La ciencia ha encontrado beneficios físicos cuando se experimenta un sentimiento de asombro. Pero mucho más importantes son los beneficios espirituales. ¿Cómo puede el sentimiento de asombro inspirar nuestra relación con Dios?

Ver el poder de las Cataratas del Niágara puede inspirar una sensación de asombro.
Presenciar el poder de las cataratas del Iguazú puede generar un sentimiento de asombro.
¿Qué le produce a usted un sentimiento de asombro?
En lo personal, algunos de los momentos que más me han generado un sentido de asombro, han sido:
- Ver el paisaje desde la cima del monte Aconcagua.
- Escuchar el coro cantando el himno “Aleluya”.
- Ver, escuchar y sentir el poder de las cataratas del Iguazú.
- Sostener a mis bebes recién nacidos por primera vez.
Ejemplos de asombro y admiración
Quizás usted se identifique con algunos de estos ejemplos de asombro y admiración, compartidos por mis amigos:
Juan escribió: “¡Las imágenes del espacio, cortesía de los telescopios Hubble y Webb, son impresionantes!”.
María dijo: “Admirar la impresionante creación de Dios que nos rodea, incluyendo el precioso diseño de un niño que crece dentro del útero, el milagro del nacimiento de un niño, cómo surge nueva vida en el ambiente, después de la muerte del invierno, la belleza de la vida en el océano cuando practicas snorkel o buceo, admirar la belleza de las estrellas y la paz y la calma perfectas que traen las puestas de sol”.
Marta escribió: “Visitar los lugares históricos en Israel y celebrar Pentecostés en Jerusalén; ir a la ópera de Sídney, Australia y Covent Garden, Inglaterra; ver las Montañas Rocosas canadienses por primera vez (¡y cada vez después!); y las secuoyas gigantes de California”.
Sofía escribió: “Dar a luz a un bebé es probablemente la experiencia más increíble que he tenido en mi vida”.
Claudia dijo: “Estar de pie en la ladera de una montaña en los Alpes suizos; contemplar el océano al atardecer”.
El asombro está relacionado con el temor de Dios, que según la Biblia es el principio de la sabiduría (Salmos 111:10) y es una fuerte confianza y manantial de vida (Proverbios 14:26-27).
Roberto escribió: “Me sentí sobrecogido cuando tuve la suerte de poder visitar el cementerio norteamericano de Normandía, en Francia. De hecho, me sentí físicamente debilitado por la sobrecogedora sensación que experimenté en ese lugar. Al ver las múltiples hectáreas con miles de lápidas dispuestas de forma ordenada y pulcra, me sentí sobrecogido por la cantidad de muertes perpetradas en un solo lugar por el ser humano contra el ser humano. Esta sensación de sobrecogimiento me llenó de humildad, ya que pude sentir mi propia insignificancia, en comparación con los acontecimientos que causaron todas esas muertes”.
El asombro en la Biblia
David, el pastor poeta que se convirtió en rey, escribió el cantico por excelencia acerca del asombro, en Salmos 8:3-4: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”.
Esas muchas noches cuidando sus ovejas bajo las estrellas le dieron a David una perspectiva que se pierde con demasiada facilidad en los edificios y ciudades construidos por el hombre. Pero, ¿qué somos nosotros comparados con la inmensidad del espacio?
El Salmo 33 también nos exhorta a vernos a nosotros mismos desde la perspectiva del Creador del universo: “Tema al Eterno toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió” (Salmos 33:8-9).
El Salmo 119 también menciona el temor reverencial: “Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras” (Salmos 119:161).
La palabra hebrea pachad significa aquí temer, estar temeroso, estar asombrado (Léxico Brown-Driver-Briggs).
Esto muestra la estrecha conexión entre un temor sano al Señor y la reverencia. Si usted desea estudiar más acerca de este tema, lo invitamos leer nuestro artículo El temor del Eterno: ¿qué significa?.
La definición del Diccionario Expositivo de Palabras Bíblicas de Zondervan para asombro/impresionante también señala: “El asombro que siente el pueblo de Dios es una respuesta adecuada a quién es Dios. Pero el asombro no nos aleja de Dios. Sabemos que este ser majestuoso, cuya existencia y gloria son inmensas e impresionantes, ha elegido amarnos e invitarnos a tener una relación íntima con él”.
La ciencia del asombro
Aunque la Biblia habla de un asombro que va más allá del mundo material, hay una emoción física que está incluida en él.
Dacher Keltner, autor de Awe: The New Science of Everyday Wonder and How It Can Transform Your Life (El asombro: la nueva ciencia de la maravilla cotidiana y cómo puede transformar tu vida), analizó científicamente esta emoción.
En un extracto de su libro publicado en The Atlantic, preguntó: “¿Qué te produce asombro? Esa palabra es la sensación de estar en presencia de algo vasto, que trasciende tu comprensión del mundo y se asocia a menudo con lo extraordinario. Puedes imaginarte de pie junto a un árbol de 100 metros de altura o en una llanura abierta con una tormenta acercándose, o escuchando una guitarra eléctrica cuando llena el espacio de un estadio, o sosteniendo el diminuto dedo de un bebé recién nacido. El asombro nos deja boquiabiertos, nos recuerda que hay fuerzas más grandes que nosotros mismos y nos revela que nuestro conocimiento actual no es suficiente para dar sentido a lo que hemos encontrado”.
