Lo que dicta el corazón: ¿cómo saber si lo que parece bueno es bueno realmente?

Muchos expertos dicen que las mejores decisiones se toman cuando seguimos nuestros instintos o a nuestro corazón. ¿Pero qué dice el gran Experto que nos creó y diseñó?

¿Cómo saber si estamos tomando una decisión correcta? Algunos consejos populares son:

• “Generalmente es más importante cómo se siente usted con su decisión que lo objetivamente acertado de ésta” (Oprah.com).

• “Obedezca su primer instinto. En el momento en que se cuestiona o duda de su decisión, todo se echa a perder” (Kelsey Walsh, citado en TinyBuddha.com).

• “Escuche a su instinto emocional. Si se siente bien, genuinamente bien, entonces hágalo. Si no se siente bien, entonces sea cauteloso y aléjese” (Dedric Carroll, citado en TinyBuddha.com).

Ahora comparemos estos consejos con la sabiduría del Dios de la Biblia. ¿Qué nos dice Él?

“El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio” (Proverbios 12:15).

Dios nos advierte que para las decisiones grandes e importantes de la vida, no es suficiente con simplemente escuchar a nuestro corazón.

¿Cuál camino tomar?

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. Éste es un mensaje tan importante que Dios lo repite dos veces, en Proverbios 14:12 y en Proverbios 16:25.

Pero, ¿cómo es esto posible? ¿Cómo podríamos seguir las señales de un camino creyendo que vamos bien, cuando en realidad vamos en la dirección opuesta?

Parte de la respuesta es que nuestros primeros padres, Adán y Eva, tomaron una decisión crucial por todos nosotros. Bajo la influencia engañosa de Satanás, ellos escogieron determinar por sí mismos lo que era bueno o malo (Génesis 3:5).

Génesis relata que al desobedecer, los ojos de Adán y Eva fueron abiertos (v. 7). Pero no para ver la verdad y el camino puro de Dios. En cambio, Satanás les aumentó la vista para que vieran a través del lente del egoísmo y la autosuficiencia. Ese lente distorsionado le facilitó a Satanás crear espejismos y engaños que hacen parecer lo incorrecto, correcto.

Los ojos de Adán y Eva fueron abiertos, sí, pero a una realidad virtual diseñada por Satanás, cuyo principal objetivo es alejarnos de Dios y llevarnos a la autodestrucción.

De hecho, en el sentido espiritual nuestra vista humana es tan deficiente que Dios incluso dice que tenemos ceguera. Nuestra mente ha sido cegada por Satanás, y sólo podemos ver cuando Dios nos llama y nos quita el velo de la ceguera (2 Corintos 3:16; 4:4).

Pero aun cuando Dios nos abre la mente, es nuestra responsabilidad decidir qué camino tomaremos: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).

Nuestra visión natural (inconscientemente influenciada por la acción de Satanás) nos dice que las señales del camino espacioso apuntan en la dirección correcta. ¡Por algo debe ser tan popular! Este camino tiene millones de reseñas y un puntaje alto. El problema es que no somos capaces de ver el precipicio o la curva peligrosa que están más adelante.

Afortunadamente, la Biblia nos advierte acerca de esos peligros, y también nos da muchos ejemplos del resultado de seguir ese camino.

El final del camino

El último versículo del libro de Jueces resume dos de las historias más deprimentes de la Biblia con la siguiente frase: “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25).

Piénselo. Incluso todas esas historias de robo, idolatría, violación, homicidio, sangre, venganza, secuestro y depravación, comenzaron con alguien haciendo lo que le parecía bien. ¡Y todo se pervirtió rápidamente!

Aún hay tiempo de elegir el otro camino

Dios nos enseña cómo tomar el camino correcto —cómo ver el buen camino. Y como dijo Jesucristo, lo mejor es escoger la puerta estrecha y el camino que lleva a la vida.

Tal como le dijo al antiguo Israel por medio de Moisés, Dios nos dice: “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames al Eterno tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos…

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando al Eterno tu Dios, atendiendo a su voz” (Deuteronomio 30:15-16; 19-20; descubra más en nuestro artículo “¡Escoger la vida! Su decisión más importante”).

En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo además resumió estos dos caminos diciendo: “la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

Pecar es quebrantar la ley de Dios (1 Juan 3:4). Por lo tanto, “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19:17). Quebrantar la ley de Dios conduce a la muerte, pero arrepentirnos de nuestros pecados y esforzarnos por ser como nuestro amoroso Salvador por medio de la obediencia a Dios, nos lleva a la vida.

Descubra más acerca de cómo evitar el mal camino y escoger el bueno en nuestros artículos de VidaEsperanzayVerdad.org: “Siete pasos para vencer el pecado” y “Los Diez Mandamientos en la actualidad”. 

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