguida por un día santo anual, el primer día de la fiesta de los Panes Sin Levadura. El sábado anual puede caer en cualquier día de la semana y el año en que Jesucristo murió (31 d.C.) la fiesta de Panes Sin Levadura comenzó al atardecer del miércoles. Entonces el día de preparación que Juan y Lucas mencionaron, habría sido ese miércoles, no un viernes.
Jesús fue enterrado justo antes de las seis de la tarde el miércoles, entonces tres días y tres noches haría que su resurrección ocurriera en la tarde del sábado justo antes del atardecer. Esto significa que cuando las mujeres llegaron a la tumba antes del amanecer de la mañana del domingo Jesús ya había resucitado la tarde anterior.
El cuadro completo de los tres días y las tres noches del año 31 a.C.
José de Arimatea colocó el cuerpo de Jesús en una tumba que no había sido usada, justo antes de las seis de la tarde. El gran día santo llamado el primer día de Panes Sin Levadura comenzó al atardecer de esa tarde del miércoles y terminaba al atardecer del jueves. Veamos el relato de Marcos 16:1, “Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle”.
El sábado aquí era el día santo, el sábado anual. Entonces esto estaba ocurriendo el viernes después del día santo en la parte del día en que los almacenes estaban abiertos.
En Lucas 23:55-56 leemos: “Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”.
Ellas compraron las especias y los aceites fragantes el viernes y los prepararon, pero luego descansaron el sábado semanal, desde el atardecer del viernes hasta el atardecer del sábado.
Ellos tenían que hacer una pausa en sus actividades para observar dos sábados diferentes después de que Jesús fuese crucificado. No podemos entender la historia sin entender esto. Cuando usted entiende los sábados anuales y los sábados semanales es perfectamente claro y nos provee una explicación lógica.
Continuando en Lucas 24:1, “El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas”.
Ellas vinieron a ungir el cuerpo de Jesús, pero encontraron la tumba vacía porque Él ya había resucitado el sábado en la tarde.
En este cronograma de acontecimientos encajan todas las escrituras importantes. Puede ver una exposición gráfica en la infografía de la “Cronología de la crucifixión y resurrección de Cristo”.
Sí, Jesús era el Mesías que vino a morir por los pecados de la humanidad. Su muerte abrió el camino para nuestra reconciliación con Dios y eventualmente nuestra entrada a su Reino eterno. Y como Él lo profetizó, estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra, la prueba de que es nuestro Mesías.