Uno de los estudios que cita el autor, comparaba dos grupos que hacían lo mismo, pero con una mentalidad diferente.
“Junto con Virginia Sturm, neurocientífica de la Universidad de California en San Francisco, estudié los efectos de un paseo de asombro. Un grupo de sujetos dio un paseo semanal durante ocho semanas. El otro grupo hizo lo mismo, pero con algunas instrucciones: conectar con su sentido infantil de la maravilla, imaginando que veían todo por primera vez. Durante cada paseo, debían dedicar un momento a observar la inmensidad de las cosas, por ejemplo, al contemplar una vista panorámica o los detalles de una flor, y luego acudir a un lugar nuevo o intentar reconocer nuevas características del mismo lugar de siempre. Todos los participantes informaron sobre su felicidad, ansiedad y depresión, y se tomaron selfis durante sus paseos.
“Descubrimos que los participantes que realizaban paseos de asombro sentían más asombro con cada semana que pasaba...
“A lo largo de nuestro estudio, los participantes que realizaban paseos de asombro informaron sentir menos angustia diaria y más emociones positivas, como compasión y diversión”.
Beneficios del asombro
Incluso a nivel físico, los sentimientos de asombro tienen beneficios.
El profesor Keltner escribió: “Una encuesta de estudios relevantes sugiere que una breve dosis de asombro puede reducir el estrés, disminuir la inflamación y beneficiar al sistema cardiovascular”.
También señaló que comprometerse con lo que es abrumador puede poner las cosas en perspectiva.
Como dijo Shahram Heshmat en Psychology Today: “una dosis de asombro puede hacer que tus preocupaciones parezcan pequeñas” (Los beneficios mentales de buscar el asombro).
Y, por supuesto, los mayores beneficios son los espirituales.
Como se mencionó anteriormente, el asombro está relacionado con el temor de Dios, que según la Biblia es el principio de la sabiduría (Salmos 111:10) y es una fuerte confianza y manantial de vida (Proverbios 14:26-27). Nuestro Dios amoroso dice que registra a aquellos que le temen, en su libro de memoria (Malaquías 3:16).
Estas experiencias pueden servir como catalizador para tener un asombro espiritual más profundo, si enfocamos nuestra mente en el Dios que creó todas estas cosas.
El temor sano a Dios, al que la Biblia nos exhorta, no es terror, sino reverencia. De hecho, en realidad fortalece la fe, la creencia y la confianza en el Dios todopoderoso y amoroso. Cuando pensamos de esta manera, los demás temores se desvanecen.
Porque él dijo: “No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Hebreos 13:5-6). (Si usted desea estudiar más acerca de la fe, lo invitamos a leer nuestros artículos "¿Qué es la fe?" y "Cómo lidiar con la duda".)
El temor reverencial es un antídoto contra el orgullo. El orgullo trae vergüenza, contiendas y destrucción (Proverbios 11:2; 13:10; 16:18). Es una fuente subyacente de todo tipo de pecado y una actitud que emana del padre del pecado, Satanás.
El temor reverencial promueve lo contrario del orgullo: la humildad. Ver lo pequeños que somos con relación a Dios, nos ayuda a tener una perspectiva adecuada de nosotros mismos. Dios exaltará y dará gracia a los humildes (1 Pedro 5:5-6).
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” (Isaías 57:15).
El temor reverencial también nos proporciona el impulso para dar gracias, alabar y adorar al Dios grande y maravilloso. (Si usted desea más información acerca de este tema, lo invitamos a consultar nuestros artículos Oración de gratitud, Alabar a Dios y ¿Cuál es la adoración que quiere Dios?)
Este tipo de temor también es un aspecto clave para obedecer el Gran Mandamiento, que abarca los cuatro primeros de los Diez Mandamientos. (Si usted desea más información acerca de este tema, lo invitamos a consultar nuestro artículo El gran mandamiento.) El asombro nos ayuda a poner a Dios en primer lugar, a no poner ídolos en su lugar, a reverenciar su nombre y a adorarlo en su santo sábado.
Cómo experimentar el asombro
El doctor Heshmat escribió: “Hay muchas maneras de cultivar la experiencia del asombro en nuestra vida cotidiana, ya sea a través de la naturaleza, la música, el arte, los deportes o siendo testigos de la bondad de los demás. Es posible encontrar momentos inspiradores en todos los lugares. Esta capacidad de salir de uno mismo es una habilidad valiosa.
Estas experiencias pueden servir como catalizador para tener un asombro espiritual más profundo, si enfocamos nuestra mente en el Dios que creó todas estas cosas. Por medio de la oración, podemos alabarlo y hablar con Él”.
Por medio del estudio de la Biblia y la meditación, podemos llegar a apreciar aún más lo que Dios ha hecho, está haciendo y hará.
Centrarnos en la grandeza de Dios, su amor y su plan para nosotros, puede llevarnos a sentir el tipo de asombro que inspiró los siguientes pensamientos del apóstol Pedro:
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas” (1 Pedro 1:3-9).
¿Qué podría ser más maravilloso que eso?
Si usted desea estudiar más acerca del plan de Dios para nosotros, lo invitamos a leer nuestros artículos Coherederos con Cristo y El don de la vida eterna.