Pablo escribió frases muy inspiradoras y hermosas, como “Dad gracias en todo”. Pero ¿debemos tomar esto de forma literal?
Pablo nos exhorta a dar gracias en todo. ¿En serio? ¿Todo? Los cristianos experimentan algunas cosas realmente terribles, injustas y angustiantes. Enfermedades terminales. Accidentes. Muertes de seres queridos. Problemas económicos. Pruebas y tentaciones de todo tipo.
¿Quiso decir Pablo que debemos dar gracias por estas cosas?
El contexto de “Dad gracias en todo”
Poco después de establecer la congregación en Tesalónica, a Pablo lo tuvieron que sacar del pueblo por la amenaza de una multitud furiosa. Luego escribió su primera carta a los tesalonicenses para responder preguntas y animar a la joven iglesia a enfrentar la persecución y el luto por la muerte de algunos miembros.
Pablo mostró cuál era la orientación de su carta, haciéndoles saber que él daba “siempre gracias a Dios por todos” ellos (1 Tesalonicenses 1:2).
Y en su exhortación final, incluyó: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18; vea nuestros artículos “4 maneras de encontrar gozo en las pruebas” y “Orad sin cesar”).
Gracias en, no necesariamente por
Pablo dijo que debemos dar gracias “en todo” —en toda situación. Pero eso no significa que debamos sentirnos inmediatamente agradecidos por las cosas malas que nos pasan.
Por ejemplo, Job bendijo a Dios a pesar de sus terribles pruebas, no por ellas (Job 1:13-22).
También el rey David, a pesar de sentirse abrumado por las pruebas (Salmos 69:1-2), dijo “Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza” (v. 30).
¿Cómo damos gracias en todo?
Ver el beneficio eterno de las pruebas
Las pruebas pueden ayudarnos a desarrollar nuestro carácter cristiano, hacernos más como Dios y prepararnos para nuestro destino eterno.
Las pruebas producen perseverancia, carácter y esperanza (Romanos 5:3-4). Son el crisol donde se refina la fe genuina (1 Pedro 1:6-8) y hacen crecer el fruto de la justicia (Hebreos 12:11).
Enfocarse en las bendiciones del dador de “toda buena dádiva”
Todas las cosas buenas que tenemos provienen de Dios, pero es fácil darlas por sentado en los buenos tiempos. Pablo nos anima a orar con gratitud y a concentrarnos en lo positivo (Filipenses 4:6-8).
Levantar la mirada y enfocarnos en nuestro Creador y sus futuros planes para nosotros pude ayudarnos a trascender los problemas presentes. No podemos imaginar las maravillas que Dios tiene preparadas para nosotros, pero su Espíritu Santo nos ayuda a tener una visión de ese hermoso futuro.
Dios es el Dador de “toda buena dádiva y todo don perfecto” (Santiago 1:17). Él quiere darnos perdón, su Espíritu y la vida eterna (Juan 3:16-17; Hechos 2:38). Quiere que colaboremos con Él para servir al resto de la humanidad (Apocalipsis 5:10). ¡Que seamos sus hijos y experimentemos gozo y deleite por toda la eternidad (1 Juan 3:1-2; Salmos 16:11)!
La mejor de las perspectivas
Pablo puso las cosas en perspectiva: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17; vea también Romanos 8:31-39).
¡Las pruebas que nos afligen ahora no son nada en comparación a una vida eterna como hijos de Dios!
Descubra más en nuestros artículos “El propósito de la vida” y “Alabar a Dios”.